Capítulo 25

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Pasaron varios días, hoy me levante y me mire en el espejo, no me veo tan mal como los días anteriores... Mis ojeras no se notan tanto, ya no se ven tan rojos por andar llorando, agh... Ya no quiero estar así, ¡hoy es un nuevo día, así que vamos Izuku, tu puedes!

Hice lo mismo de todas las mañanas, terminé de vestirme y fui a desayunar con los chicos.

—Buenos días chicos, hoy es un día muy hermoso —dije con una sonrisa, por una parte no era mentira, el día está hermoso.

—Buenos días Midoriya —dijo Yaoyorozu con una sonrisa.

—Buenos días Deku-kun, tienes razón, el día está muy bonito —comentó Uraraka.

—Midoriya, ¿estás bien? Te vez algo feliz —dijo Mineta.

—Ah sí, hoy iré a visitar a mí mamá, por eso estoy feliz.

—¡Chicos ya es hora de desayunar! —dijo Jirou en voz alta y todos nos sentamos a comer.

—Esto está delicioso, me encanta, ¿quién lo hizo? —pregunté.

—Lo hizo Bakugo, él cocina muy bien —respondió Yaoyorozu.

¿Por qué pregunté? ¿Kacchan siempre ha cocinado tan bueno? No lo sabía... Ahora que lo pienso él siempre ayuda en la cocina... Tengo que decir algo, ya es hora de volver a la normalidad.

—¡Oh! No sabía que cocinabas tan bueno —dije al mirarlo y sonreí de oreja a oreja.

Noté sorpresa en su rostro y sonrió.

—Gracias Deku —comentó y siguió comiendo.

Todos terminamos de comer y nos dirigimos a la escuela.

Entré al salón y puse mi mochila en mi asiento, le sonreí a Kirishima ya que paso a lado mío y salí del salón. Me dirigí al patio y me senté atrás de un árbol, ya no quiero que esto siga así, tengo que volver a la normalidad, extraño como era todo antes, extraño reírme con los demás, con Kacchan, extraño cuando él se quejaba en los entrenamientos, extraño entrenar con él y con All Might.

Fue bueno ver a Kacchan sonreír hoy... Pero ahora que lo pienso, estos días él no había sonreído... Necesito acabar esto, tengo que olvidar estos sentimientos.

Sin darme cuenta ya me encontraba llorando y escuché los pasos de alguien viniendo hacia mí y vi que era Kirishima, me miró con asombro y fue hacia mi rápidamente y empezó a secarme las mejillas con sus dedos.

—¿Qué pasa Midoriya? ¿Por qué lloras? —preguntó preocupado.

—No te preocupes Kirishima, estoy bien, solo estaba pensando y no me di cuenta que estaba llorando —trate de sonreír.

—Midoriya, no soy un tonto, desde hace semanas andas mal, todos nos hemos dado cuenta, todos estamos preocupados, pero el que está más preocupado por ti es Bakugo, he visto que ya no se hablan, ¿qué es lo que paso? —preguntó algo exaltado y preocupado.

—¿Kacchan está preocupado? —pregunté.

—Sí y mucho, por favor puedes confiar en mí, no se lo diré a nadie, dime que es lo te está pasando.

«¿Esta bien que le diga? Kacchan está preocupado por mi... Todos están preocupados... Tengo que arreglar esto», pensé.

—Esta bien, te contaré todo —se sentó a lado mío y le empecé a contar todo desde el principio, desde el momento en me enamoré de Kacchan. Ya pronto va a tocar el timbre así que nos fuimos directo al salón y seguíamos hablando por el pasillo.

—Midobro, te ayudaré a superar a Bakugo, te ayudaré en lo que necesites, cuenta conmigo —sonrió y abrió la puerta del salón.

—Gracias Kirishima, eres un buen amigo —dije riéndome un poco.

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