❝Jeon Jungkook intenta demostrarle a Lee Yehyun lo que es un buen amor, pero jamás espera que su vida comience a correr peligro cuando el mayor narcotraficante, conocido como V, al cual busca desesperadamente, se obsesione con Yehyun.❞
Hermosa porta...
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SEÚL, COREA DEL SUR 20 DE JUNIO DE 2021
Yehyun se miraba en el espejo, mientras se acomodaba el vestido negro que llevaba puesto, las mangas oscuras llegaban a sus entrebrazos y era largo hasta las rodillas. Observó su rostro que lucía más pálido de lo normal, con grandes ojeras bajo sus ojos enrojecidos e hinchados, sus labios carnosos estaban de un rosado pálido, y lucían resecos por lo que se puso bálsamo. El maquillaje no la ayudaba para nada por lo que suspiró.
De sólo recordar lo que había pasado en el último tiempo, sus ojos volvieron a cristalizarse. Llevaba días y días de llantos, pero aún así las lágrimas no parecían acabarse jamás. Llevó la mano a su vientre, acariciándolo, el cual había comenzado a crecer, y sin poder evitarlo, rompió en llanto.
Al escuchar unos pasos, tomó una bocanada de aire, limpiando rápidamente sus lágrimas, porque no quería que la siguieran viendo de esa manera y trataran de consolarla. Estaba cansada de sus miradas de pena, la hacían sentirse reventar.
—Ya es hora, hija —puso las manos en sus hombros, mirándola comprensiva.
—Yoongi me acompañará —volteó a verla.
—Creo que esta vez te vendrá bien el apoyo de tu madre —acarició su cabello castaño ondulado—. Las anteriores veces no pude acompañarte, pero hoy siento que puedo hacerlo.
—Todo ésto te recordará a papá y no...
—Lo sé, pero quiero estar para ti.
—¿Estás lista? —pregunta Hyewoon, entrando a su habitación.
—¿Estás segura de que no quieres que también te acompañe?
—Estoy segura. Gracias.
Yehyun le dio un pequeño abrazo, aspirando el aroma a colonia de su madre, sintiéndose como una niña pequeña que necesitaba el consuelo de su madre por haberse lastimado. Goeun acarició la espalda de su hija, mientras le susurraba palabras de aliento, por más que quería estar a su lado para ese momento difícil, sabía que le recordaría a su exmarido. Sería volver a revivirlo lo que se le haría difícil, por lo que no insistió porque también sabía que los mejores amigos de ella, le darían un buen apoyo.
Yehyun se dirigió al living con el brazo entrelazado con el de Hyewoon. Yoongi al verla desvió la mirada, sintiéndose aún culpable por más que ella lo había perdonado luego de tantas discusiones, en las que ambos terminaban a los gritos y llorando.
(...)
Abrió ambas puertas entrando junto a Yoongi y Hyewoon, encontrándose con abogados, jueces y más testigos que la vez anterior. Miraba a su alrededor hasta que sintió cómo se paralizaba, y su corazón se detenía por un momento. Quería romper en llanto allí mismo, quería gritar, quería que todo sea una pesadilla, y poder despertar encontrándolo frente a ella, mirándola embobado con esa sonrisa cuadrada que era tan particular. Pero no podía ser, al contrario, otra vez observaba al de cabello ondulado que se encontraba vistiendo de naranja, con sus muñecas esposadas, y su mirada hacia el frente donde se estaba el Juez hablando.