Capítulo 25

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Y ahora mismo somos unos villanos, no es divertido serlo cuando uno solo quiso liberarse de las cadenas que nos ataban.

Y ahora siento que la locura me está consumiendo por dentro, estoy cayendo nuevamente en ese hoyo vacío y oscuro, recordando todo lo que pasó, lo que vi lo que hice.

No.

Yo no hice nada.

Sé que este mundo es caótico, lleno de males y oscuridad, pero nunca pensé que al entrar ahí me volvería uno de ellos, mentiroso, egoísta y débil, sin duda esta es la perfecta combinación de que hay oscuridad en mí, tal vez sea mi destrucción, este en mi castigo.

Suspiré antes de contestar una vez más la misma pregunta que me están preguntando una y otra vez.

—No lo hice, señor.

—¿Por qué te enviaron a ese internado?

—Para estudiar.

—Te escapaste ¿Aprendiste algo ahí?

—Sí.

—¿El qué?

Me incline hacia adelante poniendo mis antebrazos sobre la mesa, miraba los ojos del oficial y él también me observaba.

Sé que este señor quiere ayudarme, eso fue lo que me dijo, pero he aprendido muchas cosas en el College Sprince y una de ellas es no confiar en nadie.

—¿Sabe? Todos somos villanos en un cuento mal contado.

—No fue la respuesta correcta, será mejor que digas que fue lo que pasó en esa habitación.

—Señor —lo interrumpió quien se supone que es mi abogado —no lo presione.

Ahora mismo estaba en un interrogatorio, pero solo el oficial de policía, mi abogado, y yo. Los chicos volvieron a la celda y sus abogados los acompañaron.

Ellos ya habían sido interrogados, y yo era el único que faltaba, cuando mi interrogatorio termine traerían los chicos y volverían a preguntar lo mismo hasta que confesáramos.

Algo que no hicimos.

—Bien, voy a preguntar una vez más —dijo el oficial —Tyler, ¿Qué pasó cuando llegaste a ese internado?

—Conocí la maldad.

—¿La maldad? Se más especifico.

—Ese internado no es como todos piensan que es, ustedes deberían de ir a investigar e interrogar a todos los chicos de ahí, no a nosotros.

—No hables en códigos, Tyler.

—No lo estoy haciendo, usted pregunta yo contesto.

—Ustedes saben algo.

—No matamos al maestro.

—¿Quién lo hizo?

—Mi cliente ha confesado muchas veces que él no hizo ese delito —para ser honesto este abogado no me cae bien.

Podía defenderme solo, sin ayuda de él, no soy una persona que tienen paciencia, y este abogado ya me esta agotando la poca que tengo, sé que quiere ayudarme pero yo puedo hacerlo solo, este señor solo habla cuando le importa o piensa que no sé que decir.

El oficial asintió y se levantó de la silla, camino a la puerta y no sé que fue lo que le dijo a otro policía.

—Joven —mire al abogado —Usted no mató al señor ¿Verdad?

Lo mire mal, se supone que es mi abogado y no me cree, efectivamente me cae más mal.

—No, ¿No me cree? —él no dijo nada —porque si es así puede irse, yo puedo defenderme solo, sin ayuda suya, que por cierto no a hecho nada más que interrumpir al policía.

Los chicos del College Sprince [Completa/editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora