Capítulo 17.

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—Creo que deberíamos adelantar la final— Louis se sorprende cuando escucha eso salir de los labios de Harry, se escuchaba tan determinado.

—¿Por qué quieres hacerlo?

—Es lo más sensato, quieren nuestras cabezas y vendran por nosotros, tenemos que matarlos Louis, y si los matamos, sólo quedaríamos tú y yo, esa es la final— el ojiazul aparta la mirada y se separa del cuerpo de Harry, de inmediato siente el frío recorrer su cuerpo.

—¿Es lo qué quieres?

—No es lo que quiero ahora, pero es la única forma de mantenernos a salvo—el castaño sabía que Harry tenía la razón, pero encontraba demasiado injusto lo que les habían hecho, en los coliseos anteriores no le habían puesto valor a la cabeza de nadie.

—Bien, pero debemos encargarnos de nuestros últimos objetivos y quedaríamos libres— Harry respira hondo y sin tener esa característica alegría en él, se levanta del sillón.

—Hagamoslo rápido, no quiero estar muy lejos de aquí.

Louis ya sabía que las cosas entre ellos habían cambiado y no tenía idea si era para bien o mal, sin duda todo lo que había sucedido los complicaría en la final, ¿pero qué otra opción tenían? ¿enfrentarse a los jefes y darle las espaldas a sus familias?

¿Se atreverían a hacer algo así por el otro? 

El ojiazul mira al ojiverde, pone toda su atención en como limpiaba y ordenaba sus cuchillos, en como mantenía tensa la mandíbula y parecía contar mentalmente hasta diez para mantener la calma.

—Harry...— la mirada del recién nombrado se pone sobre Louis y este suelta un suspiro— todo saldrá bien.

El ojiverde no responde, pero en el fondo esperaba que eso fuera verdad, tenía que ser verdad.

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Harry se sienta en el suelo, estaba exhausto.

Quita los guantes de sus manos y los guarda en su chaqueta, su plan no había salido tan perfecto como había querido.

Se le pasó la mano.

Sus sentimientos le jugaron en contra y casi despedazó a su último encargo, había dejado un desastre atrás, seguramente su rostro estaba salpicado en sangre, al igual como estaba su ropa.

No había podido parar.

Últimamente había estado tan abrumado que perdía el control con facilidad.

—Hey, ¿estás bien?— Harry pone sus verdes ojos sobre Louis y este frunce su ceño al ver el desastre en el que estaba convertido, se agacha frente al ojiverde y quita la mochila de su espalda.

Del interior de esta saca una botella de agua, junto a un paño limpio.

Moja el trapo y luego le entrega la botella a Harry

—Bebe— es lo único que dice y luego de eso, comienza a limpiar el rostro del rizado, asegurándose que ninguna gota de sangre se pudiera notar en su lechosa piel— ¿qué sucedió?

—Perdí el control— confiesa en voz baja— será un milagro que logren reconocerlo, le desfiguré el rostro.

Louis vuelve a mantenerse en silencio, quizás se culpaba un poco por no haberlo acompañado como lo habían hecho las últimas veces, trabajaban juntos, pero ambos habían decidido ir cada uno por su lado y terminar más rápido.

Sólo querían volver a casa.

Harry se levanta del suelo y Louis lo sigue, mañana comenzarían a eliminar a los demás compañeros, su lista estaba completada, ya sólo debían preocuparse de sobrevivir.

No habían hablado de como serían las cosas entre ellos cuando tuvieran que enfrentarse, probablemente darían todo de sí y no tendrían piedad, pero Harry dudaba que pudiera darlo todo en ese combate, porque quería a Louis.

Lo quería.

¿Qué podía hacer cuando comenzó a desarrollar sentimientos por una de las personas que se supone que debe matar?

Él no había podido detener sus sentimientos, lo intentó, pero no pudo.

Era rara la situación en la que se había envuelto junto a Louis, porque al principio lo odiaba, odiaba lo frívolo y serio que era, luego comenzó a tener cierta fascinación por hacerlo enojar, porque eso le demostraba que sí tenía sentimientos.

Aparte, le gustaba el color rojizo que tomaba su rostro cuando se molestaba y como tensaba su mandíbula para controlarse.

Todo cambió cuando lo besó, y que después de ese beso vinieron otros, cayó y no pudo evitarlo, ojalá hubiera podido evitarlo.

—¿Te sucede algo? Estás muy callado— Harry pone su mirada sobre Louis y se demora en responder, porque en la punta de la lengua tenía una palabra que cambiaría definitivamente todo entre ellos.

Te quiero.

—No, está todo bien— murmura por lo bajo y vuelve a apartar la mirada, estaba teniendo un debate consigo mismo, estaba su lado soldado el cual había sido entrenado toda su vida para ese momento diciéndole que era un idiota, que no podía abandonarlo todo por el hijo de un rival.

Y luego estaba su otro lado sentimental, el que había salido hace poco, ese lado que lo hacía sentir tan humano.

—¿Harry?— el castaño se detiene y de pasada lo detiene también a él— no te creo, ¿qué mierda te sucede?

El ojiverde solo se atreve a mirarlo a los ojos y no lo piensa mucho antes de abrazarlo, sí, lo abraza.

Lo envuelve con sus brazos y se apega a su cuerpo como un niño pequeño buscando consuelo, Louis se sorprende ante el gesto, jamás le habían dado un abrazo con tantos sentimientos, eso para él era totalmente nuevo.

Sus ojos estaban abiertos con impresión, pero no duda en devolverle el abrazo, incluso llega a apoyar su mentón en el hombro de Harry, el gesto era cálido, le transmitía paz.

Ambos se mantienen en silencio, disfrutando de la noche y del frío viento del lugar, disfrutando de ese abrazo y lo más extraño es que quizás Harry haya querido aclarar sus pensamientos y habérselo dado como una despedida.

Pero en la manera que Louis lo abrazó de vuelta cambió por completo su decisión.

—No me dirás qué es lo que te sucede, ¿cierto?— Harry cierra sus ojos y antes de separarse del cuerpo del castaño inhala un poco de su aroma.

—Estás en lo correcto— Louis ríe y termina por empujar de forma suave al ojiverde— al parecer ya me conoces.

—Eso parece.

De esa forma ambos se devuelven caminando hacia el lugar donde se estaban quedando, estando dispuestos a dormir para estar descansados ante el día pesado que se vendría mañana.

Pero ambos se quedaron sentados en el sillón viendo películas como si fueran dos personas normales, como si no fueran dos asesinos compitiendo por mantenerse con vida.

Quizás fingir que estaban en otra realidad no era tan malo, les gustaba, pero aún en el fondo ambos sabían que sólo podrían hacer eso.

Fingir.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora