Capítulo 6.

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Harry había decidido no salir ese día, tenía que dejar que las aguas se calmaran un poco antes volver al campo de guerra que por si no era poco, ya estaba completamente minado.

Se estuvo recriminando todo el día el hecho de haber salvado a Louis, pero ya no había vuelta atrás y tendría que vivir con eso.

Odiaba perder el control de sus actos con facilidad.

No tenía nada que hacer ese día, había releído los expedientes, pulió los últimos detalles de su próximo asesinato, limpió sus armas, afiló sus cuchillos y ahora se encontraba ahí sentado en medio de la sala con un silencio sepulcral que predominaba en el lugar.

Nunca en su vida había estado tan aburrido.

No podía quedarse un segundo mas en ese lugar, toma la chaqueta que estaba colgada en una de las tantas sillas de maders y pone un par de guantes nuevos en sus manos, los otros aun no se secaban del todo.

Acomoda los cuchillos en el cinturón que rodeaba su cadera y también guarda una Glock 18.

No le gustaba mucho disparar, Harry siempre había tenido más fascinación por los cuchillos, los amaba, tenía colecciones enteras de ellos, de todos los tamaños, cualquier cosa que cortara se encontraba en un estante en el lugar que era su habitación.

El ojiverde toma una paleta del recipiente de vidrio que se encontraba en la pequeña mesa al lado de la puerta, tenía una pequeña obsesión con los dulces, siempre tenía un chicle, paleta, dulce, lo que sea en uno de sus bolsillos.

Tararea una canción inexistente y cierra la puerta detrás de él, mete las manos en los bolsillos de su chaqueta y baja la cabeza mientras su lengua movía la paleta de un lado al otro.

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Louis ese día se había dedicado a seguir y analizar a las alianzas que se habían formado, también los saboteó, de alguna manera que no revelaría hizo que todos los encargos de sus oponentes estuvieran en lugares distintos, esa había sido pequeña entretención del día, y lo había disfrutado tanto.

Ahora sabía donde se estaban quedando cada uno de ellos, el paradero de Harry aun lo tenía inconcluso, en algún momento llegó a pensar que quizás ya lo habían asesinado, pero sabía que no era así, un mensaje de aviso hubiera llegado a su celular, uno como el que llegó ayer en la noche en donde se confirmaba la muerte de Robin Clinton.

A Louis rara vez le intrigaba una persona, pero sentía cierta curiosidad por Harry.

El ojiazul mira como Jaxon Grayson junto a Adam Cock parecían seguir a alguién, eso le llama la atención así que no duda en seguirlos, mantenía cerca unos diez metros de distancia y no apartaba la mirada de ellos, era fácil perderlos entre tanta gente.

Louis se detiene cuando nota que estaban siguiendo a un persona en específico, podía reconocer esa espalda y esas piernas en cualquier lado, vuelve a caminar y mete una de sus manos debajo de su chaqueta, toca su Glock 17 en caso de ocurriera cualquier cosa en donde él podía salir herido.

Nota un movimiento raro en Harry y a penas este se voltea se agacha y agradece mentalmente su corazonada porque el ojiverde había lanzado cuchillos y su puntería fué casi perfecta, le dió a Jaxon en el hombro y a Adam en el abdomen.

De todas formas no solo había lanzado dos cuchillos, si no tres y ese último cae cerca de Louis, el castaño lo toma y corre hacia los otros dos chicos.

A Adam parecía no dolerle la herida punzante de su abdomen e incluso intenta usar el mismo cuchillo de Harry contra él, Louis se va contra Grayson y no fué una tarea fácil, el rubio tenía buenos reflejos, junto a el doble de masa corporal que Louis.

El ojiazul se llevó unos buenos golpes en el rostro y en el abdomen, pero aprovechó su tamaño para deslizarse entre las piernas de Jaxon y ahí es donde hace uso de lo que había observado hace un par de días atrás.

Patea con fuerza la pierna de Grayson y su rótula se desencaja, un pequeño grito se escucha por parte de este y el ojiazul aprovecha la debilidad del contrario para apretar su cuello con su antebrazo.

—Muchos tuvieron fe en ti, será una lástima cuando sepan que fuiste el segundo en morir— el castaño presiona más su antebrazo y probablemente se hubiera tomado más tiempo para dejarlo sin aire y hacerlo sufrir un poco más, pero no podía darse el lujo de ser altanero, así que desliza el cuchillo de Harry en la garganta de su oponente y suelta el cuerpo de Grayson, ahora los papeles se habían invertido claramente ese día.

Harry había dejado a Adam inconsciente, casi moribundo.

Pero Louis había matado a Jaxon Grayson.

El ojiverde limpia su rostro intentado quitar la sangre que había salpicado en este ante los puñetazos brutales que le había otorgado a Adam.

Pone su mirada sobre Louis, luego la baja hasta la mano del castaño, y finalmente en el cuerpo inerte de Jaxon.

—Ahora estamos a mano— murmura el ojiazul y Harry ríe ante eso.

—No me digas eso, no lo mataste por mi, lo mataste por ti— el castaño le da una sonrisa sarcástica y Harry tararea mientras avanzaba con pasos lentos hacia a él, como si lo estuviera acechando.

Y Harry en ese momento se veía como todo un depredador, aun se podían ver gotas de sangres en su piel, su mirada estaba oscurecida y tenía esa sonrisa en sus labios.

Mierda.

—Esto me pertenece— murmura lo bastante cerca del ojiazul para que este sintiera su aliento cálido sobre su oreja.

El cuchillo es arrancado de sus manos y posteriormente limpiado en los pantalones oscuros de Harry, el rizado guarda su cuchillo en su cinturón y vuelve a poner su mirada sobre Louis.

—¿Sabes? Ahora pienso que realmente haríamos un buen equipo— a Harry le encantaba las facciones neutras de Louis, en un acto de confianza estira su mano para tocar su mejilla y su muñeca es rápidamente interceptada por una de las manos del castaño.

Este la aprieta con fuerza y miraba fijamente el rostro del ojiverde esperando ver dolor, pero lo único que había en él era una sonrisa.

—Oh, amo el dolor, esto no me lastima, me encanta.

Louis suelta la muñeca del rizado y estaba dispuesto a irse del lugar sin mirar atrás.

—No te hagas de rogar, sabes que trabajamos bien juntos, nos cuidamos bien la espalda y ayer dije algo totalmente distinto a lo que te voy a proponer ahora.

—O sea admites que te equivocaste.

—No, yo jamás me equivoco.

Louis ríe y voltea a verlo por sobre su hombro.

—La próxima vez que nos veamos trabajaremos juntos, y cuando sólo quedemos tú y yo voy a disfrutar tanto matarte.

Harry solo le da una mirada aburrida, le gustaba más las acciones que las palabras.

—No me digas lo que vas a hacer, simplemente hazlo.

Y con esa última frase por parte del ojiverde, el ojiazul abandona el lugar.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora