Un acuerdo tentador | I saga tentación +18

•|Capitulo siete|•

La mansión Edwards nos da la bienvenida, se escucha música en el interior, bajamos del auto, inmediatamente Alejandro llega a mí y toma mi mano, las chicas vienen detrás cuando estamos a punto de ingresar a la casa y una voz nos detiene.

-Alejandro - Dafne está de pie a pocos pasos de nosotros, pareciera que estuviera esperando nuestra llegada, aprieta con fuerza la correa de su bolso y mira al rededor con cara de preocupación, busco a Elizabeth con la mirada tratando de encontrar una solución a esta situación.

-Háblale con calma, puede tener una crisis en cualquier momento -Susurra Elizabeth para Alejandro cuando llega a nuestro lado.

- ¿Que te trae por aquí Dafne? - su voz suena tranquila.

-Me terminas ayer, te digo que estoy embarazada y dices que no es tuyo y para el colmo vienes a comprometerte con esta zorra - me señala y mira con asco - déjate de estupideces y entremos nosotros, que si alguien se va a comprometer contigo soy yo - camina a la puerta, pero la mano de Alejandro la detiene.

-Ahórrate el drama, mañana mismo preséntate en la oficina iremos a hacer una prueba de paternidad, si el bebé es mío me haré cargo, ahora lárgate.

-No dejare que te comprometas con ella - Erielisa me hace señas de que quiere sacarla por los pelos y niego.

-Vete o llamaré a seguridad - Alejandro está perdiendo la paciencia, como último recurso miro a Elizabeth y le hago señas con la cabeza.

-Dafne me permites un momento, soy Elizabeth puedes decirme Ely - es lo último que escucho mientras se aleja poco a poco caminando con ella.

-Es psicóloga y al parecer Dafne está a punto de tener una crisis, ella sabrá manejar la situación - le explicó a Alejandro.

-Me hubieses dejado darle un par de golpes y le quitó su crisis - tratamos de contener la risa ante el comentario de Erielisa .

Vemos a Dafne salir por la belga y Elizabeth viene sonriendo.

-Estás situaciones no son un juego, pudo tener una crisis aquí mismo - nos mira mal – vamos.

Caminamos al interior de casa mientras nos acercamos al salón, veo los ramos de rosas blancas y destello de luces. El salón parece la recepción para una boda, está hermoso, con mesas al rededor, luces en el techo y muchas rosas blancas, esto es obra de Artemisa y la señora Michell, la madre de Alejandro, las chicas se dirigen a la fuente de champán y nosotros a donde los padres de Alejandro, quedo sorprendida con el hombre que los acompaña vestido en un traje azul.

-Padre - él me sonríe mientras me abraza. Miro a Alejandro pidiendo una explicación y me sonríe.

Hace un hace casi dos años no lo veía, la última vez fue cuando vino a mi graduación, lo extrañaba mucho pero no quería volver a ese pueblo.

-Mi hermosa Evangeline - pone la mano en mi mejilla, cierro los ojos y ladeó la cabeza apoyándola en su palma me transmite paz y la tranquilidad que necesito, cuando abro mis ojos es que me percato de que había olvidado que estaba frente a los padres de Alejandro.

-Buenas noches - por como Alejandro me mira sé que estoy sonrojada.

-Oh mi niña mira que hermosa estás - la señora Michell me abraza y disfruto de este abrazo como con todos los que me ha dado al pasar de los años, conocí a Alessio cuando tenía quince años, estaba buscando trabajo y me topé con el club que recién había puesto con ayuda de su padre, no quiso darme trabajo por ser menor hasta que le explique que era abusada, me contó que vivía en la cima del pueblo en el área  de los ricos y que necesitaba una accesoria y podría pagarme muy bien sin meterse en problemas, desde ese momento iba mucho a su casa cuando salía del instituto, la señora Michell me ha tratado como una hija más y en ella encontré ese amor maternal que necesitaba. Le agradezco al universo por ponerme a personas tan cariñosas en el camino.

-Usted no se queda atrás señora Michell.

-Ningún señora, desde que llegaste a casa con Alessio esa tarde te he dicho que me llames Michell y ahora que serás oficialmente de la familia puedes hacerlo con más confianza, o Michi si te parece mejor - vuelvo abrazarla y siento sus brazos alrededor de mi cintura, es de baja estatura muy parecida a Alejandro con su cabello castaño y ojos azules.

-Es un placer verte Eva - André el padre de Alejandro me da un pequeño abrazo y siento que jalan mis orejas, eso es manía de Alessio.

-Como es que te conozco primero y terminas comprometida con mi hermano - luego de abrazarme cruza los brazos fingiendo estar molesto.

-Porque cuando me conociste, sentiste la necesidad de protegerme, no de tener algo conmigo - sonríe tanto que parece el gato de Alicia en el país de las maravillas.

-Te quiero Chubi - esta vez se la dejare pasar.

-Y yo a ti Spiderman - le puse ese apodo porque intento escalar un albor y termino enredado entre las ramas y cuando iba a caer su pantalón quedo enganchado de una rama y tenía la misma pose de Spiderman. Luego de platicar unos cuantos minutos me alejo con papá de la mano.

- ¿Dónde está Agustina papá? - me extraña no verlo con su mujer, son casi inseparables.

-Tuvo turno doble te manda saludos y disculpas - lo entiendo, ella es enfermera al igual que Camill.

-Me le das saludos papá ¿cómo has estado?

-E estado bien cariño ¿y tú?

-Estoy ... bueno estoy feliz - No voy a permitir que los recuerdos dañen esta noche.

-Está bien cariño, ve con tus amigas que se van a beber toda la fuente - sé que se siente culpable, se culpa por no darse cuenta, por no estar, pero él no tiene la culpa, la culpa la tiene Esther.

Camino a donde las chicas cuando estoy a punto de llegar Alessio me toman de la mano y me lleva al jardín.

- ¿Qué pasa? - buscamos una banca y nos sentamos

-Se que es un contrato Chubi, no me alegra, pero con lo que te voy a contar creo que necesitarás de la protección de Alejandro - está preocupado.

-No entiendo ¿a qué te refieres?

-Van a salir, ellos van a salir - se repente siento una presión en mi pecho y mis ojos cristalizarse.

-No Alessio, me van a matar, van a venir por mí, lo prometieron, que cuando salieran iban a acabar conmigo y todo lo que me rodee - siento sus brazos envolverme.

-Te voy a proteger como lo hice hace años, habla con Alejandro, sé que no es fácil, pero necesitamos del Chubi - acaricia mi cabello, es verdad, debo hablar con Alejandro, él podría tener la solución.

-Voy a invitar a salir a Camill - no se si trata de distraerme o lo dice enserio.

-Alessio la trataste muy mal, no sé si ella quiera algo serio contigo ahora - soy sincera nunca nos hemos mentido.

Se queda en silencio, minutos después volvemos a la fiesta y al parecer Alejandro me estaba buscando.

-Vamos Eva, voy a decir unas palabras - me toma de la mano y caminamos al salón.