Capítulo 16.

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Louis en ese momento estaba teniendo una batalla en su mente. ¿Qué rayos estaba haciendo? O ¿Por qué lo había hecho?

En ningún momento de su vida había hecho algo sin pensarlo y ahí se encontraba, besando a la persona que más le había desagradado desde el primer día en que lo había conocido.

Louis vuelve a sí mismo y su primer reflejo es alejarse, pero no lo hace, su cintura estaba siendo fuertemente aprisionada por las manos de Harry, lo tenía inmóvil.

Sube una de sus manos para ponerla sobre el hombro del rizado y hace presión para separarse un poco, lo único que logra es que Harry subiera una de sus manos a su nuca, ahora definitivamente no podría moverse.

En cualquier momento terminaría dándole una mordida para que se separara de una vez por todas, y lo que sucede a continuación no es la primera vez que ocurre, pero Harry sorprende a Louis cuando lo empuja hacia atrás y lo aprisiona contra la encimera de la cocina, lo había dejado sin escapatoria.

El ojiverde despega sus labios de los Louis para tomar un respiro y cuando el ojiazul pensó que lo volvería a besar, aleja su rostro.

La ronca risa de Harry sin duda lo desconcierta un poco.

Louis pone sus ojos sobre él y se aguanta de soltar un insulto cuando nota que tenía su típica sonrisa egocéntrica sobre sus labios, ya sabía lo que se veía.

—No finjas que no quieres besarme cuando esta vez tú empezaste el beso y adivina qué— el ojiverde se inclina solo un poco para estar más cerca del rostro de Louis— No estamos en una situación de vida o muerte.

El ojiazul traga en seco y respira hondo antes de poner sus manos sobre el pecho de Harry, lo empuja y finalmente este quita las manos de su cuerpo, dejándolo libre.

Abre sus labios para decirle un par de cosas hirientes, pero Harry se le adelanta.

—Vamos, dime que soy un idiota, ya extraño escucharlo— en caso de que Louis no saliera luego de esa situación mientras Harry seguía llevándolo al límite, explotaría, cedería ante todos lo sentimientos que se estaban alojando al interior de su cuerpo.

—Muévete— el ojiverde arquea una de sus cejas ante eso y pone su mirada ante el espacio que había entre él y Louis.

—¿Acaso no lo ves? No te has ido porque así no lo has querido— Louis pone su mirada en el notable espacio que habían entre ellos y evita golpear a Harry, lo odiaba demasiado, estaba seguro que no existía ninguna persona más en el mundo que pudiera sacarlo de quicio a como lo sacaba él.

Era exasperante.

Y aún así lo había besado.

Mierda, nuevamente ¿en qué había estado pensando?

Finalmente Louis pasa por al lado de Harry y este no lo detiene, eso lo hizo sentir un poco más aliviado, sentía que debía aclarar su mente porque realmente estaba demasiado confundido, necesitaba sentarse y pensar en por qué había actuado tan impulsivamente, por lo cual el castaño se va directamente a su habitación.

Cuando Harry lo ve salir y dejarlo solo, su sonrisa decae y su ceño se frunce, apoya su espalda contra el lugar en donde había acorralado a Louis y pasa sus manos por su rostro.

¿Qué había sido todo eso? Le había sorprendido que Louis actuara de esa forma, jamás se lo esperó de él, solía ser demasiado correcto.

El ojiverde en ese momento se sentía mucho más a la deriva que al principio, jamás había experimentado algo así, no pensó que podía tener sentimientos tan fuertes por alguién y el hecho de comenzar a aceptarlo le asustaba.

Estaba jodidamente asustado porque no podía desarrollar sentimientos en un evento así, en dónde uno solo sobreviviría, Louis básicamente era su enemigo y en algún momento tendrían que enfrentarse.

En algún momento uno tendría que morir, eran las reglas.

Se sentía como si él mismo hubiera cavado su propia tumba.

¿Qué diría su padre si se enteraba? Mierda, lo mataría, sería una decepción para la familia Styles.

¿Qué estaba mal con él? ¿Y si estaba mal por qué se sentía tan jodidamente bien?

Harry fija su mirada en el suelo de cerámica y luego levanta esta para ponerla en el pasillo por el cual Louis se había ido, quizás esa vez Louis lo había besado, pero no significó nada para el castaño, estaba seguro.

Harry estaba perdiendo una batalla en la cual no se había inscrito y menos se había preparado.

Estaba tan, pero tan jodido.

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Louis era bastante considerado consigo mismo a la hora de evaluar una situación, y esa vez no era la excepción, sabía que había encontrado a Harry atractivo desde la primera vez que lo vió, y el hecho de estar compartiendo con el las veinticuatro horas del día le habían jugado una mala pasada, pero estaba seguro que no se volvería a repetir algo así.

Por lo menos no de su parte, quién iba a decir que estaba tan jodidamente equivocado en ese sentido.

Porque solo bastó verse durante la cena ese mismo día para que la tensión entre ellos aumentara y Louis la terminó cortando por completo cuando en vez de jalar el cabello de Harry para golpear su rostro contra la mesa, terminó sentándose sobre sus piernas y besándolo. 

Harry otra vez se había sorprendido, pero no se había negado a corresponder el beso, le gustaba besar a Louis, era agradable y aunque sabía que eso solo sería peor para él, aprovecharía cada circunstancia como esa.

Porque nunca en su corta vida se había sentido tan vivo y la sensación le encantaba.

Y si a final del mes tendría que morir, sabría que por lo menos alcanzó a rozar con sus dedos el cielo y probó un poco lo que se sentía estar vivo, con eso le bastaba.

Louis había caído en cuenta que si él no ponía un límite, esas situaciones terminarían repitiéndose una y otra vez, pero en el fondo aquello no le molestaba, muy en el fondo, le gustaba lo que hacía aunque sabía que eso traería consecuencias.

Afuera de esas cuatro paredes eran el mejor dúo de la competencia, eran tan fuertes que les habían puesto valores a sus cabezas, pero dentro de ese lugar no era más que dos chicos confundidos por los sentimientos que los estaban abordando.

Y sin duda lo que ocurría entre ellos debía quedarse en secreto, porque ellos antes los ojos de los demás no tenían debilidades, pero lamentablemente su debilidad era el otro, y si los demás se enteraban, los dos saldrían lastimados.



Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora