Un acuerdo tentador | I saga tentación +18

•|Capitulo ventiseis |•

Evangeline

Por qué tuvo que interponerse.

Porque alguien querría dispararme.

No tengo enemigos, no le he hecho daño a nadie.

¿Y si ellos ya salieron y querían matarme?

Rápidamente buscó mi celular y marco a Alessio al tercer tono responde.

-Hola Chubi - su voz se escucha cansada, lo más seguro es que no se ha ido del hospital, Alejandro me obligo a venir a casa a poder bañarme y descansar un poco, el estrés y la preocupación no es una buena combinación.

-Lamentó llamarte para esto y más en este momento, pero estaba pensando, que la posibilidad de que los que quisieron matarme fueran ellos es mucha o poca - muerdo mis uñas mientras paseo por la habitación.

-Evangeline no sé qué decirte, no he tenido comunicación con el abogado.

-No tengo enemigos Alessio, solo ellos quieren hacerme daño.

-Créeme que lo se.

-Voy a hablar con Alejandro, quiero saber que está pasando, nos veremos más tarde - cortó la llamada y salgo de la habitación camino al estudio.

La puerta está abierta y Alejandro muy concentrado teclea en el portátil mientras tiene la punta de la lengua pegada al labio superior en gesto de concentración.

-Alejandro - digo para llamar su atención, eleva ya la vista y fija sus ojos en los míos.

- ¿Pasó algo? - pregunto y cerró el portátil.

-Quería hablarte sobre algo, pero si estás ocupado puede ser luego.

-Ven - señaló las sillas frente al escritorio – siéntate.

Tome asiento y mire a mi alrededor, libros cientos de libros adornaban el parecer del estudio.

-Te conté mi pasado, según lo que el abogado le ha informado a Alessio ellos estaban apelando para poder salir, entonces ¿quién más querría hacerme daño? Nadie solo ellos, no tengo enemigos.

-Justamente eso estaba hablando con Luis, lo que más me intrigó fue que pagaron muy buen abogado esta vez, llegue a pensar que alguien pudo a ver estado ayudándolos para salir, no les queda mucho tiempo para salir Eva.

-Lo sé, lo imagine, algún día ellos iban a salir e irían detrás de mí, pero ¿cómo atentaron en la boda si están encerrados? Alguien los está ayudando y ese alguien está fuera Alejandro.

Alejandro levantó la vista y recorrió las paredes del lugar hasta dar con el reloj en la pared.

-Creo que Luis podría tener información - toma el teléfono y empieza a marcar, pone el altavoz y deja el teléfono en su lugar.

-Alejandro, justamente estaba pensando en llamarte - la agradable voz de Luis se escucha por toda la habitación.

- ¿Tienes información?, adelante - Alejandro se pone de pie y se pasea de un lado a otro con las manos detrás de su espalda.

-A los convictos no le quedan más de dos meses en la cárcel, ellos ganaron la apelación, pero no fue muy limpio, tengo mis sospechas de que compraron al juez o al jurado por que revise las pruebas que tienen en contra y eso ni siquiera le permitía apelar, hay manos negras detrás de eso Alejandro.

-Es muy obvio Luis, solo hay que investigar a quien compraron - dice Alejandro, yo me mantengo en silencio escuchando y procesando todo.

Tengo que prepararme mentalmente ellos van a salir y en algún momento vendrán por mí.

-Otra cosa, ellos no habían recibido visita en todos los años que tenían detenidos, pero este año más específico par de meses empezaron a visitarlos con frecuencia.

- ¿Quién los visita?

-Valerie