Epílogo

195 38 50
                                    

Doce de la noche.

Ahora estoy como un ladrón escabulléndome de mi propia casa, agradezco que no hay perros, porque si no estuvieran haciendo bulla, y bueno sería el adiós a la discreción.

Salí por la puerta de la cocina, mamá siempre deja cerrado todo con llave. Después de que todos se fueron a sus habitaciones tuve que bajar y dejar la puerta sin seguro para así poder salir.

Tenía combinarme con el momento, jeans negro y sudadera negra, era perfecto para la ocasión.

Camine por la calle viendo mi casa desde afuera, estaba oscura, y no solo mi casa, todo el vecindario estaba en completa oscuridad. Las personas aquí son tan silenciosas y hurañas, que da la impresión de que es una cuidad fantasma.

Habíamos quedado que Dorian pasaría por cada uno, les di la dirección de donde vivo y dijeron que me esperarían en la esquina, supuestamente para evitar llamar la atención.

Vi una camioneta roja a lo lejos, a Diego y James viendo algo en sus celulares, cuando llegué a su lado salió Dante tomando una botella con agua.

—¿Por qué te tardas tanto? —dijo Dante.

—Porque me gusta ser el ultimo en todo —dije —¿Nos vamos? Tengo que estar aquí antes de que amanezca.

Subí al auto. Era espacioso y cabíamos todos sin problemas o ir apretados. Logan era quien iba a mi lado se miraba confundido y pensativo, iba en silencio viendo a través del vidrio.

Dante conducía, Dorian iba en el copiloto, había unos asientos que estaba doblados, y en cada uno iba Joshua y James; este último con su celular en mano, en los asientos de atrás íbamos; Logan, Diego, y yo.

Observó y analizó a cada uno de los chicos, no sé la razón por la que ellos escaparon, no sé lo que sus padres le dijeron, no sé si ellos estén bien.

Este no era final que yo quería.

Sé que estoy fuera de la muerte del maestro, quedo claro cuando los policías dijeron: si estos chicos dicen la verdad entonces sí fue un suicidio, y estos chicos solo se escaparon en el peor momento.

Me sentí aliviado cuando escuche eso, el oficial que nos había interrogado pensó que nadie lo estaba escuchando, pero nosotros sí ¿Quién podría dormir en una asquerosa celda?

Estaba tan jodidamente feliz de haber salido de ese problema. En mi corta y asquerosa vida me he metido en muchos problemas, pero nunca en uno tan grande como ese.

—¿Cómo está ella? —gire mi cabeza para ver a Logan —¿esta bien?

—¿Quién? ¿Carol? Sí, lo está.

—Es bueno saberlo.

—¿Qué tanto se dicen ustedes? —Diego preguntó —yo también quiero hablar, díganme que dicen.

—Que si ya vamos a llegar —Logan rodo sus ojos.

—Ah, eso —Diego miró a Dorian desde atrás —¿Ya vamos a llegar? Pueden pasar por unas hamburguesas, gracias.

—Son las doce de la noche, no hay lugares para eso, Diego —Dante parecía más serio de lo normal —, y espero que sí ya estemos cerca, verdad Dorian.

—Relájense, ustedes no tienen paciencia.

—Hemos tenido demasiada paciencia —Joshua respondió viendo su celular —y honestamente yo quiero estar en mi casa, así que espero esto sea rápido.

—Todos esperamos que esto sea rápido.

—Ahora mismo estuviera durmiendo —Logan coloco la capucha de su sudadera —enserio, puse una alarma por si me dormía, y me dormí, lo peor de todo fue que no quería levantarme.

Los chicos del College Sprince [Completa/editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora