Capítulo 12

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El mundo es un hospitalidad de sordos que se mienten a gritos.

Liberare mi fuerza cuando el momento preciso llegue seguiré mis reglas y aprenderé lo que necesito para luego irme y no volver.

Siento un ráfaga de nervios recorrer mi cuerpo dándome grandes golpes tratando de liberar las serpientes que navegan en mi interior con sus espaldas arqueadas volando sintiéndose lo mas increíble sin preocupación de liberarse, y solo están cavando un agujero profundo donde esconderse y quedarse hay y después ser liberadas para saciar su hambre.

¿Y ahora que va pasar?

Tyler, el universo continúa su curso dando un destello olvidado lo ocurrido de la noche anterior gritaba esa vocecita en mi cabeza.

Soy un desperdicio, mi conciencia pide a gritos que me largue olvidado todo lo que he vivido en este asqueroso lugar, ese zumbido corto recorrer mis tímpanos, mis párpados pesados, mi corazón palpita rápido, mis ojos solo miran cada movimiento que los maestros y policías dan.

Estoy harto de todo lo que pasa en este jodido lugar ya no aguanto ¿En que momento de mi vida deje que el miedo me carcomiera? ¿En qué momento dejé que todo esta basura que hay aquí me dormirá? ¿En qué momento?

Es imposible no poder disfrutar un momento del silencio relajado uno que pide a gritos déjenme ser el rey de aquí déjeme liberarme quiero que todos escuchen el silencio.

Pero mi vocecita me dice que todo es temporal y que todo el lío y la porquería de mi cabeza va desaparecer y que el recuerdo va dejarme estar paz calmando mis pulsos cardíacos.

Mis padres me dijeron que la única razón para venir al College Sprince era para alejarme de los problemas, que demostrará que yo podía lograrlo  que yo puedo ser el orgullo para ellos, que yo sería el hijo inocente que tuvieron en un tiempo.

Pero es que los problemas me siguen.

—¿Nadie sabe nada? —se podía escuchar la voz del director. —Vuelvo y repito ¿Nadie sabe nada? ¡¿Nadie sabe nada de quien le hizo algo tan terrible como quitarle la vida a una estudiante?!

El silencio pesado estaba presente nadie iba a decir nada al contrario todos estaban con la misma duda, todos querían saber quien le había quitado la vida a esta chica.

—Necesito que hablen —un oficial de policías dijo mientras se acercaba al lado del director —esto es algo muy delicado, si alguien sabe que fue lo que paso con ella por favor díganlo.

Ya teníamos todo el día en el gran gimnasio que tenia este lugar las puertas estaban cerradas y habían policías cuidándolas para que nadie entrará y nadie saliera.

—Si desean decir algo seria anónimo, nadie sabrá absolutamente nada, será información confidencial, los padres de esta chica vienen en camino y necesitan información y lo único que tenemos es que tenía un embarazo de dos semanas ¿De quién? No se sabe. —el oficial apuntó algo en su libreta mientras seguía hablando: —necesitamos su ayuda si saben algo díganlo sin temor.

¿Qué gano yo si digo todo lo que sé?

Exacto nada.

Y después esto llegará a oidos de mis padres al enterarse que no estoy apartándome de los problemas si no que estoy enredándome mas la soga al cuello, eso es lo que gano, cavar mi propia tumba.

El sonido de las puertas del gimnasio abriéndose hizo que cada uno de todos en este lugar volteáramos a ver quien entraba al lugar.

Entró un policía y a su lado estaba James vestido con su uniforme pantalones negros su camiseta blanca arrugada y el saco del traje no estaba bien colocado. Y eso me indicó una cosa, yo era él siguiente para que me hicieran mi interrogatorio.

Los chicos del College Sprince [Completa/editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora