Un acuerdo tentador | I saga tentación +18

•|Capitulo 3|•

Evangeline

¿Quién carajos llama a la maldita siete de la mañana un sábado? Abro los ojos maldiciendo, tomo el celular y veo el nombre de mi jefe, no dudo en contestar.

—Bueno días —me dirijo al baño, las veces que me ha llamado fin de semana es porque necesita que le lleve algunos documentos a su casa.

—Buenos días, Evangeline, lamento si te despierto, pero dejé unos documentos en la empresa y los necesito aquí, ¿podrías por favor traérmelos? —No es como que tenga mucha opción.

—No hay problema estoy saliendo para allá —digo. Me he convertido en una mentirosa que se irá al infierno. Ingreso a la ducha y dejo mi estrés ir con el agua.
Salgo de la ducha, secando mi cabello mientras escucho las notificaciones de mi celular muy alteradas, desbloqueo el celular y veo la razón, se me había olvidado que hoy me reunía con mis amigas, todos los sábados salíamos a comer.

Mierda, tendré que hacer un solo recorrido, reviso todos los mensajes pendientes.

😈 Prosti-Barbies 🥂

Ery Zorra: Preparen el hígado porque está semana ha sido una mierda y necesito despejarme y conseguir un buen polvo.

Camill Zorra: Recuerden chicas siempre perras nunca in-perras.

Ely Zorra: Con moderación por favor, nada más sexy que una mujer elegante.

Yo: Ya entendí, sexy, pero con elegancia, nos vemos donde siempre a la hora de siempre, en este momento voy a dejar unos papeles a la casa de mi jefe, tengan una linda mañana putas.

Respondo a los mensajes de mi padre y los demás amigos y entro al chat de mi novio.

Ricardo: Preciosa sé que hoy te encuentras con tus amigas, pero tenemos días que no nos vemos por el trabajo y deseo verte.

Yo: Hola amor, tengo cosas que hacer, pero te avisaré cuando esté en casa y vienes a dormir conmigo, besos.

Tenemos seis meses de relación, es alguien atento y detallista, me he alejado por que insiste mucho en tener sexo, no es que no quiera es que no sé cómo vaya a reaccionar si me toca, no confío lo suficiente en él, sacudo mi cabeza alejando esos pensamientos de mi mente y me dispongo a arreglarme.

Busco un vestido color vino con escote pronunciado que marca mi silueta y resalta mis caderas, llega hasta mis rodillas, solo bragas porque no lleva sostén y tacones del mismo color, dejo mi cabello suelto con ondas naturales, aplico un poco de maquillaje, tomo el celular y ando todo el pequeño departamento buscando mis llaves, una vez lista me encamino a la empresa.

Trato de hacerlo lo más rápido posible, ya con los papeles a mano tomo otro taxi camino a la casa de mi jefe. Tengo que visitar a mi padre, el no tuvo la culpa y lo he abandonado, solo él me escribe, solo él se preocupa por cómo esté. Mis padres nunca estuvieron juntos, mi padre Richard estaba recién casado cuando tuvo un desliz con mi madre Esther y nací yo, madre pensó que papá iba a dejar a su esposa, pero no fue así, él se hizo responsable, pero siguió con su familia; años después de que nací ella conoció a Bob él y su hijo Dylan se mudaron con nosotras, al principio todo era color de rosa, cuando mamá se embarazo de mi hermana Yanet, las cosas cambiaron, Bob y Dylan abusaban de mi por las noches y mi madre solo decía que era por que los provocaba, que era una zorra cuando veía a papá, me amenazaban con matarlo si decía algo, Bob empezó a golpear a mamá y abusar de ella y para que Yanet no sufriera se escapó con ella y a mí me dejó con esos monstruos, al tiempo conocí a Alessio y él me ayudó a reunir las pruebas y meterlos a la cárcel, papá y su esposa Agustina me ayudaron a salir de la depresión y pude realizarme e irme de ese lugar.

Años después Esther me busco, pero para que le dé dinero, en ese entonces acababa de empezar a trabajar y no tenía mucho, le dije que no podía y me insulto diciendo que era una buena para nada que iba a morir pobre que nunca sería nada en comparación con Yanet que ella si podía llegar a ser rica y poderosa y me restregó en la cara que me abandonó para que ellos me mataran, que por mi culpa mi padre nunca la quiso.

El taxi se detiene en la verja de seguridad de entrada y desde aquí se ve la majestuosa casa, pago y me pongo en marcha a la entrada, tengo llave para este tipo de situaciones, entro a la casa y huele a café, me dirijo a la cocina y ahí esta Alejandro, dejando ver esa maravillosa espalda trabajada, solo lleva un pantalón negro de vestir, cuando siente mi mirada se da la vuelta y puedo detallar su majestuoso torso esculpido.

Mmmm.

—Hola Eva, ven siéntate —Como si fuera un robot sigo la orden y me siento en el taburete de la cocina.

—Aquí tengo los papeles —los puse sobre el mesón y ...

—Desayuna conmigo —Pone un plato frente a mí con un sándwich con huevos revueltos y tocino, lava sus manos y saca jugo de la nevera.

Nunca había detallado a Alejandro: es corpulento y de postura erguida, parecía ser mucho más alto en comparación a mi estatura. Tatuajes se reparten por toda su piel, en su muñeca izquierda portaba un reloj de oro, su cabello castaño en este momento está despeinado, sus ojos azules como lo más profundo del mar, sus cejas pobladas, sus labios son del tamaño apropiado para las facciones de su rostro.
Desayunamos en silencio, se disculpa y sale de la cocina a los minutos regresa con una franela y me invita a la sala.

Nos sentamos y me percato de que los papeles que traje son los del nuevo proyecto, hablamos un poco y cuando me dice que debe decirme algo importante me pongo nerviosa.

—Eva no sé cómo decirte esto sin hacerte daño, así que solo lo diré, Dafne y Ricardo mantienen una relación desde hace cinco meses —Lo miro sorprendida, por que no tenía idea de que conociera a Ricardo y porque lo que dice es una tontería.

—Es mentira, Alejandro y me disculpas, pero Ricardo apenas tiene tiempo para verme, por su trabajo —agradezco al cielo que mi voz suena segura pero la duda llega a mi cuando me tiende una carpeta. No lo pienso mucho y la abro, ciertamente no lo amaba, pero no puedo creer que me engañara de esta manera, son fotos de Dafne y Ricardo besándose, en tiendas, en yates, abrazados y solo puedo pensar ¿que hice mal? Siento mis ojos cristalizarse, levanto mi vista a Alejandro y con lo que dice termina de romper mi corazón.

—Ella me ha estado utilizando para sacarme dinero y darle lujos a Ricardo, él no trabaja, Eva, hasta el lugar donde vive fue comprado con mi dinero, lamento decirte esto, pero los regalos que te ha dado también —Instintivamente llevo mi mano a la cadena de oro que me regaló el mes pasado que cuelga de mi cuello —. Lo que le informaste a mi padre ayer sobre el gasto de las cuentas es todo lo que Dafne le compra a él.

—Pero...No sé cómo decirle esto. Yo vi el movimiento en las cuentas y no te informé porque pensé que querías salir de la rutina de los trajes de Artemisa y las joyas eran para ella —Dejo las lágrimas salir, sollozo tapando mi cara con mis manos y siendo como unos brazos me rodean.

—Eva, necesito que me hagas un favor —levanto la mirada y me enfoco en sus ojos —. Casarte conmigo.

¿QUE?