Capítulo 12 - Dante -

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Golpeo tres veces la puerta de su piso como último recurso y resoplo cuando veo que tardan en abrirme la puerta.

Estoy a punto de irme, cuando una ojerosa y pálida Sarah White abre la puerta y me mira frunciendo el ceño al reconocerme.

- Tú... Capullo... - sisea.

Alzo una ceja confuso mientras ella me coge de la camiseta y me arrastra al interior del piso. Me giro justo para ver cómo Sarah me observa con un cabreo considerable y su pelo y ojos blancos de bruja.

Unas raíces salen de repente de Dios sabe dónde y me amarran manos y pies por completo al suelo.

- ¿Qué cojones haces? - chillo queriendo hacerla trizas con mis ojos rojos.

- ¿Qué le has hecho? - pregunta ella acercándose y apretando las raíces a mi alrededor. - ¿Qué has hecho con Ishtar? ¿Dónde la tienes?

- ¿Pero de qué estás hablando? - respondo empezando a ponerme nervioso. - Anda, suéltame, sabes perfectamente que puedo soltarme si yo quiero, pero te haría daño...

- ¡No te pienso soltar hasta que no me digas qué has hecho con mi amiga! ¡Lleva días sin aparecer por casa ni por clase! - chilla en mi cara ella.

- ¿Días? - murmuro entendiendo la situación por fin. - Yo no la tengo, venía a buscarla, de hecho, creí que estaba aquí.


Sarah me mira con duda y afloja un poco sus ataduras, pero yo me impaciento y acabo abrasándolas con mis manos.

- Auch... - gime ella al notar la quemazón en sus dedos por la extensión de la magia.

- Te dije que te haría daño si no me soltabas. - digo sacudiendo las cenizas de mi ropa. - Ahora dime, ¿dónde fue la última vez que la viste? Vamos a encontrarla.


Unas horas después, la bruja tira de la manga de mi camiseta intentando que suelte a su amigo el fénix mientras lo zarandeo en pleno ataque de ira.

- ¿Dónde la llevaste Meller? ¡Habla! -

- Ella me... me pidió que no dijera nada... - gime él intentando zafarse.

- ¡Ella podría estar en peligro, por tu culpa, así habla ahora o resurgirás de tus cenizas en unas horas porque no creas que me tiembla el pulso para matarte! - grito en su cara de panoli.

- Vale, vale... Pero, por favor, suéltame, me estás ahogando... - balbucea él antes de que lo suelte. - Ishtar me pidió que la llevara a una audiencia con mi tío Leo Meller, uno de los miembros de El Círculo, quería ayuda con algo de su marca.


Me quedo inmóvil de inmediato y si me viera en un espejo diría que me he puesto blanco. Ishtar está en manos de los que mataron a mi padre. Vale, sé que mi padre era un delincuente y todo eso, pero sé que a ellos no les tembló el pulso para torturarlo y matarlo por no contar cómo había conseguido la sangre con la que traficaba.

Sarah me da unos golpecitos en el brazo y me mira asustada.

- Dante, ¿qué ocurre? ¿Por qué podría no haber vuelto Ishtar de verlos? Son los presidentes de Nuevo Edén, ellos velan por nuestro bien, no creo que le hayan hecho daño. - dice ella, más para sí misma que para mí.

- Tú no conoces lo que yo, brujita. - musito apretando los dientes. - Tengo que ir a buscar la ayuda de alguien, tú vuelve a casa y espera por si ella regresa.


Sin dejarla hablar más, me largo corriendo hasta donde no me vean y despliego las alas para llegar antes a mi casa.

Atraída por el mal [...A La Venta En amazon...]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora