Capítulo 19.

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Para seguir el juego, Harry esta vez si decide devolverle los golpes a Louis, tenían que ser reales para que no sospecharan de ellos, si fuera por él tomaría una arma, pero sabía que su padre notaría que algo no iba bien, ya que el ojiverde odiaba las pistolas y no usaría un arma que no sabía manipular en la final.

Así que Louis se encargaba de eso, ambos chicos forcejeaban y cuando los ojos de Harry se ponen sobre los de Louis y le da un pequeño asentimiento, el ojiazul dispara y le da a una de las cámaras del lugar.

Eso pasaba la mayoría del tiempo en este tipo de enfrentamientos, así que los patrocinadores junto a sus familiares no sospecharían de lo que estarían a punto de hacer.

—Genial, quedan como nueve más— el ojiazul ríe, había extrañado los chistes de Harry— ¿es necesario que tengamos que eliminarlas todas?

—No, sólo la mayoría.

No sabían cuanto tiempo habían seguido peleando entre ellos, pero intentaban que realmente se notara que estaban dispuestos a terminar lo que habían comenzado.

En algún momento uno de los disparos de Louis le traspasó el hombro a Harry y este enterró el cuchillo en uno de los muslos del contrario, estaban bastante cansados.

—Debemos irnos— susurra Harry y toma dos bombas de humo, las lanza por el suelo dejando que el metal sonara contra este, las bombas se activan y el humo aparece en el lugar.

El ojiverde tomó un arma y disparó para simular que seguían peleando.

Louis se encargó de volver a abrir las puertas de metal reventando las chapas con disparos, no tenían tiempo que perder.

Jala al ojiverde por un brazo y lo arrastra con él hacia la salida, debían irse y no sabían exáctamente a dónde.

No lo habían planeado con tiempo.

—Hay una furgoneta blanca afuera con dinero y armas dentro— murmura el rizado y esta vez es él el que jala a Louis.

Corren lo más rápido que pueden y agradecían que el efecto del humo se demorara un buen rato en pasar, cualquier segundo era valioso en ese momento.

Ambos chicos se suben al vehículo y cierran las puertas detrás de ellos, sentían un zumbido en sus oídos y los músculos les ardían, el ojiverde enciende la furgoneta y a toda velocidad se aleja del lugar.

Louis se da el tiempo de tomar un respiro y analizar lo que había sucedido hace media hora atrás.

Se había ido con Harry, habían escapado de la ronda final y ahora tendrían que escapar por un tiempo.

Jamás pensó que él haría algo así alguna vez, siempre imaginó que sería leal a su familia.

—¿Por qué estaba esto aquí?— pregunta el castaño refiriéndose a la furgoneta.

—No lo sé, tuve la corazonada de que tenía que tener algo así preparado.

—¿De dónde sacaste el dinero?- Harry muerde su labio inferior y hace una mueca— es el dinero de la final.

—Sólo la mitad, puse dinero falso en la tómbola, les tomará un tiempo darse cuenta de eso.

Louis ríe para luego apoyar su cabeza contra el respaldo del asiento, Harry estaba loco y amaba esa locura.

—Estás demente.

—Un poco.

—Considerarán a nuestras familias como traidoras— Harry asiente ante eso, lo sabía.

—No lo harán realmente si ellos juran que nosotros somos los únicos traidores, si hacen eso, lo cuál será obvio, vendrán inmediatamente por nosotros.

—¿Algún lugar en mente en dónde podamos ir?

—Definitivamente debemos salir del país antes de planear bien lo que vamos a hacer.

—Bien, no perdamos más tiempo.

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Ambos habían pagado por un par de boletos en barco, quizás hubiera sido más rápido haber salido del país en avión, pero eso los hubiera delatado, el viaje duraría sólo dos días, desembarcarían en una isla casi desierta en donde la gente solía ser bastante amable y ahí tomarían otra embarcación, iban a irse al lugar más remoto del mundo si fuera posible.

Después de que la adrenalina había abandonado cada músculo de sus cuerpos, llegó el dolor, Harry sentía como su hombro ardía como el infierno, la herida ya se encontraba desinfectada y vendada, pero no podía hacer muchas cosas con su brazo en esa situación.

Louis estaba en la misma situación que él, la herida de su muslo estaba firmemente vendada, pero aún así se podía notar la leve cojera que tenía al momento de caminar, habían moretones y cortes repartidos por sus rostros y se mantenían en silencio mientras ambos se miraban desde cada extremo de la habitación.

Estaban sumidos en sus pensamientos, era lo más arriesgado que habían hecho en sus vidas y quizás para los ojos de los demás era una tontería, muchos habían tenido altas expectativas en ellos dos, incluso se habían hecho apuestas en el nombre del otro.

¿Quién hubiera pensado que escaparían juntos?

¿Habían hecho lo correcto? ¿Valía la pena lo que estaban haciendo?

Harry estaba seguro de sus sentimientos, nunca había sentido cariño por alguién, pero le gustaba lo que sentía cuando estaba junto a Louis, no sentía que debía ser perfecto todo el tiempo, podía cometer errores frente a él y soltar un par de bromas sin ser juzgado con la mirada.

De cierta forma es lo que siempre quiso tener en su vida y lo que no tuvo en sus veinte años, logró tenerlo con Louis estando solo un mes a su lado.

En cambio para Louis también todo era nuevo, por más que lo intentara siempre intentó ser perfecto ante su padre y no resultó, este siempre quería más y más, el ojiazul se había agotado de ser algo que no era.

Cuando tomó la oportunidad de ser un dúo junto a Harry jamás pensó que eso podía ocurrir, constantemente se encerraba en su mente y se juraba que no sentía nada, pero ¿cómo no encariñarse con el narcisista que estaba frente a él? Sus días y sus noches se volvieron más entretenidas.

Se reía de sus bromas y le gustaba tomar café junto a él, por unos pocos minutos durante el día se sentía como una persona normal y eso le gustaba, le gustaba esa paz que Harry traía consigo.

Lo único que les ponía una soga alrededor del cuello eran sus apellidos y sus familias, joder, Louis jamás pidió tener ese apellido y a esa familia, sentía que esta oportunidad era lo que siempre estuvo esperando durante tanto tiempo.

Ser libre.

No le importaba tener que mancharse las manos un par de veces más para que lo dejaran en paz, pero sabía que era peligroso, sabía que podía terminar bien o mal.

No sabía si todo lo que ocurriría a continuación afectaría lo que estaba comenzando a tener con Harry.

¿Tenían algo?

Mierda, para darle la espalda a su familia, traicionarla y dejarla solo para escapar junto al enemigo debía estar realmente colado por él.

¿Lo estaba?

Y cuando el castaño levanta su mirada y se encuentra con la intensa mirada de Harry sobre el, seguida de esa preciosa pero burlona sonrisa puede confirmarlo.

Definitivamente lo estaba y al fin lo aceptaba.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora