Un acuerdo tentador | I saga tentación +18

•|Capitulo venticuatro|•

Evangeline

Es hora esas palabras erizan mi piel, pero la sonrisa de mi padre logra darme paz.

Estamos de pie en la parte trasera de la mansión, solo faltan minutos para que la música comience a sonar anunciando mi entrada. Papá toma mis manos mientras me mira con sus ojos cristalinos.

-Si no estás segura este es el momento de decirlo, deje el auto en la entrada y si decides escapar nos iremos y te ayudaré a empezar tu propia pastelería - Una lágrima traicionera rueda por mi mejilla y la limpia con su pulgar.

-Estoy segura papa, sé que esto no es convencional, pero debo darme la oportunidad de ser feliz, de superar el pasado, de dejar de temer y creer que todos me harán daño, la vida me está dando una oportunidad de ser feliz y la voy a tomar.

El sonido de un piano inunda el lugar, Elizabet si presto atención a cuando estábamos en la universidad y una tarde ella propuso un juego de escribir como sería nuestra boda, en la mía escribí justamente todo lo que ella ha organizado y el sonido del piano es muestra de que no omitió ningún detalle.

Papá me ofrece su brazo mientras sonríe, respiro profundo y lo tomo, caminamos al jardín, estoy nerviosa, pero de todas formas sonrío y mi sonrisa se ensancha a ver las sillas hermosamente decoradas y siendo ocupadas por las personas importantes en mi vida.

Dirigí mi vista al altar y ahí está el, vestido con un traje negro a la medida, su cabello peinado hacia atrás, su rostro afeitado y con una hermosa sonrisa, a su lado esta Alessio, Luis el abogado de la empresa que es un buen amigo y su primo Diego, del lado que voy a ocupar están las chicas esperando, sus vestidos son iguales y no puedo creer que no me lo mostraran.

Cuando estamos frente al altar Alejandro baja dos escalones a recibirme.

-Es lo más importante que tengo en esta vida, es un tesoro que espero y sepas valorar, por que ten algo claro, se usar un arma - se escucha las carcajadas de las personas, pero Alejandro y yo sabemos que no es broma.

Alejandro se limita a sonreír y tomar mi mano y me ayuda a subir y ponerme a su lado frente al padre que oficiara la ceremonia.

-Estás hermosa Evangeline, pareces una reina y no somos dignos de tu presencia - susurra solo para nosotros y no puedo evitar sonrojarme.

-Queridos hermanos, estamos hoy aquí para unir dos almas, dos corazones, dos personas que luego serán uno mismo - el padre empieza la ceremonia, da el discurso correspondiente, lee la biblia y luego nos indica que digamos nuestros votos.

-Eres tan hermosa que deberías mostrar menos tu tristeza y más tu sonrisa, eres hermosa por la capacidad de hacer que otras personas sonrían, incluso si estás triste, no necesitas adornos así con tu caos y tu cabello desordenado eres hermosa, tus pechos de tamaño pequeños o grandes, tu alta o baja estatura de tu notable locura, eres bonita con todo y tu amargura, con tu inquietante mirada, con tu inestable figura.... Eres hermosa no por algo tan temporal como tu aspecto, eres hermosa en el fondo de tu alma, te amo y prometo amarte de la manera que mereces - Para cuando Alejandro termina ellas lágrimas siguen rodando por mis mejillas, sonrío y tomo respiraciones profundas.

-No puedo decir que lo que siento por ti es amor, porque no creo que lo que siento tenga etiqueta, me estaba negando a admitir que te amo pero ya en este punto no tiene importancia negarlo, has dado luz a mi vida y no te preocupes si un día me vez triste, todos atravesamos faces de vacíos para estar llenos nuevamente, quiero caminar a tu lado todos los días de mi vida - al parecer no había niños que entregaran los anillos pues el padre tiene una pequeña almohada con los anillos, Alejandro toma mi mano.

-Yo Alejandro Edwards te acepto a ti Evangeline William como mi esposa para amarte, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y pobreza, cuidarte y atesorarte todos los días de mi vida - coloca el anillo en mi dedo anular.

-Yo Evangeline William te acepto a ti Alejandro Edwards como mi esposo, para amarte y respetarte, serte fiel y ser tu ayuda idónea, prometo estar a tu lado en las malas y las peores pues en las buenas están todos, prometo cuidarte y atesorarte todos los días de mi vida - coloco el anillo en su dedo y nos giramos para quedar frente al padre.

-Los declaró marido y mujer, puede besar a la no...- Se escucha un disparo y se desata el caos.