HARUKI
Dominik llevaba una semana en terapia intensiva. Su estado era crítico y los médicos no sabían si se recuperaría. Todo este tiempo no había podido ser capaz de verlo. El profesor Heinrich me dijo que estaba muy grave, y que no era capaz de levantarse de la cama por las heridas que tenía. Dijo que había sufrido de una hemorragia y que los médicos no sabían cuanto tiempo le quedaba.
Todos los días había venido a visitarlo, pero como no podía incluso entrar al hospital, me bastaba con sentarme afuera y mirar a su ventana en busca de él. Tenía muchas esperanzas de verlo asomarse por ella y que me viera aquí sentado esperando por él. El día sábado, el profesor Heinrich vino al hospital.
—Profesor Heinrich, ¿Podría ir usted a visitar a Dominik y darle una carta de mi parte? —dije extendiéndole la carta.
—Claro, Haruki —respondió mientras la tomaba.
—Gracias —sonreí—. Podría decirle también, que se recupere y que sea fuerte. Que no importe lo que su padre intente hacernos, yo nunca me voy a rendir.
—Yo sé lo digo.
Vi al profesor Heinrich entrar al hospital con la carta en sus manos.
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La vida que no tuvimos
RomanceDominik es un joven Alemán que ha llevado una vida difícil, un día se ve obligado a hacer algo que le cambiará la vida, pero no sin antes conocer a Haruki, un joven Japonés algo peculiar y curioso que le hará ver el mundo de una perspectiva diferent...