Vaya donde vaya tengo que toparme con sus malditos ojos azules mirándome como si quisiera matarme y enviarme personalmente al infierno.
Sarah me convenció para venir con una chica de nuestra clase a este antro, pero no pensé que Dante sería parte del plan y mucho menos que estaríamos jugando a fulminarnos con la mirada casi toda la noche.
- ¡Juguemos a algo! - escucho a la bruja pelirroja que se pega como un piojo a Dante decir de repente.
- ¿Cómo a qué? - sonríe el hermano de Ivy mirándola.
- ¿Qué tal si jugamos a "Simón dice" ? - murmura Dante llevándose el vaso a los labios. - ¡Will, trae un par de tablas de chupitos!
El camarero mueve los dedos entre una nube oscura y chispeante y en nuestra mesa aparecen dos tablas con vasos de chupitos de diferentes colores.
- ¿Para jugar a eso no se necesita un juguete de colores? - pregunta Gabriel a mi lado.
- En mi juego no... - replica Dante sonriendo. - Tómalo si quieres como un "verdad o atrevimiento" en el que sólo tienes la opción de atrevimiento.
- Sí, o haces lo que Simón dice o bebes. Es el juego favorito de Dante. - aplaude Ivy. - ¡Empiezo yo! Jackson, Simón dice que nos dejes ver tu álter ego.
Jackson suelta una carcajada y toma un vaso de chupito de un trago.
- Ni hablar hermana, aquí dentro podría destrozarlo todo... - dice el licántropo cuando termina de beber.- Bien, mi turno. Sarah, Simón dice que busques al tío que más te pone de la sala y lo beses.
Los ojos de mi amiga brillan blancos por el desafío y se levanta de su asiento con gracia escaneando la sala con la mirada. Tras mirar a todas partes, Sarah sonríe y nos deja a todos pasmados cuando se acerca a Jackson y le planta un beso en los labios que lo deja como una estatua en el sitio.
- Woow, eso no me lo esperaba, pero no me quejo. - dice Jackson al cabo de unos segundos mientras Sarah recupera su asiento.
- ¿Me toca verdad? - mi amiga le guiña un ojo al lobo y se gira hacia Dante, mirándome de reojo. - Dante, Simón dice que muestres lo que hay debajo de la pulsera.
Dante la fulmina con la mirada y se inclina para coger un vaso de chupito.
- ¡Salud! - dice brindando hacia Sarah. - Es mi turno entonces...
Tiemblo de pies a cabeza cuando su mirada se clava en mí y sonríe.
- Ishtar... - con un dedo acerca la tabla de chupitos a mí, dando por hecho que tomaré uno y sigue hablando. - Simón dice que te subas a la barra y bailes como una stripper.
Todos me miran esperando mi reacción, pero yo solo puedo maldecir por lo bajo a Dante.
No voy a dejar que se salga con la suya...
Me acerco a Will el camarero y le susurro al oído para que cambie la música y baje las luces mientras me ayuda a subir a la barra junto a nuestra mesa.
Tomo aire mientras comienza a sonar "Feel it" de Michele Morrone y su ritmo sensual para convencerme a mí misma de que no es para tanto.
Cuando comienzo a bailar miro hacia nuestra mesa y veo a mis amigos mirarme alucinados, salvo a él. El maldito Dante me mira con una sonrisa vencedora en sus labios mientras se recuesta y se pone cómodo en el sofá para disfrutar el espectáculo.
Conforme voy cogiendo soltura, la gente me empieza a animar y yo ya he perdido todas las inhibiciones y me contoneo como una verdadera stripper.
Mi mirada va inevitablemente a clavarse en la de Dante y me fijo en que sus ojos son completamente rojos mientras me observa. Siento mis dedos hormiguear y me muerdo el labio al ser consciente de que los míos lo miran de la misma forma.
Perfecto, ha entrado en el juego y estoy ganando, es hora de proclamarme vencedora...
Me bajo de la barra y me acerco, sin dejar de bailar, a la mesa de mis amigos para sentarme en el borde justo delante de Gabriel y bailar para él. El álter ego de Gabriel se muestra ante mí y casi puedo sentir el calor de su cuerpo desde mi posición, así que me dejo llevar hasta su regazo para un bailecito privado, pero una voz interrumpe mi show.
- Vale, ya has cumplido. ¿Podemos seguir con la fiesta? - sentencia la voz de Dante a mis espaldas.
Sonrío en el cuello de Gabriel, cuya respiración ya está bastante agitada, y me aparto lentamente para volver a mi asiento y sonreír a mi oponente derrotado.
Seguimos bebiendo unas horas hasta que ya casi todos estamos tan animados que muchos nos hemos lanzado a bailar en la pista.
Me alejo de Sarah e Ivy un momento para ir al baño y echarme un poco de agua en la nuca para aliviar el calor.
El aseo del local es incluso más agobiante si cabe que la pista de baile, pues es un pequeño aseo donde solo cabe una persona por turno. Me inclino en el lavabo para coger agua y escucho la puerta cerrarse de un golpe detrás mía.
- ¡Está ocupado! - chillo girándome para ver quién ha entrado. - ¿Dante? ¿Qué haces?
Dante me mira con algo oscuro en sus ojos azules y noto que abre y cierra los puños alterado intentando controlar algo que se escapa de sus manos.
- ¿Estás... estás bien? - murmuro preocupada al verlo así.
- Estás jugando con fuego. - su risita baja me pone los pelos de punta cuando echa el seguro en la puerta. - Y no con el tuyo precisamente.
- ¿Estás borracho? - pregunto escaneándolo.
- No, pero si querías saber qué soy igual esta noche lo averiguas si sigues jugando conmigo. -
Los ojos del chico se vuelven de nuevo rojos mientras me agarra del cuello para empujarme contra la pared y sisear en mi cara.
- No me gusta que me provoquen, niña. -
- No creas que me das miedo. - lo miro fijamente para que no note mi miedo mientras hablo.
- No te doy precisamente miedo y ese es el problema. - Dante sonríe mirando mi boca. - Si te diera miedo ya me habrías atacado, ¿verdad Ishtar? Dime, ¿qué es lo que te provoco? ¿pena? ¿asco?
Mis ojos bajan involuntariamente a sus labios y veo sus dientes salir para morderse el labio inferior al notar mi mirada.
- ¿Deseo quizá? - susurra él entonces pegando su cuerpo al mío. - ¿Tus ojos son rojos por la furia o por el deseo, niña ángel?
- ¿Niña ángel? ¿Crees que soy un ángel? - se me escapa una risa nerviosa que me hace ser consciente de cómo mi pecho está pegado al suyo.
- Creo que eres un peligro. -
- Pues no te acerques a mí entonces... - le digo, retándolo.
Dante me mira serio y empiezo a notar su mano libre subiendo por mi cadera, acariciando la piel que deja a la vista el top y subiendo sin prisa a mi pecho. Casi ni me oigo por el zumbido de mis oídos cuando se me escapa un pequeño gemido.
Dante tiembla contra mí y veo cómo algo oscuro comienza a salir de su espalda y entre su pelo justo antes de soltarme de golpe.
- ¡No! ¡Mierda! - farfulla pegándose a la pared y llevando sus manos a su pelo.
No entiendo su actitud hasta que me doy cuenta de que está intentando tapar lo que sea que está brotando de él. ¿Su álter ego?
- ¡Sal de aquí, por favor! -
- ¿Por qué? Está claro que necesitas ayuda, Dante. -
- ¡No necesito tu ayuda, lárgate! - grita él sin tan siquiera mirarme a la cara. - ¡Vete, ya!
Abro la puerta del aseo y salgo corriendo de allí echando un último vistazo sobre mi hombro para ver cómo Dante se encoge en una esquina del baño entre dos especie de alas negras y cierra la puerta con un golpe de aire que sale de su mano.
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Atraída por el mal [...A La Venta En amazon...]
Fantasy"En un mundo donde el cielo y el infierno se unieron para poner fin al destrozo que los humanos estaban haciendo de la tierra y mezclaron su sangre para crear unos nuevos seres y una nueva sociedad más controlada, Ishtar es... ¿Qué es? Todos los jó...