❝Jeon Jungkook intenta demostrarle a Lee Yehyun lo que es un buen amor, pero jamás espera que su vida comience a correr peligro cuando el mayor narcotraficante, conocido como V, al cual busca desesperadamente, se obsesione con Yehyun.❞
Hermosa porta...
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❝MIGAJAS DE AMOR❞
Era de madrugada, Taehyung se encontraba bebiendo y conversando en la gran mansión de Gyeong, junto a Jimin y Jin. Había un pequeño escenario con barras verticales, y mujeres bailando de manera sensual, llamando la atención de los hombres, aunque por ellas no dejaban de conversar.
—En verdad, lamento lo de la policía —habla Taehyung.
—No te preocupes —lo interrumpe, Gyeong—. De todas maneras pienso volver aquí pronto. Espero que cuando lo haga, me recibas de mejor manera.
—¿De verdad? —interviene Jin, tratando de no demostrar su desagrado.
—Pues, si traes más mujeres así ven más seguido —Jimin humedece sus labios, al ver como la pelirroja que llama su atención comienza a caminar hacia él.
—Lo necesita —el castaño lo mira alzando una ceja.
—Está bien. Siempre disfruto de estos shows.
Taehyung siguió bebiendo tranquilamente, por momentos desviando su mirada hacia las mujeres, admirando sus cuerpos, aunque por otros la castaña se instalaba en sus pensamientos. Se detestaba porque sabía que podía pasar una noche grandiosa, si no fuese porque ella parecía tenerlo hechizado.
Al voltear vio como una pelinegra tomaba de la mano a Jin, guiándolo hacia una de las habitaciones, por lo que Gyeong, soltó una risilla. Taehyung sabía que sólo accedió porque estaba bajo los efectos del alcohol, y así le encontraba parecido a Hyewoon, pues aquella mujer como ella era pelinegra, lo tenía corto hasta los hombros, con flequillo y era de tez pálida como la porcelana. Miró a Jimin, el cual estaba sorprendido por esa situación, pero volvió su concentración a la pelirroja juntando sus labios en un beso hambriento.
—¿Tú no quieres alguna? —pregunta curioso Gyeong. Este movió su vaso, haciendo chocar los cubos de hielo, mientras mira algo desinteresado los bailes—. Preciosas, les presento a V —se levanta, pasando la mano por la cintura de una de ellas.
Las tres que se encontraban bailando, bajaron del escenario, y una de ellas caminó decidida hacia donde estaba sentado. Movía sus caderas al caminar, mientras alzaba una ceja hasta que se posicionó sobre él. Tenía el cabello rizado, castaño oscuro, su tez era canela, ojos grandes cafés, nariz puntiaguda y labios gruesos pintados de rojos. Llevaba un corzzet de cuero negro y unas bragas del mismo color.
