CAPITULO 9

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Narra Angelina

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Narra Angelina

Vi a Manuel lanzar el primer puñetazo en dirección a donde se encontraba Jason, ahogué un grito con mis manos al tapar mi boca por la sorpresa del momento.

-¿Qué les pasa? ¿Por qué pelean?- Pregunté al aire, recibiendo una amarga respuesta por parte de la persona menos esperada.

-Por ti, ¿De verdad no te das cuenta Angelina? ¿Siempre andas haciendo el papel de mosca muerta?

-Espera Adriana... No te estoy haciendo nada, ¿Por qué reaccionas así? ¿Por qué me llamas de esa forma?

-¿Por qué reaccionó así? De verdad que estás ciega... ¡No te das cuenta que estoy enamorada de Manuel! Llevo tiempo detrás de él pero jamás me ha prestado atención, su excusa es que no le gusta mezclar lo personal con lo laboral, pero llegaste tú y mira no sólo es él sino que el jefe de jefes chorrea la baba y se pelea por ti.

-¿Qué? ¿La pelea es por mí?- ¿Él jefe moja bragas, es decir, Jason está peleando con uno de sus empleados por mí? Le gusto... Pues al intentar besarme demostró que sí pero no sabía que era capaz de llegar a los golpes.

Un estruendo interrumpió la acalorada discusión que teníamos Adriana y yo, al voltearnos vemos a Jason en el suelo junto a Manuel, ambos tienen golpes en el rostro y esta vez es Jason quien golpea a Manuel sin parar.

Hagan algo por favor, se van a matar!- Grito con desespero para que alguien los detenga, las personas que disfrutaban en las otras mesas se han hecho a un lado para no ser víctimas de ningún golpe, los que vinieron con nosotros están estupefactos y no se mueven del lugar, finalmente es el dueño del bar, amigo de Manuel quien llega con dos hombres altos y corpulentos y logran apartar a las dos fieras que hace un momento estaban por acabar con la vida del otro.

Suéltenme, yo lo mato! Eres un maldito Jason...

-Cuando quieras... Te voy a estar esperando, ya suéltenme, estoy bien.- Jason a pesar de que su nariz está sangrando y tiene un pequeño corte en una de sus cejas, está tranquilo y sonriendo, por otro lado Manuel sangra por una de las comisuras de sus labios, tiene un moretón en la mejilla izquierda, le sangra la nariz y un costado de la cara, los golpes en el cuerpo no se dejan ver pero sin duda también se golpearon en esa zona.

Manuel discute con su amigo y sale del lugar como alma que lleva el diablo, mientras Jason permanece de pie en el mismo lugar dialogando con su primo quien está a su lado, parece que nada hubiese sucedido.

Mis compañeros de trabajo se van casi al instante por lo que decido irme también, camino hacia la salida pero la voz de David me detiene.

Angelina! No deberías irte sola, es muy tarde.

-No se preocupe, usted vino con su primo, él está herido así que supongo querrá irse a descansar, yo tomaré un taxi.

-No te preocupes, vinimos en mi auto así que son mis reglas y puedo subir a quien yo quiera, además la zona no es muy segura, insisto permíteme llevarte y... Por favor no me trates de usted, me haces sentir viejo, creo que hasta soy menor que tú.

-Muy bien acepto entonces, muchas gracias David.

-Vamos Angelina, ¡Jason apresúrate o te dejaré aquí tirado!

Caminamos hacia la carretera donde David estacionó el auto, casi en frente del bar, Jason va a mi lado pero ni siquiera me mira, parece que no existo ante su presencia.

Al llegar David me abre una de las puertas de atrás del auto para que ingrese y así lo hago, luego le dice algo a Jason que no logro escuchar y este último ingresa de mala gana a la parte de atrás del auto también, por su parte David se sienta en el asiento del piloto, abre la guantera y saca una caja pequeña y rectangular de color blanco la cual sostiene en mi dirección.

-¿Angelina podrías ayudarme curando las heridas de Jason? Ten, aquí está el botiquín.

-Claro, lo haré.

-Gracias.

Me acerco a Jason y me acomodo para quedar frente a su imponente cuerpo, éste voltea su rostro en dirección opuesta en aparente incomodidad, pero tomo su barbilla con mi mano izquierda mientras sostengo un algodón humedecido con solución salina en mi mano derecha para limpiar la sangre de sus heridas, Jason repite mi acción y gira su cuerpo para que quedemos frente a frente.

Comienzo limpiando con delicadeza su labio superior manchado por la sangre que derramó por su nariz y la parte de afuera de la nariz también, pero Jason sujeta bruscamente mi mano para detenerme.

-Yo lo puedo hacer Angelina, gracias.

-Pero yo quiero hacerlo, permítame.

-No necesito tu lástima.

-¿Qué le hace pensar que siento lástima por usted? Solo quiero ayudarlo.

Soltó mi mano y me permitió continuar, habiendo terminado con su nariz procedo a limpiar el costado de su rostro el cual tiene una delgada línea por la sangre que derramó su ceja, sin darme cuenta la mano que reposaba en su barbilla se trasladó a su mejilla y mientras limpio en un lado acaricio el otro, una vez termino de limpiar humedezco otro algodón esta vez con Isodine es un medicamento tópico, un líquido marrón que limpia y evita que las heridas se infecten, finalmente coloco una curita/bandita de punto mariposa para mantener cerrado el pequeño corte en su ceja.

Cuando termino estoy prácticamente encima de él, trago grueso y mi respiración se vuelve pesada, Jason coloca su mano derecha sobre mi cintura, se acerca y me da un beso en la mejilla a menos de medio centímetro de mi boca, al separarse roza ligeramente mis labios con los suyos, al sentir la suavidad de estos cierro los ojos en medio de un suspiro y cuando los vuelvo a abrir Jason se encuentra sonriente frente a mí.

-Gracias Angelina.- Es todo lo que pronuncia y siento mi corazón latir desenfrenado.

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