Capítulo 34

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Alguna vez les ha pasado algo un poco inquietante, pero a la vez incómodo.

De seguro que si, en esta ocasión MingJue había querido no estar en esta situación, una situación muy peligrosa, al frente suyo estaba su ex-pareja y su Didi, tenía que haber tomado muy en cuenta las palabras de los hermanos Wang, no podía creer que esto este pasando ahora.

Huaisang estaba que hervía de rabia.

¡Cómo se atreve esta maldita perra en volver!

Sin esperar ninguna explicación por parte de su hermano mayor, lo mira de una forma fría, provocando que el mayor se le erizara la piel.

Y cómo paso todo esto, pues regresemos unas horas antes de que todo esto pasara.

Ese día en la gran mansión Nie, se encontraban los dos hermanos Nie dormidos cómodamente, como era de costumbre MingJue se estaba despertando con los primeros rayos del sol, al momento de que abre perezosamente sus ojos, se encuentra con el pequeño cuerpo de su Didi, cual se estaba acorrucando más a su pecho, le gustaba mucho ver a su hermano menor dormir, con una de sus manos empieza acariciar la suave y regordeta mejilla de este, le gusta mucho el olor combinando que estaba rodeando por toda la habitación, ese exquisito olor a flor de melocotón de su Didi lo estaba volviendo loco.

 ¡No!

El Mayor sacude un poco su cabeza, no podía hacerle nada a su tesoro, aún ni si quiera había hablado de su actual relación, todo era muy confuso, en un intento de levantarse de la cama y que su Didi no se despertara en el progreso, acomodo una de las almohadas cerca de este para que lo abrazara, al parecer fue inútil ya que el menor lo abrazo de su brazo, suspiro un tanto frustrado, tal vez se daría el lujo de llegar un poco tarde al trabajo...

Otra vez.

Empezó a contemplarlo, verlo dormir tan pacíficamente le daba un sentimiento cálido en su corazón, retira con gentilizada un mechón negro de su rostro, su boca estaba entre abierta soltando unos ligeros suspiros, sus largas y tupidas pestañas descansaban sobres esas mejillas enrojecidas de un color cerezo claro, era hermoso a su vista.

Huaisang se acercaba más al pecho del alfa en busca de calor y de ese olor que le transmitía seguridad y protección, abre lentamente sus ojitos acostumbrándose a los primeros rayos del sol que entraban por la ventana.

- Da-Ge ¿Qué horas son? -su voz adormilada aún, no quería levantarse, si fuera por él se hubiera quedado más tiempo dormido si no fuera porque su almohada se estaba moviendo y si no mal lo conocía tenía planes de trabajo.

- Buenos días Didi, son las 6:05 aún es muy temprano para que estés despierto, vuelve a dormir -le da un beso en la cabecita de este.

- Mm -se aferra más al brazo del mayor- Quédate conmigo un poco más, no tienes que ir a la oficina hoy.

- A-Sang tengo unas reuniones importantes, tengo que ir, además desde el último mes he estado llegando tarde.

- No es mi culpa que mi cuerpo exija tu presencia -se levanta un poco para colocar su naricita en el cuello del mayor- Me gusta mucho tu olor, por eso no dejare que te vayas.

- A-Sang -lo regaña.

- Ni aunque me regañes te soltare, tienes que hacerte responsable de esto -se sienta a horcajadas en el pecho del alfa sin siquiera separar su rostro de su cuello.

MingJue estaba pensando un poco en el comportamiento de su hermano menor, desde hace unos días que está actuando tan posesivamente, puede ser que solo halla dos opciones, la primera es que está ocultando una de sus tantas travesuras que de seguro sabe que lo haría enojar o la segunda sería que su celo se acerca, debería preguntar por si las dudas.

Virgen y ¿Embarazado? [En Emisión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora