Capítulo 21.

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Ellos por primera vez habían tenido que compartir una cama, la cabaña que habían escogido sólo tenía una habitación y Louis en el momento que pagó por ella no pensó en ese detalle.

Cuando había caído la noche recordó esa situación, no sabía como sería dormir con Harry, pero esperaba que no le quitara todas las mantas, mientras no lo hiciera todo estaría bien.

Se llevó una gran sorpresa esa noche, dormir con Harry era cómodo, sabía respetar el espacio y su cuerpo transmitía calidez, quizás por eso al día siguiente se despertó tan tarde. Su cuerpo había descansado todo lo que no había podido descansar durante ese último mes.

Levantarse de la cama sería una pequeña batalla.

Inconscientemente estira una de sus manos hacia el lado en donde debería estar el ojiverde, pero no había nada.

El castaño suelta un bostezo y gira su cuerpo para mirar el lado izquierdo de la cama, se queda con la mirada puesta ahí y luego decide que debía levantarse y ver en dónde estaba Harry.

Encontró al rizado en la cocina, preparándose una taza de café mientras leía algo en el periódico local del lugar, el castaño se apoya en el marco de la puerta y cruza los brazos por sobre su pecho, si fuera por él volvería a la cama otra vez, pero la verdad es que no quería regresar solo.

—Buen día— murmura con suavidad el ojiverde, aparta el periódico de su vista para poner su atención en Louis y luego beber un trago de su café.

—¿Qué hora es?— el castaño busca algún reloj en el lugar y se encuentra con uno colgado en la pared de la cocina, asiente mirando la hora y luego vuelve a bostezar— prenderé la chimenea.

—¿Quieres un café?— Louis sonríe ante la pregunta y termina por asentir, eso sería genial, quizás era lo que necesitaba para poder despertar de una vez por todas.

—Sí por favor, eso sería genial.

Quizás las cosas entre ellos podrían comenzar a ser realmente normales.

Un poco de normalidad a sus días no les haría nada de daño.

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—Jamás me imaginé a mi mismo viendo una serie— Louis es el que rompe el silencio en voz baja, Harry suelta un suave murmullo estando de acuerdo.

Ambos habían cocinado algo simple, habían compartido y disfrutado del silencio del lugar, no faltaron las bromas e insinuaciones por parte de Harry, pero Louis ya estaba acostumbrado aquello.

Luego tuvieron la magnifica idea de que podrían ver alguna serie juntos, así que Harry le había mostrado una de sus adquisiciones, tenía un pequeño notebook totalmente nuevo en uno de los bolsos, conectó este al computador y luego buscó páginas en google en dónde pudieran ver alguna serie o película gratis.

Las opciones fueron muchísimas.

Ambos terminaron eligiendo una al azar y se sentaron frente al sillón, habían pasado horas viendo la pantalla del televisor, estaban tan metidos en la trama que el tiempo se les pasó volando y cuando se dieron un pequeño tiempo para descansar, se dieron cuenta que eran cerca de las 22:00 pm.

—Debemos comer algo— es lo que dice el ojiverde para luego levantarse e ir a la cocina, no podían irse a dormir con el estómago vacío.

Louis para ese momento sentía que ya era demasiado tarde como para comer algo contundente, así que prefería comer algo liviano.

Las opciones de ambos, fueron dos paquetes de galletas  junto a un vaso de jugo,y luego de eso, volvieron a sentarse frente al sillón porque el maratón seguiría.

En algún momento de la noche los ojos de Louis comenzaron a cerrarse, intentó mantenerlos abiertos, pero estaba tan cómodo mientras tenía su cabeza recargada en el hombro de Harry y ambos estaban tapados con una gruesa manta.

¿Cómo no se iba a quedar dormido si estaba cómodo y abrigado?

Probablemente si hubieran hecho esto mismo cuando se encontraban en la ciudad, nunca se le hubiera pasado por la cabeza quedarse dormido antes que Harry.

Jamás.

Pero esta vez confiaba en él, y decidió reprimir por un momento la voz inquieta en su cabeza diciéndole que siempre tenía que mantenerse alerta.

Harry no notó al instante que su acompañante se había quedado dormido, Louis solía mantenerse en silencio cuando estaba concentrado, pero luego cuando el castaño ni siquiera se movía fue cuando se inclinó y observó que sus ojos estaban cerrados.

Definitivamente ya debían volver a la cama.

Así que con todo el cuidado del mundo se levanta del sillón y toma al castaño en brazos, agradecía que ya no le doliera el hombro, realmente no le había dolido para nada el disparo, pero le gustaba quejarse frente al castaño.

Se le hacía adorable ver a Louis así, quién diría que era tan adorable cuando estaba durmiendo, pero todos sabían que cuando abría los ojos era una verdadera bestia.

Ese día ninguno de los dos se había vestido, así que no fué necesario ponerle ropa cómoda a Louis, simplemente lo pone sobre la cama y lo tapa con las frazadas de esta.

El rizado también estaba agotado, así que apaga la luz para luego recostarse a un lado del castaño.

Todo era tan extraño, se le estaba haciendo un poco difícil acostumbrarse a esa nueva calma, incluso sentía que era un sueño, que en cualquier momento iba a despertar y se daría cuenta que nada había sido real, que todavía estaba metido en esa vida que parecía no tener salida.

Al principio para Harry todo tenía sentido, el hecho de compartir un poco más con Louis provocaba que su corazón latiera con fuerza, pero mientras más tiempo pasaba, más se encariñaba con el ojiazul y si algo resultaba mal, si llegaba a perder a Louis... Se sentiría a la deriva.

No podía perderlo, no quería hacerlo.

—Deja de pensar tanto, sólo duerme— Harry de inmediato voltea a ver a Louis, este tenía sus ojos entreabiertos y estaba de acostado de lado mientras lo observaba.

—¿Cuánto tiempo llevas observándome? 

—El suficiente para saber que estás pensando demás— el ojiverde hace una pequeña mueca, ¿así de fácil era leerlo?— ven aquí, tengo frío.

Le petición lo confunde un poco, ¿por qué Louis lo quería más cerca? esa pregunta fué rápidamente contestada cuando el castaño se acerca al cuerpo de Harry y pasa uno de sus brazos por el torso de este, apoya su cabeza en el pecho del rizado y vuelve a cerrar sus ojos.

Inevitablemente una pequeña sonrisa se forma en los labios del ojiverde y con una de sus manos acaricia el cabello del castaño, sólo el universo sabía cuánto lo quería.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora