CAPÍTULO 16

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De rodillas, besándolo frenéticamente con una mano sobre su pecho y la otra sobre su abdomen tan cerca de su miembro así me encontraba, me fui levantando de a poco para no interrumpir el beso, para sentarme luego a horcajadas sobre sus piernas.

Mi pecho subía y bajaba con violencia por la falta de aire al igual que el de Jason, pero aún así ninguno de los dos quería finalizar aquel beso que tanto nos costó iniciar, allí comprendí que las miradas coquetas, las insinuaciones y los comentarios con doble sentido no eran producto de mi imaginación.

Intenté separarme un poco de él para tratar de buscar aire y rellenar mis pulmones de oxígeno, pero las manos de Jason fueron más rápidas, viajaron a mi espalda para evitar que me alejara y en su lugar me pegó más a su cuerpo, me sentía extasiada.

Su lengua, sus labios, su aroma, sus manos, su cuerpo y su creciente erección aumentaban el calor dentro de mí, lo deseaba, eran tantas las ganas que simplemente no había cabida en mí para pensar en algo más.

De repente el beso fue disminuyendo la ferocidad y el aire comenzó a fluir, Jason estaba tan agitado como yo, me miraba como si hubiese descubierto un gran tesoro y sus dientes tan brillantes como perlas resaltaban en su gran sonrisa.

-¿Ya te había mencionado lo hermosa que eres?

-Creo que no, a no ser que... Las 50 veces anteriores cuenten.- Ambos reímos tímidamente, parecemos chicos de secundaria que se enamoran por primera vez.

-Si te aburres de que te lo diga, me avisas para no hacerlo.

-Me encanta que lo hagas.- Le digo sujetando sus manos con las mías.

-No me cansaré de agradecerte Angelina, en poco tiempo has hecho por mí mucho más que otros que siempre han estado.- Sonreía a más no poder, en ese instante recordé la posición en la que me encontraba así que me apresuré en bajarme de sus piernas pero sus manos volvieron a apresarme. -No me incómodas, puedes quedarte aquí sentada, quiero que te quedes... Aquí sentada.- Estaba tan encantada o mejor dicho, exitada que solo asentí.

-Me alegra saber que de alguna forma contribuyo a que tu vida sea mejor.

-Sí que lo haces.- Acaricia mi cabello mientras habla y de nuevo una sonrisa nostálgica se instala en su rostro. -Sabes... Muchos piensan que porque tengo dinero me creo superior a todos y por eso no me relaciono con ellos pero la verdad es que no sé cómo hacerlo, desde la muerte de mis padres me he dedicado a estudiar, a tratar de conocer el funcionamiento de la mente humana para poder dar un diagnóstico y un tratamiento eficaz.

»No quiero que nadie más pase por lo que a mí me tocó y después del incidente me propuse llevar las riendas de la clínica, iba a la escuela y también estudiaba en casa, culminé mis estudios antes de tiempo ya que me promovían y en cuanto a la universidad fue igual, poco salía, era y sigue siendo David quien me saca de la cueva.

-Es increíble que un hombre con... Tanta belleza y dinero como tú haya elegido el camino del estudio y no el del alcohol o las drogas para tratar de olvidar el dolor producido por la perdida.

-Tal vez fue porque presencié la lucha de mi padre, lo más justo era que yo continuara con su legado.

-Tienes razón, pero ¿No hubieses preferido estudiar otra cosa, dedicarte a algo distinto?

-No, era tanta mi admiración porque mi padre a pesar de no saber nada de enfermedades mentales se arriesgó a entrar en ese mundo y yo... Lo veía leyendo artículos médicos frustrado por no entender que... Siendo un niño deseaba ser su apoyo, yo deseaba ser psiquiatra para que los dos mejoráramos la condición de mi madre.

-Eso es hermoso, ellos debieron sentirse orgullosos en todo momento por el hijo que tuvieron.

-Espero que sí.

-Tengo algunas dudas, pero no van acorde al tema.

-Adelante, soy un libro abierto.

-¿Por qué teniendo tanto dinero vives en uno de los edificios más sencillos de aquí de bocagrande? Y... ¿Cómo ha sido tu experiencia con las mujeres? Pues lo digo porque me has dicho que casi no salías y te la pasabas estudiando y ahora trabajando y bueno... No pareces ser virgen...- Cierro mi boca en cuanto esas palabras salen de ella, no puedo creer que haya sido capaz de decirlo. -Lo siento, es tu vida y no debí preguntar eso.

Jason ríe, presiona más mi cuerpo contra el suyo en un abrazo apasionado y vuelve a besarme, esta vez es un beso corto que me deja con ganas de más.

-Vivo aquí porque aquí nací, crecí y viví con mis padres, tengo bellos recuerdos a su lado y quiero conservarlos.

-¿Quieres decir que aquí fue donde ocurrió todo?

-Tranquila, no fue aquí, fue en el apartamento que está al frente, mis padres compraron ambos apartamentos uno para ellos y este para mí, para que en cuanto fuese mayor y decidiera independizarme, no me fuera tan lejos.

»Y con respecto a tu otra pregunta, te seré totalmente sincero, jamás he tenido novia, pero sí he tenido varias parejas sexuales, lamento decepcionarte pero no soy vírgen.

Ambos reímos por su respuesta, estamos tan agustos que parecemos conocernos de toda la vida, me acomodo en sus piernas y justo con mi vulva toco su pene sintiendo lo duro que está, haciéndome jadear un poco ya que ha presionado mi hinchado clítoris.

La expresión relajada del rostro de Jason cambia inmediatamente, la lujuria y el deseo brotan de sus ojos y me siento como una presa siendo acechada.

-Puedo ser un caballero en muchos aspectos Angelina, pero esta vez no pienso pedir permiso.

Dicho esto vuelve a tomar posesión de mis labios, correspondo con el mismo deseo y la misma intensidad, mis manos van a su nuca y acaricio su cabello, mientras que las manos de Jason van a parar a mi espalda y mi trasero, lo sostiene firme y se levanta conmigo encima de él.

Me desconcierta porque o yo estoy muy ligera de peso o este hombre tiene mucha fuerza y si de lo segundo se trata tal vez no me alcanzo a imaginar lo que viene.

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