Encuentro con el pasado...

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Accedí a ir porque sabia que sufriría más si esperaba en la habitación, montándome películas de lo que podía estar pasando.

Necesitaba estar cerca de él, aunque él cada día se comportaba de forma más indiferente, como si yo no existiera.

Cuando empezó a vendarse las muñecas y las manos, aquí no hay guantes, es boxeo a puño desnudo, carne contra carne, hueso contra hueso y mucha mucha sangre, se me empezó a revolver el estómago.

No hay normas, ni seguridad, ni siquiera un mal árbitro.

No tiene nada que ver con el boxeo legal. Se parece más a las peleas de perros.

Es sucio, es cruel, es denigrante.

Denigra más a los que disfrutan viéndolo, a los que apuestan, a los que se excitan cuando les salpica la sangre.

Cuando veo a su contrincante solo puedo taparme la boca, corro hacia Dani e intento hacerle entrar en razón:

- No pelees, es inmenso y está cuadradisimo, por favor, por favor- le agarro la cara e intento que me mire a los ojos.

- No es inmenso, no seas tonta- se ríe- yo soy más rápido, ya le he visto pelear, sé donde me meto.

Coco me arrastra hasta la primera fila, está eufórica, su hermano es su héroe, aunque para mi Dani demuestra que es un héroe en muchas otras cosas que no tienen nada que ver con pelearse.

Creía que podría, que aguantaría verlo partirse la cara y sangrar, pero no, supongo que es muy diferente ver pelear a un desconocido que a alguien a quien quieres.

Quiero a Dani? Si, le quiero, definitivamente y sin dudas, de una forma mucho mas profunda y dolorosa de la que me gustaría reconocer ante mi misma.

Por eso no puedo seguir viendo ese terrible espectáculo aparto la vista pero no me atrevo a moverme por miedo a despistarle.

Hasta que algo o mejor dicho alguien, me obliga. Tardo unos segundos en reconocerle, como si mi anterior vida hubiera sido hace siglos, como si realmente fuera otra vida, pero es él, le reconozco entre esa panda de energúmenos que apuestan y jalean la pelea, que se exaltan con la sangre, Fede, el mejor amigo de Roberto.

Seguramente estaba muy bien informado sobre la realidad de mi misteriosa desaparición, no podía permitir que me descubriera.

Intenté moverme de forma sigilosa para que Fede no se fijara en mi y Dani no se despistara, pero al parecer el sigilo no es lo mío.

Dani recibió un puñetazo en las costillas por mirar hacia mí lo que al parecer llamó la atención de Fede en mi dirección.

Aún así no me paré, eche a andar sin mirar atrás, no contesté cuando Coco me preguntó a donde iba, ni siquiera cuando escuché mi nombre en la voz de Fede.

- Cristina, CRISTINA-  nada, no me inmuto, sigo andando fuera de ese local abandonado por esa calle desierta, ni siquiera sé ubicarme para llegar a la pensión. Fede no se da por vencido corre detrás de mi y me agarra del brazo haciéndome frenar en seco- porqué te escapas de mi?

- No sé quién eres, creo que te confundes.

- No, Cristina del Olmo, no me trates de idiota.

- No sé quién es la tal Cristina del Olmo, ya sabes que todos tenemos un doble...así que si me sueltas...

- Cristina, has visto demasiadas películas si crees que me voy a tragar semejante chorrada. Estás bien? Porqué huyes de mi?

- No huyo de ti...- es absurdo seguir fingiendo que no soy yo- es que no te ha contado tu amiguito lo que ha pasado?

- Si, me lo contó y sabes lo que creo? Que es un gilipollas, tenía que haberte ayudado...

- No me digas lo que quiero oír, Fede. Sé lo que todo el mundo habla de mí.

- Yo no soy todo el mundo. Además nadie sabe exactamente que ha pasado contigo, tu padre es muy discreto y Roberto solo me contó lo de la clínica a mi. La mayoría de la gente cree que te estás desintoxicando o algo así.

- Y tú que crees?

- Que eres la persona mas cuerda que conozco... Ven conmigo a cenar, tenemos mucho que hablar, tienes que contarme lo que has hecho todo este tiempo.

- Cristina! - vaya, el que faltaba, veo aparecer a Dani sangrando por la nariz y sujetándose las costillas apoyado en su hermana - Se puede saber a donde vas?- cuando llega a nuestro lado mira de arriba a bajo a Fede, su impecable camisa blanca de diseño, sus vaqueros de marca y zapatillas a la última, parecen de mundos diferentes, son de mundos diferentes en realidad.

- A ninguna parte, no soportaba el espectáculo.

- Quién es este tipo?- escupe Fede con desprecio- estás con él?

- No "estoy" con él, Fede, es un amigo.

- Amigo?- no sale de su asombro, le hubiera sorprendido menos que tuviera de mascota un elefante rosa.

- Fede tengo que irme, no le cuentes a nadie que me has visto, por favor- le agarro la mano y Fede tira de mi y me abraza.

- Cris, quiero ayudarte, te veo desmejorada...mandame un mensaje a Face, Twitter...a donde sea pero hazlo. No soy Roberto, yo te ayudaré.

- Ok Fede, eres un amor- estrecho el abrazo y casi tengo ganas de llorar. Dani esta tenso, lo noto sin tener que mirarle, carraspea y Fede y yo al fin nos separamos.

Los dos machos alfa se miran de arriba a bajo antes de irse cada uno por su lado.

Coco, Dani y yo caminamos en un silencio tenso hasta la boca del metro.

- Fede eres un amor- me imita Coco para romper el hielo, me río, no puedo evitarlo, pero a su hermano no le hace ninguna gracia, sigue muy serio, mirándome fijamente sentado frente a mi.- por cierto, Dani ha ganado.

- Estas bien?- le pregunto al aludido al fin- parece que te cuesta respirar, y si tienes las costillas rotas?

- No las tengo rotas.

- Cómo lo sabes?

- Porque ya las he tenido rotas antes y es mucho peor. Quién era ese pijo?

- Un antiguo amigo.

- Amigo? Parecía más que eso...

- Era amigo de mi novio, quiere ayudarme.

- Ayudarte? A què? Quiere ayudarse a sí mismo a quitarte las bragas.

- A ti que te importa? Estás celoso?

- Si, sobretodo eso- bufa

- Pues ya está, si le dejo quitarme las bragas o no es mi problema.

No volvemos a dirigirnos la palabra en todo el trayecto, ni cuando llegamos a la pensión y por mucho que Coco intenta relajar la tensión entre nosotros no lo consigue.

Aún así intento ayudarle a curarse pero me despacha con un gesto de su mano para que me aparte, como si no soportara que lo tocara.

Perfecto en cuanto antes me largue de aquí antes recuperaré mi vida y antes empezaré a olvidarme de él.

No voy a perder ni un día más, si no recuerdo mal el padre de Fede es uno de los abogados mas importantes de la ciudad, se lo contaré todo con pelos y señales, puede que realmente quiera llevarme a la cama, como dice Dani, pero creo que era sincero cuando dijo que quería ayudarme.

Te encontré en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora