Capítulo 9

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Los dos llegaron al lugar donde vive Bakugo, es un apartamento en un buen edificio.

—Guau... Solamente vine aquí cuando lo compraste, ha cambiado mucho —comentó el peli verde mientras miraba los alrededores.

—Claro, lo arregle a mi modo —respondió Bakugo mientras cerraba la puerta.

—De verdad muchas gracias por dejar quedarme, buscaré un lugar cuando tenga tiempo —dijo mirándolo y le sonrió.

—Quedate el tiempo que quieras, deberías irte a bañar, estas sucio —comentó al ver sus ropas y rostro cubiertos de ceniza.

—Sí recuerdo bien... El baño es ese — señaló una puerta cerca de la habitación de Bakugo.

—Sí, ¿qué quieres comer? —preguntó.

—Me comeré cualquier cosa que hagas, siempre cocinas delicioso —respondió Izuku mientras agarraba su mochila y se metió al baño.

Bakugo se sonrojo al oír eso, por una parte porque se sintió halagado y por otra porque pensó algo lascivo, se golpeó la cabeza con la mano. Caminó hacia la cocina y abrió la nevera para sacar algunos ingredientes.

«No merezco que seas tan bueno conmigo Deku», pensó.

Izuku cerró la regadera, empezó a secarse el cuerpo con la toalla, abrió su mochila y sacó un suéter y un pantalón cómodo. Su corazón empezó a latir con más fuerza, ya que se siente un poco nervioso, definitivamente no debió de aceptar la ayuda de Bakugo, ya que no quiere que esos sentimientos sigan volviendo y al quedarse con él, será más complicado. Abrió la puerta y salió, se adentró a la cocina y se emocionó al oler lo que cocinaba su amigo.

—¡Waah! ¡Estas haciendo Udon y Onigiri! —dijo en voz alta un poco emocionado.

Bakugo se dio la vuelta y lo miró de abajo hacia arriba.

«Se ve bien, el pantalón le queda bien y el suéter es uno normal pero... ¿No le queda algo corto? Puedo ver un poco de su abdomen... Se ve tan lindo», pensó.

—¿Qué pasa Kacchan? ¿Por qué me miras así? —preguntó.

—Por nada, ese suéter te queda algo corto —respondió al darse la vuelta y revolvió la sopa con los fideos.

—Oh... Este suéter fue lo primero que saqué de mi mochila, bueno de la poca ropa que pude agarrar, si quieres me pongo otro suéter o un abrigo.

—No tienes que hacerlo, solo fue un comentario. Puedes sentarte en el sillón y encender la televisión si quieres, dentro de poco estará la cena.

—Está bien —dijo con una sonrisa y se dio la vuelta.

«Oh por Dios... Que lindo trasero... Espera, ahora que lo pienso... En su traje también se le nota el trasero», pensó.

Izuku se sentó y empezó a ver un canal donde hacían cosas graciosas y no podía parar de reír. Después de unos minutos Bakugo lo llamo para que fuera a comer, se sentaron en el comedor, se miraron e Izuku se sonrojo un poco y empezó a comer. Bakugo al ver tal acción sonrió, le pareció tierno.

—¡Delicioso! —expresó Izuku comiendo a gusto y muy feliz.

—¡Come despacio, tonto nerd! —dijo en vos alta.

—Lo siento Kacchan, pero es que está realmente delicioso, gracias —respondió con una sonrisa.

—No sabes comer bien, tienes un grano de arroz a lado de tu boca —dijo y acercó su dedo. Miró el arroz y luego a Izuku, sonrió y metió el pequeño grano en su boca.

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