Capítulo 23

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Si me preguntan cuál es mi estado de ánimo ahora mismo diría: Enojado.

Nos vio la cara de imbéciles, pensó que sería divertido y no lo fue, y no sé porque hizo tremenda pendejada.

La noche anterior no había dormido por simple hecho de que me había escapado del College Sprince, mi mamá me empezó a decir un montón de cosas de que tenía que tener más cuidado y me limpio la herida, también me dio de cenar, en cambio papá estuvo a punto de regresarme, Nathan, ese pendejo se estaba riendo y gozando el momento, en cambio Carol, ella durmió pacíficamente como si nada estuviera pasando.

Estoy desvelado, acostado en mi cama, viendo el techo de mi habitación, y son las doce del medio día mientras el sol está demasiado fuerte y hace mucha calor. Yo el odio el calor.

¿Y ahora qué se supone que haga?

Estando en el internado estaba ahí por un propósito. Estudiar y graduarme -según mis padres-

En la madrugada escuché los regaños de mi papá diciendo que ni pensara que dejaría de estudiar, dijo que iba seguir en un instituto público, el cual me vale una reverenda mierda donde estudie, con tal no sea un internado corrupto no tengo problema.

Mis párpados pesan, tengo hambre, mi brazo me duele, pero estoy en paz, eso era lo que buscaba, estar tranquilo.

—Tyler -escuche esa voz suave proveniente de Carol. La ignore —¿No me vas a hablar?

Ni siquiera me moví, no hice nada, mi mirada seguía en el techo.

—Aplicando la ley del hielo, eh. —siguió hablando, y escuchaba como sus pasos se acercaban —Tyler, no puedes dejar de hablarme toda la vida, sé que en cualquier momento lo harás.

Baje mi mirada para centrarla en ella, me senté recostado mi espalda en el marco de la cama, dos par de ojos grises viéndose fijamente.

—¿Cuánto tiempo más vas a estar de orgulloso? —se cruzó de brazos. —Desde que llegaste no me has dirigido la palabra, eso duele.

Pueda que si este enojado por la jodida razón de que esta pendeja se hizo la muerta, y pueda que este actuando como un completo niño que se enoja con sus padres cuando no le dan lo que quiere.

—¿Qué tengo que hacer para que me vuelvas a hablar?

Ladee mi cabeza viendo con un desinterés muy notable, mientras ella estaba ahí parada, está aterrada y nerviosa.

—Quiero una cita con Rihanna -dije.

—Que gracioso —paso un mechón por su oreja y sonrió —eso fue divertido.

—Lo que tú hiciste no, eso no fue divertido.

—No quería que lo fuera, era la única opción que tenía.

—¿La única opción? De que carajos estas hablando.

—Ese internado no es normal —se sentó en una silla.

—Lo sé, estuve ahí y pasé mucha mierda.

Carol miraba el suelo, sus manos estaban juntas mientras juega con sus dedos pulgares, y está mordiendo su labio.

—¿Por qué? -cuestione.

—Estaba metida en un problema, corrijo estoy en un problema.

—Y no había mejor solución que hacerte la muerta, que inteligente la muchacha, solo a ti se te ocurre hacer tremenda pendejada.

—Tyler.

—¿Y sí yo también finjo mi muerte y aparezco ocho meses después? De puta madre.

Los chicos del College Sprince [Completa/editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora