Por la mañana me sentía como una mierda y no solo por la resaca!
Me había comportado como una idiota, está claro que el alcohol no es lo mejor para conservar la dignidad.
Cuando escuché sonar mi móvil decidí no cogerlo, seguro que era Sofía para contarme las proezas sexuales de Dani y no podría soportarlo, no antes de tomarme un café y un ibuprofeno.
Así que me di media vuelta y seguí durmiendo.
Cuando volvió a sonar lo cogí para silenciarlo y entonces vi que no era Sofía sino un número desconocido.
- Si? - intenté sonar lo más digna posible.
- Cris? -mierda! Dani? Es que sigo dormida?
- Cómo has conseguido mi número?
- Lo he sacado del teléfono de Sofía.
- Cuando ella dormía después del polvo?
- Eso es...
- Eres un cerdo, no tengo nada que hablar contigo...
- No me cuelgues, por favor, se durmió en el garito ese y aproveché... No pasó nada.
- No es asunto mío. Tú no eres nada mío, me importa poco con quien te acuestas o te dejas de acostar.
- Pues que suerte! Yo no puedo dejar de pensar en ti... - susurra con la voz más sexy del mundo- ni siquiera me he acostado... Acompañé a Sofía a casa y he estado andando y andando sin parar... Sabes donde estoy?
- Me da igual.
- No, si te diera igual ya me habrías colgado.
- Es que soy una chica muy educada - se ríe y no puedo evitar que se me escape una sonrisa - No te rías, Dani, en serio, sigamos con nuestras vidas... Por qué ahora? Qué ha cambiado? Que ya no estoy loca?
- Nunca creí que lo estuvieras.
- Si, claro. No te imaginas el daño que me hiciste, tu desprecio me dolió más que el de mi padre.
- Creí que era lo mejor para ti, la única forma de que te alejaras de mi...
- Quién eres? Edward Cullen?
- Hablo en serio... Estoy sentado en un banco frente al edificio ocupa y me voy a volver loco de tanto pensar en ti. Te he echado tanto de menos...
- Pues lo siento por ti - y le colgué. Me quedé mirando el móvil pero no volvió a llamar. Quería llorar pero no lo hice. Me había costado mucho salir del agujero en el que me había hundido su desprecio, no iba a permitirle tener ese poder sobre mí de nuevo.
Una semana más tarde me veo de nuevo arrastrada por Fede y Sofía a un combate de Dani.
Insistí en que no soportaba los combates pero ellos lo veían más como un acontecimiento social, postureo puro y duro.
Pero lo que acabó por convencerme es que Coco estaría allí, aún no había sido capaz de contactar con ella y no podía dejar escapar la oportunidad, aunque significara tener que volver a ver a su hermano.
La veo a pie de jaula antes de que Dani y su oponente aparezcan.
Coco no ha cambiado nada, ni su pelo, ni su estilo ni su actitud, no podría encajar menos con el pijerio que la rodea aunque lo hiciera a propósito.
- Coco!- voy hacia ella con una sonrisa de oreja a oreja pero su cara me frena en seco.
- Qué coño haces aquí?
- Vaya! Que recibimiento! No te he hecho nada que yo sepa y hace más de un año que no nos vemos.
- No, a mi no me has hecho nada, pero a mi hermano le hiciste lo que le dije que le harías y la que tuvo que aguantar todas sus mierdas fui yo! No había quién lo aguantara... No se aguantaba ni él.
- Fue él el que me dejó, tal vez tendrías que hablar conmigo antes de hablar.
- No hay mucho que contar, rubia! Si es que sabía que habías vuelto sin que nadie me lo dijera, lleva unos días como perro sin amo y solo se pone así cuando tú estás en medio.
- Hemos sido muy amigas, me salvaste la vida Coco! Creo que nos merecemos aclarar las cosas...
- Dani va a salir, deberías irte antes de que te vea.
- Yo no tengo que esconderme!
Y no lo hice, me siento en primera fila entre Fede y Sofía que parece a punto de saltar sobre Dani para arrancarle esos pantalones minúsculos.
Grita y aplaude, se pone en pie.
Dani me mira fijamente y a mi recién recuperada amiga no se le escapa y ella también me mira. Me refugio en mi móvil para no tener que mirarlos a ninguno de los dos.
Levanto la cabeza del móvil por primera vez Cuando escucho gritar a Sofia y a Fede gruñir indignado "Pero qué cojones hace este tío?"
Dani se está dejando machacar.
Ni siquiera intenta devolver los golpes.
Coco le grita que se mueva, se desespera, parece dispuesta a entrar en la jaula para defender ella misma a su hermano.
Me pongo en pie sin darme cuenta de que así solo logro que todos me miren.
- Defiendete idiota! - grito con todas mis fuerzas pero o no puede o no quiere oírme - para la pelea!- le grito esta vez a Fede.
- No puedo, Cristina, es cosa del arbitro...pero al paso que van no creo que quede mucho - resopla y se pasa la mano por el pelo - Ese tío no lo va a matar, lo voy a matar yo...
El arbitro indica un descanso y en cuanto Dani se acerca a su esquina Fede y yo corremos hacia él.
- Estás loco? - murmura Fede furioso.
- Quedarás conmigo? - Dani ignora a Fede dirigiéndose a mi.
- No pienso dejarme chantagear - gruño.
- Entonces espero que no hayáis apostado a mi favor.
- Eres gilipollas! El que se lleva los golpes eres tú!
- Dímelo a mi, creo que ese cabrón me ha roto la nariz.
- Queda con él Rubia, joder! - Coco se ha unido a nosotros y ni siquiera me había dado cuenta.
El arbitro indica que se reanuda la pelea y Dani corre al centro de la jaula y recibe el primer rodillazo.
Se da la vuelta hacia nosotros y se queda mirándome, se encoje de hombros y niego con la cabeza, así que sigue sin defenderse.
No puedo soportar ese espectáculo denigrante y absurdo así que me levanto y me voy sin hacer caso a Fede y Sofía que me llaman.
No voy a ceder ante su absurdo chantaje y no soporto seguir viendo como le machacan sin que intente devolver un golpe.
Así que escapo, huyo para no acabar haciendo lo que él quiere.
Él decidió hace más de un año que estaríamos mejor separados y yo no tuve opción, me dejó destrozada y solo me quedó un hueco en el pecho que a veces aún me asfixia.
Le necesitaba a mi lado y prefirió irse, ahora le toca resignarse a él.
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Te encontré en el infierno.
RomanceSiempre pensé que mi vida era perfecta. Tenía todo lo que el dinero podía comprar y creía que en ello residía la felicidad. Estaba encantada siendo la niña mimada de papá, como si eso me hiciera invulnerable. No sabia lo equivocada que estaba y me...