•|Capitulo doce|•

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Evangeline

Me levanté súper temprano, no quería toparme con Alejandro, anoche luego de lo del baño solo me fui a mi habitación y no hemos vuelto a hablar.


No sé qué pensar luego de su confesión "que siempre me ha deseado" era algo que nunca iba a llegar a pensar, siempre nos limitamos a relación jefe-empleado y fuera del trabajo era la mejor amiga de su hermano. Estoy sentada en la cafetería bobis'caffe esperando a las chicas, los guardaespaldas están afuera, tenemos poco tiempo para planificar una boda.


-Hola Eva - Camill da un beso en mi mejilla y toma asiento.


-Hola raza opresora - Ely imita tu acción.

-Si, hola - Ery pone una libreta sobre la mesa.

-Vallamos al punto, organizaremos la boda nosotras o contratamos a una organizadora - doy un sorbo de chocolate caliente.


- ¿Contratar una organizadora? - Ely se ve confundida - ¿Cuánto dinero tienes?


-Pues Alejandro me dio una tarjeta negra sin límite - buscó la tarjeta que me dio y la pongo en la mesa.


-El hombre con más bancos y hoteles repartidos por todo el maldito mundo, te dio una tarjeta negra sin límite - dice Ery y miramos fijamente la tarjeta.

-Si lo que escucharon - trató de restarle importancia al asunto - ¿Contratamos a alguien? – preguntó.


-Es necesito contratar a una organizadora, nos ahorraremos estar de aquí para allá con decoración y todo eso, solo tendríamos que elegir las cosas y listo - Ely pasa la mano por su flequillo como de costumbre.



-Tengo algo que decirles - estoy nerviosa.


- ¿Que nos dirás? Que te acostaste con Alejandro, eso ya lo sabemos - Ery me mira y levanta las cejas.


- ¿Como es qué?

-Parece que tuviste una pelea con un vampiro amiga y suponiendo que viven juntos era de esperarse - Camill pasa la mano por mi brazo.

-Y cuenta, ¿si le hace honor a su reputación de gigolo?

-Está bien dotado y fue maravilloso, pero ahora no sé cómo darle la cara, rompimos una pauta del contrato - tapó mi cara con mis manos.


-Vamos a ir hablando de esto mientras buscamos una casa de novia, vamos - dejo un par de billetes en la mesa y salimos los guardaespaldas nos siguen a una distancia prudente.


-Cuando terminemos lo que vamos a hacer ahora, irás a la oficina y trabajarás lo que queda del día con normalidad - Camill camina a mi lado derecho, Ery al izquierdo y Ely va a adelante.


-Ella no sabe actuar con normalidad - Ery rueda los ojos.


-Intentaré no hacer nada estupi ... - fui
interrumpida.

- ¡Miren! - Ely señala una tienda de bodas - vamos chicas.



Al entrar nos recibe una amable chica mostrándonos los vestidos, decoración, organización, bufé y todo, dejo a las chicas hablando con ella y merodeó por la tienda y es donde lo veo, en un maniquí.


- ¡Chicas! - gritó y se detienen a mi lado observando el vestido.

-Es majestuoso - Ely da vueltas a su alrededor observándolo, Camill y Ery solo lo observan, nunca han mencionado nada sobre el matrimonio, pero están encantadas con el vestido.


-Por favor muéstreme velos con una corona en el inicio - Ely escribe en su libreta, mientras detalla todo.


-Ely ¿qué planeas? - estoy muerta de la curiosidad y deslumbrada por el vestido.


-Estamos de acuerdo con que este es el vestido ¿cierto? - pregunta y nosotras asentimos.


-Pues vamos a que te lo midas -a chica regresa con velos y ayuda a Ely a desmontar el vestido yo camino al vestidor siendo seguida por las chicas.



Me quito la ropa quedando en ropa interior Ely y la chica de la tienda que ahora sé que se llama Amanda entran y me ayudan a ponérmelo, se siente pesado por el diseño y telas una vez lista salgo.



-Demonios - digo mientras me veo en el espejo de cuerpo completo, las chicas están con los ojos y la boca muy abiertos, Amanda sonríe complacida y camina hacia mí con un velo y coloca la corona en mi cabeza.


-Nos lo quedamos - Ely chilla y da saltitos.


-Amiga te queda muy bien - Camill sonríe.

-Eres una perra hermosa - Ery da palmadas en mi mejilla.


Me quito el vestido y pago por el con la tarjeta que me dio Alejandro la chica me da un papel con la fecha y hora para pasarlo a recoger pues deben mandarlo a lavandería cuando creo que nos iremos Ely dice algo que nunca pensé que saldría de su boca.


-Muéstrenos lencería - está muy sonrojada, está muerta de la vergüenza se le nota.


-Uy Ely a quien verás eh - Camill le hace cosquillas.


-Al fin tanto le rogué a satanás, pensé que morirías jamona - Ery estalla en carcajadas y yo reprimo las mías.


-Estúpidas es para completar y que Eva tenga una noche de bodas movida - aclara mientras sigue a Amanda.


Amanda nos muestra conjuntos de ligueros, babydoll, tangas y no sé qué elegir, nunca lo he usado Ely se acerca a mí con un conjunto de ligueros blancos hermoso y sonríe.


-Lo llevamos - Y es donde me detengo a pensar, que más organizadora que Ely, pero ella no puede encargarse de todo, pero sé que estará muy pendiente a cada detalle.


Luego salimos y al rato me despido de ellas y abordó el auto con los guardaespaldas voy camino a la oficina, ya el tiempo no me da para trabajar, pero quiero llegar y por lo menos ir con Alejandro a casa.



Cuando llegó entro y las personas me miran de arriba a abajo es normal ahora no soy solo una asistente más, soy la prometida del gran jefe miro hacia el recibidor y Kathy no está, continuó con mi camino al ascensor.


Llegó al último piso y me encamino a la oficina de Alejandro, mientras me acerco escucho ruidos y murmullos en la oficina, no pienso las consecuencias de mis actos cuando voy directo y abro la puerta sin tocar, inmediatamente me arrepiento.


Alejandro está sentado en su silla y en el escritorio frente a él está sentada una pelirroja que es del área de redacción con los senos expuestos y abierta de piernas mientras Alejandro tiene sus manos en sus piernas al verme se sorprende y ella solo sonríe con superioridad.


Siento un fuerte dolor en mi pecho y sé que no debería de importarme, no me hubiese importado si anoche no hubiésemos estado juntos, pero pasó y me siento tan estúpida.


-Lamentó molestar jefe - Sierro de un portazo y salgo corriendo.


No voy a llorar, lo qué pasó entre nosotros solo fue sexo, después de todo solo nos ata un contrato.

Un acuerdo tentador | I saga tentación +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora