Capítulo 28

138 38 42
                                    

—Que bien que llegaron —Carol se miraba emocionada, me miró pero inmediatamente ella calló, cuando miro a papá enojado, ella sin duda entendió esa referencia.

—Ve a quitarte esa ropa sucia, te bañas y te vienes rápido —las palabras de mamá sonaron muy frías y seguras —estoy hablando enserio, Tyler.

Asentí.

Entre a mi habitación, mi cama seguía con las sábanas hechas un desastre, así como las había dejado, el premio a la persona más aseada no sería para mí, de eso estoy seguro.

Mi cama me llamaba, quería tirarme en ella y solo dormir, pero no podía darme el gusto de ser un desobediente con mis padres, cuando es obvio que ellos no están de humor para hacerlos esperar más.

Entre a la ducha, y sentí el agua fría bajar por mi cuerpo, mis músculos se relajaron, y mis ojos se cerraron, mi respiración era tranquila, pero podía sentir la sensación de que lo que mis padres me dirían no estaría bonito.

Nunca he sido ese hijo con medallas, títulos, y excelentes calificaciones; todo mundo sabe eso, porque soy todo lo contrario, problemático, idiota, egoísta, egocéntrico e inmaduro.

Y después de tantos cagadales que he causado sigo sin entender que esta mal conmigo, ¿Por qué simplemente todo lo que hago por diversión?

Mi ducha fue rápida, no iba a hacer esperar más tiempo a mamá y menos a papá, que por cierto él no dijo nada en todo el camino devuelta a casa, y eso me informó una cosa: Estaba pensando todo lo que diría.

Él así es, piensa antes de hablar.

Mire mi rostro en el espejo del baño, soy un asco, tengo ojeras, mi cabello castaño ha crecido mucho; necesito un corte con urgencia, mis ojos están apagados. Soy el tipo de chico que odio.

Estoy enojado.

No con todo lo que pasó.

Estoy enojado conmigo mismo.

Siempre supe que era un idiota, pero esto que me está pasando ha superado la estupidez humana.

Y literalmente.

Nunca llegué a ser un chico impulsivo, pero ahora mismo mis manos estaban hechas puños, y no pude contenerme más cuando dirigí mi puño en el espejo, haciendo que se quebrara, mis manos que ahora tenían sangre.

El hoyo que había hecho con mi puño estaba en el espejo y pequeñas manchas de sangre estaban sobre el, y unos cuantos vidrios cayeron al suelo, y sobre el lavamanos, y mi sangre no fue la excepción...

Respire profundo, y coloque ambas manos sobre el lavamos, incline mi cabeza hacia delante, mi cabello estaba mojado y las gotas caían, y unas bajaban por mi rostro.

—¿Qué rayos esta pasándome? —levante mi mirada al espejo, donde me miraba borroso.

Negué con mi cabeza y salí del baño.

No pensé dos veces para ponerme lo primero que encontré, un pantalón de pijama y playera negra, sin dudarlo salí de mi habitación para ir a enfrentar el gran caos que yo mismo me busque.

—Ya estaba por ir a buscarte, pensé que te habías escapados como lo haces siempre —papá estaba cruzado de brazos.

Negué y me senté en el sillón.

—Tyler, déjame decirte que esta vez no solo será tu papá que te dirá de cosas, así como llamas los regaños que te damos —la voz de mamá se escuchaba muy seria y fuerte, algo demandante.

—Tyler —levante mi mirada a papá —en unos meses cumplirás dieciocho años, ya prácticamente eres un adulto, y te sigues comportando como un niño de doce, nosotros no vamos a estar ahí siempre para sacarte de problemas.

Los chicos del College Sprince [Completa/editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora