Capítulo 10.

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Harry actuó como si nada hubiera pasado al día siguiente, seguía siendo el mismo idiota de siempre.

A Louis le había aliviado eso, porque realmente no sabía que decir si hubieran tenido que hablar.

Ahora ambos habían tomado la costumbre de practicar durante el día y salir en la noche, para el ojiazul era un nuevo horario pero se pudo adaptar con facilidad.

El ojiverde había puesto música en unos pequeños parlantes mientras practicaba, balanceaba su cabeza al ritmo de la música y lanzaba sus cuchillos en el árbol que había estado usando como blanco.

Louis solo estaba sentado frente a una mesa del pequeño patio y se dedicaba a limpiar sus armas con un paño, veía que todas sus flechas estuvieran conectadas y preparadas para explotar.

Su mirada se alza hacia a Harry y lo ve cantando mientras bailaba en su lugar con lentos e hipnotizantes movimientos.

Louis mantiene fija su atención sobre el cuerpo de Harry y la magia se rompe cuando el ojiverde lanza otro de sus cuchillos hacia el árbol con brutalidad.

—El árbol no tiene la culpa de nada— habla en voz alta y vuelve a poner la atención en sus flechas, toma una de estas y presioma su dedo en la punta.

—¿Prefieres que te utilice a ti como objetivo?— el castaño rueda sus ojos y decide ignorarlo, tararea y deja la flecha sobre la mesa.

Había cambiado de opinión.

No lo ignoraría.

—Entrenemos— Louis se levanta de su lugar y Harry el cual estaba a punto de lanzar otro cuchillo se queda quieto en su posición.

—¿De verdad quieres hacerlo?

—Dale, peleemos, así me quito las ganas de partirte la cara.

El ojiverde deja caer sus cuchillos al suelo y se voltea hacia a Louis, no dejaría pasar una oportunidad así.

El ojiazul ríe y apura su paso hacia a el, lanza el primer golpe y Harry lo esquiva, este se lo intenta devolver pero el castaño agarra su brazo y gira por debajo de él en una clara intención de doblarselo o quizás quebrarselo.

El rizado levanta su pierna y le pega un rodillazo en el abdomen, Louis se inclina hacia adelante debido a la falta de aire y Harry aprovecha de tomar su cabeza y plantarle un rodillazo en la cara.

Louis lame sus labios y seguido de eso siente sangre cayendo de su nariz.

El ojiazul limpia esta con una de sus manos y vuelve a incorporarse.

Esta vez es Harry quien intenta golpear primero y Louis lo esquiva para luego lanzarle un puñetazo en seco directo a la mejilla, y como si no fuera poco le da otro puñetazo pero con su otra mano.

Debido al aturdimiento de Harry aprovecha de pegarle una patada en el pecho, pero el ojiverde lo toma del tobillo y lo lanza al suelo.

El ojiazul alcanza a tomarlo por la camiseta y se lo lleva con el.

Harry cae sobre su cuerpo e iba a incorporarse para poder golpear al castaño, este al ver las intenciones toma el rostro de Harry y lo acerca al suyo sin ser invasivo.

En los ojos del rizado se podía ver la confusión, ¿Louis lo besaría?

Una pequeña sonrisa se forma en los labios de Harry y confía.

Error.

El ojiazul espera a que el chico cerrara sus ojos y le pega un cabezazo, un quejido se escapa de los labios de Harry y Louis lo empuja lejos de su cuerpo.

—¡Eso es jugar sucio!— el castaño sacude sus pantalones y le da una breve mirada.

Harry aun tenía ambas manos sobre su rostro y se retorcía de dolor en el suelo, Louis sabía que estaba exagerando.

—Nunca pusimos reglas.

—Pero me engañaste.

—Todo es válido.

Harry finalmente se queda quieto y aparta sus manos de su rostro como si nada.

—¿Me está sangrando la nariz?

—No.

—Entonces estoy bien— se levanta del pasto y sacude su ropa, pasa por un lado de Louis y recoge los cuchillos del suelo— iré a darme una ducha, está por oscurecer.

—Apúrate, también debo ducharme.

—Ajá ya— Harry entre al interior de la casa en donde se estaban quedando, pero vuelve a salir— recuerda ponerte tus guantes y volver a limpiar tus flechas.

Louis asiente ante eso, ya lo sabía de todas formas.

—Y que quede claro, si no me hubieras engañado te hubiera ganado.

—Si eso te hace sentir mejor...

Puede escuchar un bufido por parte de Harry y seguido de eso un portazo.

Louis ríe y va a tomar sus armas para poder llevarselas adentro.

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Ambos habían tenido “suerte esa noche” sus dos próximas victimas estaban en el mismo lugar, este parecía ser una fiesta exclusiva sobre un yate y ambos ya tenían su plan armado.

Entrarían a esa fiesta, emborracharían a ese par y a uno le tirarían por la borda como si se hubiera caído por su cuenta.

Claro que lanzarían al que no sabía nadar, ya asfixiado.

Y al otro le provocarían un coma etílico.

Harry estaba un poco decepcionado por no poder mancharse las manos en esa ocasión, pero Louis le había hecho ver que era un buen plan si querían salir ilesos de ese gran yate.

Harry de todas formas había ocultado uno de sus cuchillos en su cadera en caso de que las cosas se complicaran, el ojiazul había estado de acuerdo con eso.

Lo veía necesario.

Ambos chicos se pusieron ropa formal ese día y aun así se las ingeniaron para llevar sus guantes negros a la escena, sería necesario.

Louis al principio le mostró sus guantes de latex a Harry y le indicó que se podían usar para tomar vasos sin dejar huellas, la gente no notarían ese color, en cambio el negro sí.

Ahí fué donde Harry le contra argumentó que esos guantes se podían romper si se ejercía mucha presión y quedarían inservibles, si querían ahogar a alguien necesitarían los de color negros.

Finalmente decidieron llevar ambos, por lo menos no hacían cosas a escondidas del otro, concordaban en el plan y en los objetos que llevarían.

No podían cometer errores esa noche, habían muchas cosas en juego y ya se estaban arriesgando por solo aparecerse en ese lugar.

Pero la confianza que se tenían era más que suficiente para motivarlos, lo lograrían en un abrir y cerrar de ojos.

Traitors |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora