•|Capitulo cuarenta|•

40.7K 2.8K 104
                                    

Alejandro

Cuarenta y ocho horas dos días tiene Evengeline desaparecida.



Cuando llegué a casa hace dos días encontré a los hombres de seguridad heridos y algunos inconscientes me alarmé y entré corriendo y encontré a la madre y hermana de Evengeline inconscientes en la cocina, llame a la policía y a todos mis contactos, cuando despertaron dijeron que hombre entraron y se llevaron a Eva.



Desde ese momento no he descansado, la casa parece una cede del FBI, Alessio se está volviendo loco porque sabe que ellos están afuera y maldigo la maldita hora que me dejé llevar por la calentura y me acosté con la amiga de mi hermana.



Artemisa no sabe qué hacer, se ha tratado de comunicar con ella, pero no da señales de vida.


Solo dejo un mensaje que me ha dejado la sangre helada.



Pronto estaremos juntos y seremos una hermosa familia.



No he descansado, no he dormido, no e comido y me frustra tener que verle la cara a Esther y más a Yanet que en más de una ocasión entro a mi habitación en ropa interior "por error", quiero que se vallan de aquí y de hoy no pasan en mi casa.



Salgo del baño con una toalla alrededor de mi cintura y una más pequeña secando mi cabello, busco una camiseta y un pantalón de chándal, quito la toalla de mi cuerpo y me pongo un bóxer y subo mi pantalón y termino con la camiseta, cuando estoy a punto de salir la puerta de abre dejando ver a una Yanet en solo una toalla con todo su cuerpo escurriendo agua.



-Espero y seques todo lo que mojes - la ignoro y trato de pasar por su lado, pero deja caer la toalla mostrando su cuerpo desnudo y quedó petrificado, no por su cuerpo si no por su atrevimiento.



Como se atreve, soy el esposo de su hermana, está en mi casa, su hermana está embarazada y desaparecida.



-Recoge tu toalla y lárgate de mi habitación - doy pasos atrás mientras ella da pasos hacia mí.



-Vamos Alejandro, ambos sabemos que necesitas una mujer que te aguante y la mojigata de mi hermana no lo es - dice con burla.


-Yanet sal - digo mirándola fijamente a los
ojos



-No, no, yo debo ser una mujer de sociedad y cuando te folles te darás cuenta que yo merezco ser tu esposa no ella.



No soporto escucharla y la tomo por los hombros y la empujó sacándola de la habitación.




-Si me follas te diré donde está Eva, solo una follada y te entrego a tu amada Eva - sus palabras me dejan helado y parezco la niña del exorcista cuando giro mi cabeza lentamente para mirarla.



- ¿Que acabas de decir? - solo espero que me confirme que ella sabe dónde la tienen.



-Me follas y te digo la dirección - No pierdo tiempo y la tomo por los hombros bajando con ella la escalera.



Patalea y da golpes en mi pecho, pero no me detengo hasta tirarla sobre el sofá de la sala donde todo el mundo me mira confundido.



-Ella sabe - la señaló y Alessio se pone de pie tirando una manta arriba de ella y mirándola fijamente.


-Habla - le dice lentamente y ella niega.


Elizabeth se pone de pie y la toma del cabello sorprendiéndonos a todos.


-Habla maldita zorra - deja a más de uno asombrados porque nunca dice groserías o actúa violentamente.



-Esperen que llegue su cuerpo - dice con burla y Elizabeth aun tomándola del cabello hecha su cabeza hacia atrás y propina dos bofetadas y cuando ella sigue negando cierra su mano y le da dos puñetazos.


-Pero que te pasa - grita Esther bajando las escaleras y Alessio saca una pistola que lleva en su espalda y apunta a la cabeza de Yanet

Esther y Yanet palidecen.


-Hablen - su cara es la de un psicópata en acción con su sonrisa diabólica, recuérdenme nunca hacerlo enojar.



-Ok, baja el arma y te digo - dice Esther y camina lentamente.


Voy por ti amor...

Un acuerdo tentador | I saga tentación +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora