Harry suelta un suspiro cuando pone el bolso sobre la cama del lugar, estaba agotado.
Habían alquilado una cabaña durante el tiempo necesario para mantenerse escondidos y desparecer del caos mientras se dedicaban a prepararse para lo que vendría.
Sólo se tenían el uno al otro.
El ojiazul mira a su alrededor y se siente extraño, sólo había silencio, no estaba el ruido de los vehículos pasando a gran velocidad, ni el sonido de las voces de la gente, todo era silencio, todo estaba tan tranquilo que se sentía fuera de lugar.
—Ahora... ¿Qué haremos exáctamente?
—Mantenernos desapercibidos durante un tiempo, no podemos enfrentarnos de inmediato a ellos.
—Aunque pase tiempo nos seguirán buscando.
—Claro, pero con el tiempo irán perdiendo las esperanzas y se cansarán, esa será nuestra ventaja— Harry asiente estando de acuerdo, eso tenía sentido, así que suelta un suspiro y se estira en la cama que estaba debajo de él.
—Tendremos bastante tiempo de sobra entonces, ¿qué haremos?
El castaño mira a su alrededor y finalmente se acerca a la cama, abre uno de los cuatro bolsos que estaban ahí y suelta un suspiro.
—Ahora desempacaremos—escucha como el ojiverde suelta un bufido y una pequeña sonrisa se forma en sus labios.
—Tengo el hombro lastimado.
—Harry, fue solo un disparo, deja de ser tan exagerado— y como si eso fuera un estimulante, Harry se queja aún más alto, solo para hacerlo enojar.
Louis esperaba que ese tiempo en calma le ayudara a mejorar su paciencia.
—Casi me desangro— Louis no puede evitarlo, Harry podía ser tan descarado, así que no lo piensa dos veces antes de lanzarle uno de sus buzos a la cara del ojiverde.
Este suelta otro quejido por lo bajo.
—Ponte a desempacar o te juro que esta vez serán dos disparos en vez de uno— el rizado suelta otro bufido y se levanta con pesar de la cama, con su mano libre intenta abrir otro de los bolsos mientras su otro brazo estaba inmóvil.
—Louis... No puedo abrir el bolso.
—Vas a matarme— es lo que murmura y luego escucha la ronca risa de Harry, a veces lo odiaba.
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No se habían demorado tanto en desempacar como Louis había pensado, incluso se sentían un poco más relajados, habían prendido la chimenea con leña y ahora el castaño se dedicaba a ver un poco de televisión mientras Harry parecía leer una revista.
—Me gustaría intentar hacer galletas— la voz de Harry se hace presente y pasa de página.
Louis alza una de sus cejas ante el repentino comentario, aparta la mirada del televisor y pone sus ojos sobre Harry.
Estaba tan concentrado en la receta que fruncía su ceño y murmuraba en voz baja los ingredientes para que no se les olvidara, el ojiazul lo encuentra adorable.
Y Louis de verdad no tenía otras intenciones aparte de solo observarlo, le gustaba mirar a Harry cuando estaba pendiente de otra cosa, de esa forma podía ver como se desenvolvía con naturalidad.
—¿Vas a besarme o me seguirás observando como un psicópata?— la mirada del ojiverde se eleva hasta Louis y este sonríe, claro que se había dado cuenta de que lo había estado mirando, era obvio.
—Es que me gusta observarte— murmura sin vergüenza alguna.
—Y a mi me gusta que me beses— Louis ríe ante eso y se inclina un poco hacia a Harry, con una de sus manos le quita la pequeña revista de cocina y la lanza detrás de sí— ¡pero no dañes el libro!
El castaño rueda sus ojos y termina de eliminar el espacio que había quedado entre ellos.
—No puedo besarte si tienes una revista casi pegada al rostro.
—¿Entonces si me besarás?— paciencia Louis, paciencia.
Se mantiene en silencio y observa al ojiverde desde esa distancia, recorre con su mirada cada lugar de su precioso rostro.
En sus ojos verdes se podían ver los reflejos de las llamas de la chimenea, sus lunares estaban esparcidos por sus mejillas y cerca de las comisuras de sus labios como si fueran pintadas a mano, cuando nota que Harry iba a sonreír seguramente antes de decir algo, decide que es el momento indicado.
Se inclina hacia a él y a penas une sus labios contra los del contrario cierra sus ojos, deja caer su cuerpo contra el de Harry y se permite poner una de sus manos sobre su hombro sano, entreabre sus labios para darle profundidad al beso, esta vez Louis estaba decidido a tomar el control de este, pero claramente Harry no estaba de acuerdo con eso.
Le responde con posesividad, incluso aferra ambas manos a sus caderas y abre aún más sus labios, hasta se da el gusto de juntar su lengua contra la de Louis y el castaño no puede competir contra eso, sólo se deja manipular por el chico debajo de él.
Besar a Harry se había convertido en una de sus cosas favoritas, era como una droga.
Siempre tenía un sabor dulce en sus labios debido a las golosinas que suele consumir, simplemente delicioso.
El ojiazul aprieta un poco el hombro de Harry cuando este le jala su labio inferior con fuerza, mierda, eso le había dolido.
Se separa de inmediato del ojiverde y evita golpearlo, ya se habían lastimado lo suficiente en la final.
—No hagas eso— murmura sin aliento y Harry sonríe con ojos vidriosos.
—Me gusta hacerlo porque tu labio inferior se inflama y se ve tan apetitoso— Louis frunce su ceño, pues a él no le gustaba, sentía un punzante dolor en la zona, así que con la punta de su lengua verifica que tan afectada estaba, sin duda se sorprende ante el sabor metálico que sintió.
—Me rompiste el labio— el ojiverde sonríe inocente y se inclina para dejar un pequeño beso sobre los labios de Louis.
—Lo siento.
—Idiota— el castaño intenta apartarse del cuerpo de Harry para volver a su lugar, pero el ojiverde lo envuelve con sus brazos y lo mantiene junto a el.
—Quédate aquí, me gusta tenerte cerca— Louis iba a replicar, pero luego decide que por esa vez no quería llevarle la contraria al ojiverde, incluso estaba de acuerdo con quedarse sobre él, le gustaba.
—Sólo por esta vez.
—Como tú digas— susurra y seguido de eso un beso es depositado en una de sus mejillas— ¿Louis?
—¿Mhm?
—¿Mañana podemos hacer galletas?— una boba sonrisa se forma en los labios de Louis y luego asiente, la idea le parecía interesante.
—Sí.
—Gracias.
—Gracias a ti, Harry.
Por todo.
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Traitors |Larry Stylinson|
FanfictionPara mantener "la paz" entre las diez familias de sicarios más reconocidas del país se decidió que cada cinco años se realizaría un coliseo en donde un miembro de la familia se enfrentaría a los otros elegidos. Ese año se enfrentarían los primogéni...