No si tu sangre es el precio.

191 16 0
                                    

No puedo ni quiero seguir llevando esta vida eternamente.

Hoy me desperté llorando, dándome cuenta de que ya debería haber empezado la universidad y de que solo queda un mes para mi cumpleaños.

Por eso le he dado esquinazo a Coco y me he ido a un locutorio. Lo hago cada tres o cuatro días, saco tiempo y algún euro de donde sea y me conecto a internet.

Rastreo la red en busca de ua pista que me lleve a mi tía. Páginas de arte, galerías, redes sociales.

Me centro en la búsqueda se Lara Aguirre.

Ya no miro mis redes sociales ni mi correo, me hace demasiado daño leer lo que dicen de mi los que hasta hace poco eran mis amigos y besaban por donde yo pisaba.

Pero la perseverancia tiene su recompensa y al fin encuentro una reseña sobre Lara. Anuncian su próxima exposición en la ciudad, después de llevar años ausente del país.

Grito de alegría pero nadie me mira.

No especifican fecha pero apunto el nombre, la dirección y el teléfono de la Galería.

Es como si levitara de pura alegría, mis pies no tocan el suelo, no corro, vuelo hasta la pensión.

Cuando abro la puerta de nuestra habitación dispuesta a contarles a mis amigos las novedades, ni siquiera saben que estoy intentando encontrar a la hermana de mi madre. Lo primero que veo es a Coco contando billetes encima de la cama.

- Y eso?- pregunto con los ojos como platos. Antes de que me conteste Dani sale del baño solo cubierto por una toalla sujeta a la cintura, aparto la mirada de su cuerpo instintivamente.

- Lo he ganado yo, en un rato.

- Cómo?- le miro muy seria, tiene el labio roto y el pómulo derecho machacado.

- Boxeando.

- Boxeando?

- Si! Ha sido alucinante!- Coco salta de la cama y empieza a dar golpes al aire imitando la hazaña de su hermano, él le ríe la gracia y yo les observo furiosa- lo tenías que haber visto, la próxima vez tienes que venir! Nadie esperaba que ganara, por eso hemos ganado más, todo el mundo apostó en su contra! Ha dejado al otro tío destrozado, no lo va a reconocer ni su madre!

- Peleas clandestinas o algo así?- gruño

- Algo así! Que fuerte! Mi hermano es una picadora de carne, te lo puedes creer?

- No, no me lo puedo creer- ya me han estropeado el día, ahora más que nunca necesito irme cuanto antes, recuperar mi vida, fingir que esto ha sido una pesadilla, olvidarme de él y toda esta miseria que le rodea. Dani me obstaculiza la entrada al baño y con solo mirarle se aparta.

No pienso beneficiarme de que le partan la cara o él se la parta a otro igual de necesitado. Como si fueran Gladiadores, sangran para entretener a otros.

Solo salgo del baño cuando escucho cerrarse la puerta. Habrán salido a celebrarlo. Cuando salgo me encuentro con

Dani que me espera sentado en su cama, la que queda justo en frente del baño.

Me siento desnuda, solo llevo una toalla que ajusto sobre el pecho. Por suerte él ya se ha vestido.

No retira la mirada, me estudia de arriba a bajo lentamente.

- Donde está Coco?- le pregunto para desviar su atención.

- Ha bajado al Bar, está como loca, nos está esperando, vistete te espero abajo.

- No voy a ir, estoy cansada.

- Venga ya! No seas tonta! Podemos dejar de preocuparnos por la pasta durante unas horas?

- No es mi dinero y no quiero saber nada de él - me pongo frente al espejo intentando parecer natural. Le doy la espalda pero veo como se acerca a mi.

- Que delgada estás.

- Siempre lo he sido.

- No tanto, cuando te conocí no se te notaban tanto los huesos y mira tus manos- me las agarra pegándose a mi espalda, me aparto y pongo distancia entre nuestros cuerpos.

- Ya lo sé! Están estropeadas y mira tengo raíces! Sorpresa! En realidad no soy tan rubia... Todo fachada y se va a la mierda por segundos!

- No digas chorradas, eres preciosa, además ahora nos irá mejor, no tendrás que currar tanto y podremos comprar ropa de abrigo y...

- Calla! Qué quieres? Mantenerme? A costa de tu sangre? No puedo! No quiero! Es como si te prostituyeras!

- No me jodas, Cristina! No tiene nada que ver.

- Para mi si, no quiero dinero manchado con tu sangre!

- No seas dramática.

- No quiero que te hagan daño, no soporto que esa gentuza se aproveche de ti.

Sin cruzar ni una palabra mas me agarra por la nuca y me besa.

Al principio me resulta extraño, como si pudiera vernos desde fuera. Qué estoy haciendo?

Pero en cuanto la punta de su lengua toca mis labios dejo de pensar, me olvido de que hasta hace no mucho no le hubiera dirigido ni una mirada a éste chico. Noto un hormigueo en la boca, un calor líquido que corre por mis miembros hasta el centro de mi cuerpo.

Me abrazo con fuerza a él, a su cintura, a su espalda, como si quisiera fundirlo a mí.

Nunca he tenido tan poco control sobre mi misma.

Mis manos se cuelan desesperadamente debajo de su sudadera, como si me fuera a morir si no tocara su piel.

Mis pies dejan de tocar el suelo, no es que esté volando, aunque creo que seria capaz, es que Dani me levanta del suelo, apretandome más y más a su cuerpo.
Mmmmmm gimo sin poder evitarlo.

Así que si soy capaz de sentir ese deseo del que hablan libros y películas, no hay nada malo en mi, el problema era Roberto, que está muy lejos de ser el adecuado, de ser Dani.

- Mierda, mierda- gruñe dejándome en el suelo, frotándose la cara.

- Porqué te pones así? Dani, no pasa nada malo.

- Si que pasa, vistete por favor- de repente parece incapaz de mirarme- te esperamos en el Bar.

Se va sin decir nada más.

Voy al Bar pero es como si todo hubiera cambiado.

Dani ríe y bromea pero no me mira a la cara y evita por todos los medios tocarme.

Una reacción muy poco halagadora al mejor beso de mi vida.

No quiere complicarse la vida, ya me lo dijo antes, al parecer el beso no fue lo suficientemente bueno para él como para hacerle cambiar de opinión.

Te encontré en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora