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Evangeline


Despertar en una habitación de hospital con cables pegado a mi cuerpo, no era el escenario que esperaba.


Esperaba ver a Alejandro en nuestra casa en nuestra cama diciéndome que todo era mentira, pero no.



Ya no tenía a mi bebé, me lo arrebataron.

Volvieron a ultrajar mi cuerpo.

Mi madre volvió a venderme.


Las chicas nunca se apartaron de mi lado, pidieron permisos en sus trabajos y Camill aprovecho la licencia para estar.



Alejandro no se despegó ni un segundo de mí, hablo con el consejo y ellos asignaron a alguien temporalmente que se hiciera cargo de todo.



Luego de salir del hospital y llegar a casa me encerré, a penas dormía por que las  pesadillas no me dejaban.



Apenas comía por que el asco y las náuseas no me lo permitían.



Lo peor fue cuando me dijeron que era poco probable que volviera a quedar embarazada por la mala práctica.



Ya ha pasado un año y fue difícil, pero salimos adelante.



Bob y Dylan fueron condenados a cadena perpetua sin derecho a nada.



Valerie fue recluida en un hospital psiquiátrico.


De Esther y Yanet no volvimos a saber.



Alejandro y yo nos dimos una oportunidad y estamos bien, nos hemos refugiado en el trabajo y en pasar tiempo juntos.



En este momento estamos todos reunidos en el patio trasero de nuestra casa, en una barbacoa en la piscina.



Alessio y Camill hablan y sonríen, Erielisa trata de evadir a Diego y Elizabeth a Daniel, al parecer los hermanos están decididos a conquistar a mis amigas.



Mi padre y Agustina están al otro lado de la piscina conversando con los padres de Alejandro.



Mando a Alejandro a buscar a Alessio y a que vallan a hablar con sus primos.


Quiero pasar un rato hablando con mis amigas.



Ellas sonríen aliviadas y se dirigen hacia mí y toman asiento a mi alrededor.


-Te debo una - dice Ery con alivio.


-Debemos amiga debemos - Ely suspira y Camill sonríe.


-Ya que estamos aquí quería que lo supieran por mi - sonríe y pone sobre la mesa un test de embarazo.


Elizabeth, Erielisa y yo nos acercamos al mismo tiempo ocasionando que chocaremos nuestras cabezas y estallemos de risa.


-Estás embarazada - susurró grito y ella sonríe.



-Si, serán tías.



- ¿QUE? - a lo lejos se escucha el grito de Alejandro y dirijo mi vista al grupo de hombres que se abraza y dan saltitos.



-Estoy muy feliz por ti Camill, lo mereces - sonrío y la abrazo.



-Tú también Eva, no pierdas las esperanzas.


Y así pasamos la tarde, bromeando y riendo a lo lejos veo a Alejandro y logró descifrar lo que articula con sus labios Te amo sonrío y se lo devuelvo, él sonríe.



Así quiero pasar el resto de mi vida, sin tener que preocuparme por el pasado, solo siendo feliz, solo sonriendo al lado de las personas que amo.

Un acuerdo tentador | I saga tentación +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora