Caminando por el filo de la navaja

167 9 0
                                    

No puedo negar que me sentí un poco culpable cuando fui a despedirme de Sean al aeropuerto.

Me abrazó sin molestarse en disimular su cara de decepción...

- Espero que seas feliz, Cris... Y que cuando vuelvas a New York la felicidad te dure.

- No pareces muy convencido...

- No lo estoy... No creo que Daniel sea hombre para ti pero quiero equivocarme, creeme.

Vuelvo a casa...no, voy a casa de Dani, vuelvo a Dani, con miedo porque a veces temo que Sean tenga razón.

Que Dani no es para mi, que somos demasiado diferentes, que nuestras vidas están destinadas a chocar una y otra vez sin llegar a mezclarse nunca.

Pero sé que pase lo que pase no puedo apartarme de él, aunque quisiera.

No elegimos al amor de nuestra vida... simplemente esa locura nos asalta, se apodera de nosotros y no podemos hacer nada para escapar.

Nunca pensé que volvería a pasar por esto, las peleas clandestinas, el miedo, la incertidumbre.

El pánico a que le hagan daño de verdad, a que sufra, a no volver a verle.

Intentamos fingir que somos una pareja normal, como todas las de nuestra edad.

Aunque cada pocos días tiene marcas nuevas y apenas se habla con su hermana.

Aprovechamos cada minuto que podemos para estar juntos.

- Quiero que vengas a vivir con nosotros, empezamos viviendo juntos y ahora cada uno en su casa, no lo veo lógico, Cris.

- Que venga a vivir aquí? - casi me caigo de su minúscula cama- si es pequeño para vosotros dos!

- Así que mi cuchitril es poco para la princesa!- se pone en pie furioso y empieza a vestirse dándome la espalda.

- Venga ya, Dani! He vivido en sitios bastante peores! Sabes que viviría en el infierno con tal de estar contigo ...

- Entonces? - se vuelve hacia mi con los brazos cruzados sobre el pecho desnudo - Cuando empezamos la mudanza?

- Cuando quieras! Pero no seré yo la que me mude aquí... Nos mudaremos los tres! Heredé un apartamento de mi madre pero aún no he tenido valor para ir siquiera a verlo! creo que ya es hora...

- No pienso ir a vivir de prestado... Me sentiría como un chulo viviendo en tu casa.

- Qué chorrada! Osea que yo puedo vivir en tu casa pero tu en la mía no... No sabia que eras un puñetero machista!

- Machista? Yo? No tiene nada que ver con ser tío o tía...se trata de que yo seré pobre y tu estarás forrada pero no voy a vivir como lo que no soy!

- Deja tus chorradas de dignidad de clase, Daniel! Empiezas a cansarme!

- Es un ultimátum?

- A veces me agotas, Dani, es como si nunca tuvieras suficientes problemas! Me largo! Cuando recapacites...y pienses con la cabeza, me llamas.

Se queda ahí mirándome sin parpadear mientras me visto y salgo por la puerta...

Me llama antes de darme tiempo a llegar a casa.

- Tendrás que darme la dirección de nuestra nueva casa, no? Para empezar la mudanza, vamos, digo yo...

- Y Coco? Aceptará mudarse?

- No está en situación de ponerse chula... Cuando nos mudamos?

- Mañana podemos ir a verlo...pero está noche mi tía duerme fuera...

- Si acaba de llegar.

- Dani! Eso no es lo importante... Estás espeso, EH?

- Quieres decir que te mueres por que vaya a dormir contigo, no?

- No, si vienes a dormir puedes quedarte en tu casa.

Para mi sorpresa Dani parece hasta ilusionado con la mudanza y Coco, consciente del lío en el que ha metido a su hermano no se atreve a quejarse, ni de mudarse a un barrio pijo, ni de vivir con "la parejita"

La que peor lo lleva es mi tía, aunque le explico que no es por ella, que es la única familia que me queda, sigo sin poder ver a mi hermana y me niego a escuchar a mi padre.

Le debo todo a mi tía, hasta que me hayan admitido fuera de plazo en Bellas Artes.

Aunque a veces pienso que lo mejor que podía hacer es estudiar medicina o enfermería ya que mi novio cada día llega con una nueva lesión... Vaya!, que raro se me hace llamar "novio" a Dani, Dani es mucho más que un novio para mí. Es tanto que si me paro a pensarlo me entra pánico.

El ritmo de peleas es infernal, no sé cuanto tiempo aguantará así sin tener una lesión grave, hasta Fede vino a verme preocupado porque había dejado las peleas seguras y legales que él organiza para pelear para una gente muy peligrosa.

Qué iba a decirle a mi amigo? Que Dani no lo hace porque quiere? Que le obligan? Que no sé como saldremos de ésta?

- Cuanto tiempo vas a pelear para esa gente?

- Hasta que consideren que la deuda está pagada.

- Osea...nunca! No se van a quedar sin la gallina de los huevos de oro!

- Y qué quieres que haga?

- Ir a la policía! Antes de que te maten en una de esas dichosas peleas salvajes! Mira... Hoy puntos en una ceja, anteayer un hombro dislocado... No podemos seguir así! Si no vas tú iré yo!

- Ni se te ocurra! - me agarra por la nuca con fuerza y pega su frente a la mía - no puedes ir a la poli porque nos liquidarian a los tres.

Te encontré en el infierno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora