❝Jeon Jungkook intenta demostrarle a Lee Yehyun lo que es un buen amor, pero jamás espera que su vida comience a correr peligro cuando el mayor narcotraficante, conocido como V, al cual busca desesperadamente, se obsesione con Yehyun.❞
Hermosa porta...
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❝LUCHAR❞
MARATÓN 3/5
Taehyung recordaba a la castaña sintiéndose estremecer, como también tenía ganas de volver a repetir ese encuentro. Habían pasado horas de lo sucedido, pero no podía quitarla de su cabeza, lo cual empezaba a detestar porque tal parecía que desde que estuvo con ella se había instalado con más fuerza allí, cuando en realidad había decidido estar con ella para que aquella atracción desapareciera, lo que terminó saliendo completamente mal.
Se encontraba en su despacho bebiendo Whisky como de costumbre, mientras medio giraba en su silla y hablaba por teléfono.
—Sabes que siempre tengo todo preparado para ti, Jhope —sonríe.
—Entonces, nos veremos en unos días —suelta una pequeña risa ronca—. Siempre es un placer hacer negocios contigo, V.
Jhope antes tenía tratos con Soohyun, pero en cuanto Taehyung comenzó a manejar los negocios, y a hacer los trabajos sucios junto a Jin, este pasó a ser su socio y hasta podía decirse que amigo. Luego de la muerte de Soohyun, Jhope sólo confiaba en el castaño para sus negocios, pues también la policía lo buscaba pero este era muy bueno escapando. Llevaba años escapando de la policía de Asia, era realmente inteligente en eso, pero aún así no se daban por vencidos, lo cual lo disfrutaba ya que estaba seguro de que no podían con él.
—Lo sé y tenemos mucho que hablar—voltea a ver hacia el frente por un momento, encontrándose con Dalmi, por lo que rodeó los ojos —. Nos vemos pronto —cuelga.
Volteó nuevamente encontrándose con el semblante serio de la pelirroja, suspirando frustrado sabiendo lo que se le venía que no le gustaba para nada. No tenía tiempo para eso, para discusiones que quedarían en la nada misma, porque ella parecía no comprender sus palabras.
—¿Por qué no dormiste aquí? —cuestiona alzando una ceja y cruzándose de brazos.
—Tenía mucho trabajo.
—Tienes a hombres que se encargan de tu trabajo. No me mientas, Taehyung —golpea el escritorio con la palma de su mano—. ¿Vamos a tener el mismo problema? Ayer a la tarde viniste del trabajo que tienes con Jin, oliendo a la colonia de otra mujer.
