Capítulo 37.

486 81 13
                                    

—Louis, creo que eso es todo— Liam murmura y tacha la última palabra de la lista.

—Genial— comenta el ojiazul y finalmente cierra el maletero del vehículo— ya saben el punto de encuentro si las cosas se ponen difíciles.

Todos asienten ante eso, se habían preparado mejor que antes, por lo menos ahora sabían exactamente a qué y a quiénes se enfrentarían.

—¿Está todo bien con Kas?

—Sí nos dejará entrar, luego nosotros tenemos que salir antes de que llegue el FBI.

No recibe respuesta, a cambio de eso, todos se suben al vehículo, el día había llegado, Louis se sentía un poco ansioso.

Llevaba unos pantalones negro militares, en ellos llevaba granadas y pequeños cuchillos para dárselos a Harry, traía un cinturón en donde llevaba más cuchillos y una Glock 18 extra, una camiseta negra adornaba su pecho y arriba de esta traía un chaleco antibalas.

Botas militares con punta de fierro estaban firmemente puestos sobre sus pies, iba más que preparado, colgaría un bolso en su hombro a penas pudiera en donde llevaría los mismos implementos para Harry, no quería que saliera más lastimado de lo que estaba.

—¿Están listos?

—Sí.

Sin más el vehículo se pone en marcha. 

|#|

Kas se paseaba de un lado al otro dentro de la habitación, Harry lo observaba con aburrimiento mientras bebía una botella de agua.

—Deja de moverte o te golpearé— a penas dice eso una pequeña sonrisa se forma en sus labios, había sonado igual que Louis.

—Le entregaré las llaves a Louis para que te libere, están por llegar.

El rizado asiente ante lo que estaba escuchando, no tenía idea de como sería el plan porque no se lo habían contado a Kas, pero intentaría adherirse de la mejor manera posible a el.

—Recuerden irse antes de que llegue el FBI, que no los atrapen, me pondré en contacto con ustedes tres días después cuando todo esté más calmado.

—¿Por qué estás así de nervioso? ¿acaso es tu primera misión?— Harry lo había dicho como broma, pero cuando no ve al chico reír cae en cuenta de que así era— oh.

—Llevo años trabajando, pero jamás acepté alguna de las misiones que me propusieron, quería algo más grande y aquí estoy.

—Pero que idiota, todos empezamos por algo pequeño antes de ir a lo grande, nadie se lanza de esa forma a la boca de un tiburón,

—Cállate, soy algo especial.

—Ya me di cuenta de eso, fíjate.

Ambos se mantienen en silencio y luego comienzan a reír, de todas formas les serviría para liberar tensión.

—Gracias por haberme ayudado, sé que lo hiciste por la extorsión y el trato que tenías con Louis, pero aun así gracias.

—No agradezcas, eres el único con el que he cruzado más de dos frases enteras aquí, contigo descubrí que los sicarios si tienen sentimientos.

Quizás había sido una broma, pero Harry se había sentido un poco atacado.

—No nos juzgues, desde niños nos criaron así, no teníamos opción, si hubiera tenido la oportunidad hubiera elegido sin dudar otro destino.

—Y ahora sabiendo todo lo que pasaste por tener esta vida, ¿cambiarías algo?

—No.

Kas sabía perfectamente porqué no cambiaría nada.

—Realmente lo amas, ¿no es así?

Harry se mantiene en silencio, sin decir su nombre sabía de quién estaba hablando y si no fuera así, solo un nombre se le venía a la cabeza ante la palabra “amor.”

—Sí.

—Dejaré sus vidas en orden para que puedan hacer todo lo que siempre quisieron, ahora mismo te considero un amigo, siéntete afortunado porque te cubriré las espaldas.

Harry ríe y se encoge de hombros, quién diría que él, un sicario despiadado había hecho una amistad con un agente del FBI, la vida daba muchas vueltas.

—¿Crees que yo hubiera servido para ser un agente del FBI?

—Claro que sí, diría que uno de los mejores.

—Genial...— murmura en voz baja el rizado y cuando no escucha respuesta por parte de Kas levanta la mirada.

El chico se había quedado en silencio mientras veía la hora en su reloj.

—Llegó la hora, sabrás de mi en tres días más, cuídate H.

—Tu igual compañero, suerte.

Kas sale de la habitación, en cambio Harry se remueve ansioso en la silla, juguetea con sus dedos y tararea en voz baja, en un par de minutos vería a Louis y su corazón se aceleraba ante el solo hecho de pensarlo.

Es que realmente lo había extrañado tanto, esperaba tener el tiempo suficiente aunque sea para poder abrazarlo, necesitaba asegurarse de que verdad estaría ahí y que no era una de las tantas alucinaciones como las que había tenido anteriormente.

Escucha disparos en el pasillo de afuera junto a el sonido en seco de cuerpos cayendo, el suyo tiembla de anticipación.

La puerta frente a el se abre y cuando sus ojos se encuentran con los de Louis se siente en otro lugar, el mundo se detiene por un par de segundos.

El castaño sonríe ampliamente y cierra la puerta detrás de él, quita el bolso de su hombro y baja su arma para ponerla sobre la mesa del lugar. Harry también se levanta, pero se ve detenido por las cadenas en sus tobillos y manos.

Louis saca las llaves de uno de los bolsillos de sus pantalones y se acerca a Harry, lo libera primero de las manos y luego de sus tobillos, el ojiverde lo primero que hace es estirar su cuerpo, siente sus huesos crujir ante el repentino movimiento.

Louis se mantiene paciente y en ese breve tiempo se permite analizar al ojiverde, su pecho se oprime al ver las distintas marcas sobre su piel, podía ver una quemadura en su mandíbula, cortes en sus muñecas, golpes repartidos por todo su rostro y no quería ni imaginar como estaría su torso y espalda.

—¿Me extrañaste?— la ronca voz de Harry rompe el silencio y sin esperar más tiempo, Louis envuelve su cuerpo con sus brazos de forma suave, no quería hacerle daño.

—Claro que sí, te extrañé demasiado.

Harry respira el aroma de la cabellera castaña del ojiazul y logra sentirse en paz, ahora solo deberían salir de ahí.

—¿Trajiste algo para mi?

—Sí.

El castaño se separa del cuerpo del ojiverde y abre el bolso que había traído, comienza a sacar la ropa para Harry junto a las botas y el chaleco antibalas.

—Ponte esto, rápido.

Harry asiente ante la orden y comienza a quitarse la ropa, ahí Louis puede ver las otras marcas sobre su piel, muerde su labio inferior con fuerza al verlo en ese estado. Luego se daría el tiempo de curar todas esas heridas.

Harry comienza a vestirse con la ropa que le había traído y se siente más cómodo ante eso, la ropa se sentía suave sobre su piel lastimada.

—¿Armas?

Louis sonríe y comienza a sacar todos los cuchillos que había traído, los deja sobre la mesa como si fuera una exposición para el ojiverde.

—Mierda, no tienes idea de cuanto te amo.

Y Louis solo necesitó escuchar eso para sentirse completo otra vez.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora