Nos quedamos tumbados, desnudos, con las respiraciones acompasadas durante una eternidad.
Dani pegado a mi espalda, casi encima de mi, nuestras manos, nuestras piernas, entrelazadas.
Ni siquiera me atrevo a moverme o hablar por si esto resulta ser un sueño y me despierto.
Aún tengo el cuerpo hipersensible, no, definitivamente no ha sido un sueño. Ha sido muy real, como lo es el peso del cuerpo de Dani sobre mí, su calor, su aliento en mi cuello.
- Porqué no me lo dijiste antes?- sé a lo que se refiere, me obliga a girarme para que le mire a los ojos.
Nunca olvidaré su cara de sorpresa cuando se dio cuenta de que era virgen, todo su cuerpo se tensó: sigue, por favor, susurré a duras penas, pensando que moriría en el intento, que nuestros cuerpos no encajarían jamas y al mismo tiempo negándome a admitirlo.
Me equivocaba, después del relámpago inicial de dolor en el que tuve que morderme los labios para no gritar. Dani tapó mi boca con la suya y se movió muy muy lentamente, hasta que mi cuerpo se acostumbró a la invasión.
Se meció conmigo, a mi favor, me tocó justo donde debía, donde ni siquiera yo sabia que deseaba.
Nunca había imaginado esa increíble mezcla de dolor y placer y aunque estaba dolorida también estaba más que dispuesta a volver a sentirla de nuevo.
- No te lo dije por si salias corriendo- cuando me escucha rompe a reír - serás idiota, porque te ríes?
- Porque aunque hubiera querido ser un caballero no creo que hubiera podido parar, no tienes ni idea del poder que tienes sobre mí y lo odio pero no puedo hacer nada y ahora acabas de joderme la vida.
- Porqué dices eso?- intento incorporarme indignada pero tira de mi y me pega aún más a su cuerpo.
- No voy a poder olvidar nunca que me hayas elegido, que haya sido el primero...
- Y el último, si tu quieres, claro.
- Shhhhh- me tapa la boca con la suya- no prometas lo que no vas a cumplir, ya me ha pasado demasiadas veces.
- Porqué quieres estropear el mejor momento de mi vida, Dani? Ya quieres darme la patada?
- Estás loca? No quiero estropear nada, creeme que éste también es el mejor momento de mi vida, ni siquiera puedo creermelo, eres..eres mucho más de lo que nunca me he atrevido a soñar. Por eso no quiero que me prometas nada, porque sé que no eres para mi y no puedo pensar en lo que harè cuando te vayas cuando aún tengo tu sangre en mí.
- Dios mio! - miro hacia abajo y nos veo a ambos manchados, dioooos que horror, que asco- que vergüenza, no seas asqueroso... Ni me había dado cuenta.
- Asqueroso? A mi no m parece asqueroso, nada que venga de ti puede serlo, no te tapes la cara, mírame.
- Vamos a la Pensión, necesito ducharme.
- Aún no estoy preparado para separarme de ti- sonríe y no puedo evitar besarle, me lo comería.
- Eres taaan guapo, tan perfecto, hueles tan bien y sabes aún mejor- murmuro hundiendo mi cara en su pecho.
- Por lo que más quieras no sigas o no podré contenerme.
- Nadie te ha pedido que te contengas, grandullón.
Me ayuda a limpiarme y vestirme, no podemos quitarnos las manos de encima.
No podemos creernos nuestra suerte cuando llegamos a la habitación y la encontramos vacía.
Sin necesidad de decirnos nada vamos directos al baño. Nunca pensé que ducharse con un chico sería tan genial ni que me sentiría tan cómoda, tan segura de mi misma desnuda a su lado, siendo lavada y acariciada por él.
Nunca podré cansarme de él y no quiero ni pensar en que algún día él pueda cansarse de mí.
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Te encontré en el infierno.
RomanceSiempre pensé que mi vida era perfecta. Tenía todo lo que el dinero podía comprar y creía que en ello residía la felicidad. Estaba encantada siendo la niña mimada de papá, como si eso me hiciera invulnerable. No sabia lo equivocada que estaba y me...