Sola...

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Así estoy por primera vez en mi vida, sola.

Esta mañana mi nueva enfermera, que se llama Clara y acaba de terminar la carrera, ha entrado en mi celda, porque es lo que es, y me ha obligado a ducharme y arreglarme.

- Alegra la cara! tienes una sorpresa.

- Una sorpresa? Una lobotomía?

- Nooo, no seas mala. Es algo que llevas pidiendo desde que ingresaste.

- Mi padre? - casi grito de la emoción y ella asiente sonriendo, la abrazo de la emoción y las dos nos reímos.

Creí, como una idiota, que mi infierno había acabado, que mi padre me creería a mi antes que a su esposa o que al director de la clínica que solo se basaba en el testimonio de ella.

Bajé a la salita de visita con el mejor aspecto que podía conseguir con los medios de los que disponía.

Mi padre me esperaba sentado en un sillón de cuero blanco frente a un juego de té, como si estuviera en una de las mejores cafeterías de la ciudad. Al verme entrar en la habitación se levanta y me abraza emocionado y me siento segura entre sus brazos, como si fuera niña de nuevo.

- Papi menos mal que has vuelto, vámonos ya por favor, ya tomaremos café en otro sitio, tengo que quitarme este maldito chándal de algodón antes de que me salgan ronchas.

- Cariño las cosas no son tan fáciles, sientate.

- No quiero sentarme, quiero irme Papá por favor, volvamos a casa, tienes que saber la verdad.

- Qué verdad? Que atacaste a Raquel? A tu hermana!!!!

- Eso es mentira!! Papá, la pillé en la cama con otro! Por eso me echó algo en el chocolate y cuando desperté estaba aquí... Quiere que pienses que estoy loca... Para que no la dejes por ponerte los cuernos.

- Pero te estas escuchando, Cristina? Eres consciente de lo absurdo que suena?

- Te parece mas lógico que me de un brote de locura?

- Has estado bajo mucha presión, vas a empezar la universidad...pero ahora no te preocupes por nada, deja que te cuiden.

- Y tiene que ser aquí?

- A casa de momento no puedes volver, el doctor opina que debes quedarte aquí una temporada, en un ambiente tranquilo y estable.

- Osea que no me crees - ni siquiera me miró a los ojos, miraba su taza como si fuera a encontrar la verdad suprema en ella - vas a dejar que me pudra aquí porque la crees a ella- no necesité oír mas, me puse en pie y salí de la sala, ni siquiera me di la vuelta cuando me llamó.

Subí las escaleras corriendo y me escondí en mi celda.

Clara me subió la comida e intentó animarme.

- Mañana querrán que bajes al jardín y tendras que hacerlo, en cuanto mas caso hagas antes saldrás de aquí.

- Eso no depende de mi, Clara, no saldré de aquí nunca- gemí llorando y le conté a la única persona que parecía querer escucharme mi triste historia.

Clara me escucha boquiabierta, miramos juntas mi facebook, mi vida que ahora me parece tan extraña, como si hubiera pasado hace mil años y se queda aún más alucinada.

Me cree, no solo lo sé porque me lo dice sino que lo veo en sus ojos.

- Clara, me tienes que ayudar nunca saldré de aquí.

- Perderé mi trabajo.

- No si nadie sabe cómo logré escaparme.

- Lo sabrán. Es mi primer curro, Cris, tu no sabes lo que es buscar trabajo.

- Es mi vida, ponte en mi lugar.

Clara se fue de mi celda disculpándose pero algo me decía que me ayudaría.

Al día siguiente, cuando me trae el desayuno y las pastillas que no pienso tomar me dice;

- Te ayudaré a escapar, ni siquiera se cómo o qué pasará despues pero lo haré. No puedes permitir que esa bruja se salga con la suya.

La abrazo y me doy cuenta que es la primera vez en mi vida que alguien hace algo por mi sin esperar algo a cambio.

Te encontré en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora