Capítulo 14

179 61 152
                                    

Y aquí vamos para arriba subiendo escalón por escalón, ¿A quién engaño? No hemos avanzado ni a paso de hormiga, seguimos estancados aquí en el mismo lugar en la misma situación y en la misma tarea.

Una noche de desvelo para nada, no hicimos tareas porque nos quedamos viendo películas de terror y suspenso absolutamente toda la noche. Y los cuadernos quedaron regados por todo el suelo.

Estábamos en el receso guardando cuadernos y sacando otros, esto de estudiar en un internado es horrible no te dan tiempo de nada, es como estar en una cárcel y no te dejan ni un minutos de paz en el que uno pueda descansar y dejar de pensar en tareas.

En los pasillos se escuchan risas, casilleros abrirse y cerrarse, algunos corriendo y entre otros sonidos que deseo omitir.

—Guapos, que bueno que los veo juntos.

Levante mi mirada a donde provenía la voz, y aquí estaba ella otra vez la chica que mire aquella tarde, Alisa.

Como siempre andaba impecable su cabello largo alisado su falda arriba de sus rodilla su camiseta blanca con su corbata, sus zapatos brillantes y su chaqueta no la andaba puesta, ni siquiera se donde la dejo.

—¿Necesitas algo? —Logan cerró el casillero y la miró.

—Siempre tan enojado, Logan. —ella ladeo su cabeza y le mostró una sonrisa.

—¿Ocupas algo? —James pasó su brazo por el hombro de Alisa.

—Bueno, ya saben que yo soy la presidenta del consejo estudiantil.

Los chicos asintieron y yo no tenía ni idea de qué había eso aquí.

—He querido hacer algunas actividades diferentes y como saben tuve que ir con él director a pedir su permiso —ella rodó sus ojos —quiero hacer una fiesta, pero él director quiere la firma de los estudiantes para saber si en realidad quieran.

—Somos como ochocientos —dijo Diego quien estaba recostado en el casillero con sus brazos cruzados y su corbata encima de sus hombros.

—Te corrijo ojitos azules —dijo Alisa —somos setecientos noventa y nueve, ya saben por la muerte de Julieth —dio un suspiro y volvió a levantar su cabeza —y además él director mínimo quiere trescientas ¿Qué dicen?

—¿Fiesta? —Dante arqueo una ceja —¿Dónde? ¿Aquí?

—Si, sería en el gimnasio, ustedes regálame sus firmas y yo me encargo de que esa noche sea inolvidable. —extendió una libreta y un lápiz.

—¿Cuándo sería? —dijo Dorian.

—Aun no se, pero si consigo las firmas necesarias será muy pronto, hacer una fiesta implica, compras, decoración, conseguir la música, traer la comida adecuada, refrescos.

—¿No habrá alcohol? —pregunté.

—Tyler, no ¿Cómo crees? A mi me encantaría pero no podemos ser tan exagerados, además estaremos supervisados por los maestros —giro sus ojos y paso un mechón por su oreja.

—Yo si quiero fiesta —Joshua le quito la libreta y firmó y una sonrisa se formó en el rostro de Alisa.

—Mil gracias, son unos hermosos ángeles. —pasaron la lista a todos y cada uno dio su firma.

Una fiesta es increíble ¿Hace cuanto no voy a una? Hace mucho a la última que asistí fue hace como un cinco meses y ni fiesta era porque fue un quince años, fue horrible ese cumpleaños la niña mimada decoro todo de girasoles ¿Que pensó que era? ¿Un jardín?

En cambio si realizan una fiesta aquí y espero así sea, seria increíble nunca he ido a una donde no me lleven a una comisaría de policías por pleito o cosas así, ya hasta se esta olvidando todo esos problemas que causaba unos meses atrás.

Los chicos del College Sprince [Completa/editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora