Capítulo 29.

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Había pasado una semana desde que habían llegado esos desconocidos que ya no eran tan desconocidos.

Harry se había llevado bien con Liam después de todo, ambos entrenaban bastante tiempo juntos y eso les servía un montón a ambos, el ojicafé tenía mucha fuerza en sus brazos y sus golpes eran demoledores, pero Harry lo golpeaba con brutalidad y rapidez, así que la mayoría del tiempo estaban bastante parejos.

Louis le estaba ayudando con la puntería a Zayn, el pelinegro la mayoría del tiempo se encontraría fuera del peligro y al estar lejos, les podría ayuda como vigía, si aprendía a usar correctamente el arco y flecha, tendrían un arquero sorprendente.

Y Niall, era el que se pasaba sentado en el pórtico trabajando en su computador mientras los demás entrenaban, había encontrado varia información que podría servirles, pero nada era lo suficientemente jugoso como para poder causar un impacto, así que trabajaba día y noche sin parar hasta que realmente pudiera encontrar algo que les sirviera.

—Tus golpes son muy lentos, me puedo quedar dormido durante cinco segundos esperando a que tu puño me golpee la cara— Louis mira hacia la dirección de Harry cuando lo escucha decir eso, el ojiverde había tomado como blanco de bromas a Liam y le encantaba hacerlo enfurecer, aunque bueno, la mayoría del tiempo recibía un golpe a cambio de eso.

—Cállate— el ojiverde rueda sus ojos y aparta la mirada hacia a Louis, un puchero se forma en sus labios, extrañaba tenerlo cerca.

Extrañaba entrenar con el, hacerlo molestar, besarle sin que se lo esperara, pero últimamente durante el día se las pasaban entrenando y durante la noche estaban tan cansados que inmediatamente se quedaban dormidos.

Un golpe lo toma de imprevisto y casi se va de espaldas, escucha la exclamación de Zayn junto a la de Niall.

El ojiverde lleva sus manos a su boca y escupe un poco de sangre, Liam le había reventado el labio inferior con un solo puñetazo.

—Lección número uno; nunca pierdas la concentración.

Harry suelta un suspiro y decide no hacer nada, de pronto el golpe no le había dolido tanto, así que decide asentir hacia a Liam y caminar fuera del patio trasero.

Iría a curarse esa herida.

Louis lo sigue con la mirada y frunce ligeramente su ceño ante la actitud de Harry, esperaba que le devolviera el golpe a Liam como siempre solía hacerlo, pero esa vez era diferente.

—Iré a verlo— murmura hacia a Zayn y trota detrás de Harry.

—¿Problemas en el paraíso?— el pelinegro se encoge de hombros ante la pregunta de Liam, la verdad es que no tenía idea.

—Creo que Harry extraña pasar más tiempo con Louis— el ojiceleste comenta en voz alta mientras mantenía su mirada aun en el computador, alza esta un par de segundos y se encoge de hombros ante las caras de confusión que tenían sus amigos— soy bastante observador.

—Uh.

Louis había seguido a Harry hasta el interior de la cabaña, y lo encuentra en el baño limpiándose el labio inferior que no paraba de sangrar.

—Se te va a formar un moretón, tendrás que ponerte frío local— el rizado lo mira a través del espejo y asiente.

—Lo sé.

El silencio vuelve a predominar en el lugar, lo único que se escuchaba era la llave del agua.

—¿Sucede algo?

Harry respira hondo, tenía muchas palabras que expresar, pero en ese momento le dolía tanto el labio inferior que prefería no hablar.

—Estoy bien.

Louis no le creía.

El ojiazul mira sobre su hombro hacia la salida de la cabaña y se debate si la mejor opción era irse para seguir entrenando o acompañar a Harry.

El ojiverde no se veía de muy buen humor en ese momento y no quería alterarlo con su presencia, por primera vez Louis estaba bastante equivocado respecto a su intuición.

Cuando da un par de pasos hacia atrás, dispuesto a irse, Harry reacciona de inmediato, a pesar del dolor en su labio inferior no podía mantenerse más tiempo callado.

—¿Te vas a ir?

—¿No es eso lo qué quieres?— la forma en la que el ojiverde mira al castaño le hace entender que realmente se había equivocado.

—Lo único que quiero es pasar más tiempo contigo y pareces no entenderlo.

—Harry, no soy adivino, no sé descifrarte—  el rizado se da por vencido, por lo menos ahora Louis sabía que no quería que se fuera, ahora la decisión debía tomarla él.

—Está bien— murmura de forma baja y sale del baño después de cerrar la llave, camina hacia la cocina y saca un par de hielos del refrigerador para luego envolverlos en un paño limpio.

Se quedaría en el sillón mientras veía alguna serie o algo por el estilo, no quería seguir entrenando por lo que restaba del día.

Louis muerde su labio inferior, era la primera discusión que tenía en serio con Harry, y ahora que lo pensaba bien, realmente había pasado menos tiempo junto al ojiverde, a pesar de que vivieran bajo el mismo techo.

Con una mirada de cachorro se sienta al lado de Harry y espera que este lo acepte ahí, el ojiverde no lo mira, y eso, le duele un poco.

Finalmente el ojiazul se apega más al cuerpo del rizado y pasa uno de sus brazos por detrás de su espalda y lo apega a su costado.

—Si pones tu cabeza en mi regazo podré hacerte cariño en el cabello— Harry sonríe ante la idea, le gustaba que Louis le tocara el cabello, lo tranquilizaba, era una de sus debilidades sin duda.

—Eso es soborno.

—Hazlo solo si quieres— Harry suelta un suspiro y se acomoda para apoyar su cabeza en el regazo de Louis, su mirada se pone sobre el programa de televisión, pero luego sus ojos de todas formas se cierran ante las suaves caricias de Louis.

—Debiste devolverle el golpe— Harry ríe al escucharlo— en algún momento lo golpearé por haberte lastimado.

—Me tomó desprevenido.

—Porque me estabas mirando.

—Sí.

Louis sonríe ante eso y desliza sus caricias hacia la mejilla de Harry, lo amaba.

Amaba al chico que estaba en ese momento con él y todo lo que estuvo haciendo durante esa semana no solo lo hacia para salvarse a sí mismo, si no también a él.

—Tengo una sorpresa para ti, quizás te la daré mañana.

Harry se sorprende ante eso, se ponía ansioso, y estaría todo lo que quedaba del día tratando de adivinar que era.

—Eres cruel.

—Pero aún así me quieres.

No.

—Sí.

Harry no lo quería, Harry lo amaba.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora