•|Capitulo cinco|•

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Evangeline

- ¡¿QUE VAS A QUE?!- Elizabeth está a punto de tener un colapso, ahora que lo pienso bien, no sé por qué firme y acepté ese acuerdo, pero me resultó tentador, por una vez en la vida quise hacer las cosas sin pensarlas tanto.


-Qué se va a casar amiga y con él papasito de su jefe - Dice Camill llevando la cerveza a su boca.

Hace una hora salí de la casa de Alejandro, en el camino le hable con Alessio comunicándole las cosas y a las chicas para juntarnos, cuando les conté todo lo que Alejandro dijo Elizabeth casi se desmaya, Camill recalcó que tendría tremendo semental a disposición y Erielisa  dijo que los millones recompensarían cualquier malestar, si mis amigas están locas.


-Vuelvo y digo, que los millones son lo importante, amiga serás una de las mujeres más adineradas del mundo, sabes dónde nos deja eso - Mira a las chicas y luego a mi- como las amigas de una de las mujeres más ricas del mundo, piensen, nadie nos dirá que no.



No es que somos interesadas, pero hemos tenido que trabajar mucho para llegar a donde estamos un poco de comodidad y descanso no le cae mal a nadie. Todas hemos tratado de seguir nuestro sueño, pero por no tener familias adineradas solo logramos un cincuenta por ciento.


Nos graduamos al mismo tiempo, Camill tiene un doctorado y trabaja en la sala de emergencias en el hospital general de la ciudad, Erielisa tiene dos títulos uno en literatura y otro en redacción y trabaja como asistente en una editorial, Elizabeth es psicóloga y trabaja como orientadora en una pequeña escuela. Ahora que lo pienso luego del contrato tendremos estatus, cuando salgamos en las fotos sea en un almuerzo con Alejandro o lo que sea nos van a reconocer.


-Erielisa tiene razón, Camill podrás ser la doctora general del hospital o podemos hablar con Alejandro y patrocinar tu propio hospital, Erielisa  podría tener su editorial y tu Elizabeth creo que Alejandro necesita terapia - nos reímos a carcajadas - y podré sacar a papá de ese maldito pueblo.


-Entonces Ricardo es un perro infiel - Dice Elizabeth, creo que las cervezas le están haciendo efecto.

-Si, me fue infiel con la novia del jefe.

-Fue lo mejor, ahora tendrás a ese papasito para ti - Camill tiene un crush raro con Alejandro.

-No olvides los millones -Erielisa  me pellizca las mejillas como abuelita. Luego de un rato nos ponemos a bailar.


Ver a mis amigas bailar y brincar es algo que me hacía falta, siempre hemos sido nosotras y pensar que éramos las que siempre peleaban en el instituto.

Luego de cuatro horas de una mezcla de vodka y cerveza creo que ya no estamos en nuestros cinco sentidos, Elizabeth está bailando con un chico casi parece que tiene sexo con ropa, Camill se besa con él seguridad que la bajo de la mesa, Erielisa  bueno Erielisa  está en una situación complicada, se está besando con un chico mientras restriega el culo a otro.


Yo aprovecho la distracción que Camill ha sido para él seguridad y me subo a la barra.

Se escucha a los chicos aclamar que baile y me pongo en acción les doy la espalda y muevo las caderas, agarro mi pelo y luego lo suelto, paso las manos por la silueta de mi cuerpo mientras me muevo sensual cuando estoy a punto de subir un poco el vestido siento unos brazos jalar de mí, río porque pienso que es él seguridad hasta que ponen mis pies en el piso y ¡QUE HACE ALEJANDRO AQUÍ! Carajo se le ve muy enojado, jala de mi brazo a la salida del bar y pienso en mis amigas.

- ¡NO VOY A DEJAR A MIS AMIGAS! - Se da la vuelta y me mira furioso.

- ¡Donde están! - grita sobre la música y señaló a mis amigas que ahora se restriegan entre ellas.

- ¡No te muevas de aquí Evangeline - Va hacia ellas y cuando Camill lo ve chilla emocionada y camina más que dispuesta!
Cuando estamos fuera del bar, en frente está el jeep de Alejandro que está rodeado de hombres de negro y un muy sonriente Alessio nos mira, no pierdo tiempo y voy hacia él y lo abrazo, hace una semana no lo veía, tuvo que viajar por negocios.


-Me voy una semana y ya estás de borracha y comprometida eh - No aguantó las carcajadas y el tampoco, sus ojos avellanos me miran con diversión.

-Anda no seas así, ya Alejandro nos interrumpió la diversión, no me sermonees - Nos subimos al jeep y Alejandro arranca.

-Chubi soy el dueño de todos los clubes de esta ciudad, mis encargados te conocen y desde que entraste me llamaron - agarra un mechón de mi cabello jugando con el - solo no pensé que te pusieras borracha.

-Como me vuelvas a decir chubi te golpeo las bolas.

-No lo harás chubi, quieres sobrinos - en eso le doy la razón.


-Alejandro déjanos en mi casa por favor.

-Tu a mí no me mandas eh - me mira por el retrovisor y le  saco la lengua.


- Esta tarde leí una frase, Vive de manera que puedas mirar fijamente a los ojos de cualquiera y mandarlo al diablo, así que vete al diablo Alejandro Edwards - Lo reto con la mirada.


- ¿Acabas de citar a Henry-Luis Mencken? - Dice Ely, recostada de la ventana, no sé cómo aun estando borracha recuerda este tipo de cosas.

-No recordaba el escritor amiga, gracias - le sonrió y minutos después el jeep se detiene

-Nos vemos en la oficina Eva, Alessio acompáñalas a la casa y quedas a cargo - es lo último que dice, bajamos del jeep y vamos camino a casa.

Alessio ataja a Camill antes de que caiga mientras subimos los escalones, Erielisa  y Elizabeth se atajan ellas mismas y yo no estoy tan pasada  de copas, Alejandro es un exagerado.

Dentro del departamento Erielisa y Elizabeth van a saquear mi refrigerador y ¿Dónde está Camill? doy la vuelta y Camill y Alessio están dando un show porno en la puerta, voy rápido a la cocina y le hago señas a las chicas para que vengan, voy de puntitas y nos quedamos mirándolos.

-Y los hoteles están demás - ríe Ery haciendo que se sobresalten y separen.

-Si con ropa no se podía tener sexo, ellos acaban de demostrar lo contrario.


-Vamos chicas, démosle privacidad - las empujo devuelta a la cocina.

- ¡No hubieras interrumpido en primer lugar men! - al parecer Alessio la calló.

Luego de comer algo le indico a las chicas que duerman en la habitación de invitados y voy a la mía, solo logro quitar los tacones, caigo rendida en la cama.

Un acuerdo tentador | I saga tentación +18 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora