•|Capitulo trentaiseis|•

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Wattpad me está dando problemas, antes de este capítulo hay otro, que es el 35, este es el 36, ir a leer el otro y luego venir aquí, besos 😘
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Evengeline

El tiempo a pasado desde que Camill nos jugó la broma de la pérdida de memoria justamente tres meses, ya tengo una gran barriga de 21 semanas, todos me miran extraños en la oficina, pero con el tiempo aprendí a no dar importancia a la opinión de los demás.



Luego de ver las fotos y hablar con Alejandro hemos decidido llevar las cosas en paz, pero no hemos vuelto a tratarnos como pareja, él me busca, pero no puedo ceder, no lo haré.


El compro una casa o más bien una mansión, pero no tan ostentosa como la de sus padres, él me conoce, sabe que no me gustan los lujos.



Tiene seis habitaciones aparte de dos habitaciones principales, una para Alejandro y otra para mí, ocho baños y dos habitaciones más para los empleados en la planta baja, en la parte atrás de la casa un poco más alejada hay una pequeña casa con cuatro habitaciones con baños para los empleados y guarda espaldas cuando cambian de turno puedan descansar.



La casa está rodeada de hombres que resguardan los muros y rondan por el jardín.



Hace dos semanas ellos salieron de la cárcel y desde entonces, tengo chofer y un auto que va adentre y otro detrás, dejando el que me transporta en el medio, me queje, pero Alejandro insistió, las chicas también tienen un auto con seguridad y mi padre también.



Esther y Yanet no creo que tengan problemas, según supe ellas los visitaban también, así que no creo que ellas tengan problemas.



Estoy en la cocina esperando que Jazmín una de las empleadas me termine un batido que me antoje, cuando entra Carolina una señora de baja estatura, ella y su esposo se encargan de la administración de toda la casa.



-Señorita Eva, una señora la busca dice que es su madre – dice.



- ¿Es rubia de ojos verdes? - pregunto y asiente.


¿Que hace Esther en mi casa?


Camino a la sala y ella está sentada en el sofá admirando el cuadro de la boda que está sobre la chimenea.


- ¿Qué haces aquí? - pregunto y le hago señas con las manos a Carolina para que nos deje solas.


-No puedo visitar a mi hija - pregunta con fingida inocencia.



-Cuando abandonas a tu hija a su suerte, pues no - me siento en el sofá que está frente a ella y su mirada cae en mi vientre.



- Quien lo diría, tuviste que embarazarte para obligarlo a casarse contigo.



-No tengo tiempo para tus acusaciones, ¿Dime Esther, que quieres?



-Tu hermana y yo necesitamos de tu ayuda, no tenemos donde quedarnos, nos iremos de la ciudad unos días, pero necesitamos alojo mientras tanto.


- ¿Y qué te hace pensar que te ayudaré luego de todo lo que tuve que pasar por tu culpa?


-Solo serán unos días Evengeline ¿Que podrías perder?



Si las ayudo les demostraré que no les tengo rencor y que no soy igual a ellas de todos modos son unos días ¿que podría salir mal?

Un acuerdo tentador | I saga tentación +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora