Traitors |Larry Stylinson|

Capítulo 9.

Louis realmente no quería admitir que Harry estaba influenciando un poco sus decisiones, pero sabía que era así.

Ahora estaban ambos ahí aprovechando la oscuridad de la noche, el ojiazul había llevado su arco y Harry estaba expectante ante esa gran arma, había intentado tomarla y tocarla un par de veces, pero se había llevado fuertes golpes por parte de Louis, así que había desistido.

—¿Realmente tienes buena puntería o me mentiste?— Louis no le toma atención y era gracias a que ya se había acostumbrado a las estupideces que decía el ojiverde.

—No tengo porqué mentirte.

—Ajá.

Harry se sienta en el suelo terroso y de uno de los bolsillos de su chaqueta negra saca una paleta, pone toda su atención en desenvolver el dulce, pero el papel estaba ultra apretado así que le toma más tiempo de lo esperado.

Louis tensa su mandíbula ante el ruido del papel y deja de mirar a través de la mira, voltea a mirar a Harry el cual finalmente rompe la envoltura y se lleva el dulce a la boca.

El ojiverde levanta la mirada y mira a Louis sin entender.

—¿Por qué me miras así?

—Cállate.

Harry rueda sus ojos y ahueca sus mejillas para chupar el dulce.

—¿Entonces de verdad esas flechas atravesarán el cristal?

—Sí.

—Se verá bárbaro verlo con una flecha atravesándole el pecho, ¿podemos tomarle una foto para el recuerdo?

Louis en ese momento ya no sabía si Harry estaba preguntando de verdad o solo quería molestarlo, nunca se sabría si el ojiverde diría algo en broma o no, era todo un caso.

—No seas idiota.

Louis vuelve a mirar el piso del hotel en donde se estaba quedando su encargo y cuando lo ve cruzarse por el gran ventanal con su teléfono en mano, dispara.

La flecha impacta contra el cristal creando un fuerte ruido y seguido se clava en el pecho Roman Monell.

Y como si no fuera suficiente el castaño le muestra un control a Harry y lo aprieta, el rizado por primera vez se sorprende ante lo que habían visto sus ojos.

La flecha explotó.

Mierda, Louis explotó a una persona.

—Wow— Harry se inclina hacia adelante y mastica el dulce en su boca, estaba impresionado— eso si que es arriesgarse a lo grande.

Las sirenas de los carros oficiales se escuchan bastante cerca y ambos chicos deciden que es hora de irse, al ojiverde le encantaba la persecución, pero sabía que Louis no se arriesgaría tanto, así que lo sigue de cerca mientras tenía una sonrisa en sus labios.

Realmente necesitaba un arma así de peligrosa.

¿Existirían cuchillos con explosivos adentro? Si realmente existían él sin dudarlo intentaría comprarlos todos.

Louis comienza a correr por las oscuras calles de Londres y Harry venía detrás de el celebrando a lo grande.

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—¿Cómo te sentiste al usar tu arco?

Ambos ya se encontraban en su fuerte, estaban recién duchados y habían calentado comida en el microondas.

—Bien.

—Eso es genial, ¿dónde conseguiste esas flechas?

Louis termina de masticar bien la comida antes de querer responder, pero la verdad es que le encantaba hacer esperar a Harry, así que a penas termina de comer toma su vaso con agua y se lo lleva a los labios.

El ojiverde al notar lo que estaba haciendo a Louis le hace una mala cara.

—Las hice junto a mi padre.

—Oh, pensé que las habías comprado en algún lugar.

—¿Por qué la pregunta?

—Me gustaría tener un cuchillo así.

Louis no le toma la atención debida y vuelve a llevarse un bocado a la boca, no le interesaba realmente lo que decía Harry, sólo quería terminar su comida e irse a dormir.

El ojiverde decide mantenerse en silencio, termina de comer rápido y levanta el plato de la mesa junto al vaso que había utilizado.

Se da el tiempo de lavarlos y luego secarlos con un paño de cocina, los guarda en la alacena y avanza hacia su computador.

Lo enciende y solo espera un poco antes de comenzar a trabajar en él, Louis realmente no sabía que era lo que hacia el ojiverde ahí, pero su tiempo libre siempre lo ocupaba en escribir algo.

—¿Qué haces ahí?

—¿Qué te importa?

Louis rueda sus ojos y vuelve a llevarse el vaso con agua a la boca terminando el contenido de un trago, bueno, claramente había hecho enojar a Harry.

—¿Herí tus sentimientos?

—¿Qué te hace creer que tú puedes herirme?

El ojiazul baja otra vez su vaso y sin pensarlo dos veces lanza este hacia a Harry, este se agacha a tiempo pero de vuelta le lanza un cuchillo que casi rozó la mejilla del ojiazul.

En algún momento eso iba a pasar, eran una bomba de tiempo en un espacio reducido.

Ambos se miran de forma desafiante y se levantan de sus lugares.

—¿Quieres adelantar la final?—la burla se puede notar en la voz de Harry y Louis no puede odiarlo más en ese momento— yo no tengo problema.

Louis toma un profundo respiro y cierra sus ojos momentáneamente, sólo bastó no observar a Harry por un par de segundos para que este tomara ventaja.

Cruza la sala rápidamente y toma a Louis por la camiseta, lo empuja contra la pared detrás de el castaño y lo mira fijamente a los ojos.

Louis no se sentía amenazado, para nada.

Pero para ser verdad si esperaba un golpe de Harry, así que se prepara mentalmente para que este no le doliera.

Ya saben, el dolor es mental.

Harry tensa el agarre y comienza a respirar fuerte, mierda.

Louis frunce su ceño al ver que nada ocurría.

—¿Qué mier...?

Se ve interrumpido por los labios del rizado, el ojiazul abre sus ojos sorprendido, jamás se había esperado eso por parte de él y por eso mismo se demora en reaccionar.

Lo empuja lejos de su cuerpo y el ojiverde se veía aturdido.

Ambos habían quedado sorprendidos.

No había sido más que presión contra los labios del otro, pero aun así el castaño podía sentir un hormigueo sobre estos, había sido... Extraño.

—Lo siento—es lo único que dice Harry y se acerca otra vez, pero no para besarle, si no para sacar el cuchillo que había quedado clavado en la pared de madera a un costado del ojiazul.

Da media vuelta, vuelve a su computador y lo apaga.

No vuelve a mirar a Louis, simplemente pasa por su lado y se encierra en su habitación.

El castaño se queda ahí, en medio de la sala de estar con una rara sensación en la boca de su estómago, no sabía porqué Harry había hecho eso, pero parecía que él tampoco sabía el motivo.

Se veía igual de sorprendido que el.

Louis frunce su ceño y lleva la punta de sus dedos a sus labios, los acaricia con suavidad y suelta un suspiro.

¿Qué rayos...?