CAPÍTULO 32

40 10 25
                                    

Llegando a casa me encontré una camioneta parqueada en la entrada de mi casa, bajé de la moto de Rodrigo y me encaminé a abrir la reja ignorando a quién estuviese dentro.

Rodrigo permanecía inmóvil analizando la situación y esperando por lo que pudiese suceder, de repente una de las puertas se abrió y Jason bajó de la camioneta seguido por David.

-Angelina tenemos que hablar.

-Tú y yo no tenemos nada de qué hablar.

-Por supuesto que sí.- Caminó hacia mí y me sujetó del brazo para impedir que entrara ya que había abierto la reja.

-Suéltame... Te dije que no tenemos nada de qué hablar.

Y yo te digo que sí!

De pronto la mano de Jason soltó mi brazo, al voltear ví a Rodrigo rojo de ira, los papeles habían cambiado y ahora era él sujetando el brazo de Jason, había sido él quién me había liberado de su fuerte agarre y ví a Jason igual o más enojado que Rodrigo.

-¿No la escuchaste? Ella no quiere hablar contigo.- Soltó su brazo con brusquedad. -Déjala en paz.

-¿Y tú quién diablos crees que eres? ¿Por qué te metes?

-Si la lastimas me meteré y parece que ya la has lastimado.- No hacía falta explicarle nada a Rodrigo él era muy bueno deduciendo.

-¡Tú no sabes nada...!- Jason gritó con furia a Rodrigo y lo empujó al tiempo en que se retorció de dolor por la herida de bala que aún no sanaba.

Rodrigo se recuperó rápidamente e iba a golpear a Jason por haberlo empujado pero David se interpuso y trató de controlar la situación, yo no podía seguir observando tal cosa, me dolía solo verlos así.

-David llévate a Jason por favor, él necesita reposo y en definitiva no tenemos nada de qué hablar, y... Rodrigo gracias por todo, no pasa nada, puedes irte también. Señores que tengan buena noche.

Sin decir más entré y cerré todo sin ver atrás, pude escuchar la moto de Rodrigo arrancar primero y un rato después la camioneta.

En menos de un año, mejor dicho, en poco tiempo, mi vida había cambiado muchísimo, perdí a mi esposo, el futuro que había planeado con él, me enamoré de mi jefe y falló la relación que intenté con él, me reencontré con un viejo amor y juntos engañamos a su mujer.

Me sentía la peor persona del mundo, pero no iba a permitir que eso me derrotara, me propuse organizar mi vida, lo primero que pensé es que no volvería a trabajar a la clínica, no quería tener ningún contacto con Jason, así que desde mañana comenzaría a buscar trabajo, pero antes debía resolver el tema que tanto me estaba atormentando, DIEGO.

Iría a hablar con su madre para ver qué podía averiguar, tal vez ella sabía de la existencia de este otro hijo, si es que es cierto que es hijo de Diego, esa mujer no había vuelto a contactarme así que por ese lado no tenía cómo conseguir respuestas, además nada me aseguraba que lo que me dijera fuese cierto.

Afortunadamente mi madre optó por no hacerme preguntas, pero sabía que algún día tendría que enfrentarla y contarle, me encontraba sentada en el comedor cenando con mi hijo y me di cuenta que a ese paso y con ese sueldo no podría darle un buen futuro, así que con el dinero restante del seguro de vida comenzaría a estudiar, la Psicología siempre me gustó así que por qué no estudiarla.

Un mensaje de WhatsApp Interrumpió mi momento de reflexión, era de Rodrigo.

Mensaje de Rodrigo

No sé qué sucede pero supongo que ese tal Jason tiene mucho que ver, me gustó lo que sucedió hoy y no me importa ser tu paño de lágrimas, pero no te voy a negar que me molesta que no me hayas dicho nada y que me hagas a un lado a mí pero permitas que otro juegue contigo, cuando quieras háblame, te mando muchos besos.
Feliz noche.

Por el lado de Rodrigo él mismo lo dijo, esa parecía una despedida y lo fue, haría lo posible por no volver a desearlo o a buscarlo, ni a él ni a Jason, es lo mejor.

🔶🔸🔶🔸🔶

Al día siguiente me dirigí temprano a la casa de mi ex suegra, ya le había avisado que iría así que me estaba esperando, nuestra relación no era la mejor pero nos tolerábamos.

-Buenos días señora Elena.

-Buenos días Angelina, pasa, sientate.- Dijo abriendo y cerrando la puerta. -¿De qué querías hablarme?

-Se trata de Diego, quiero saber si usted sabía de la existencia de otra mujer en su vida, y más exactamente la existencia de otro hijo.

-Negarlo sería un desgaste por el que no quiero pasar, sí Angelina, yo estaba al tanto de la existencia de esta otra mujer y del niño.

-No lo puedo creer, soy conciente de que nuestra relación no es la mejor, pero de ahí a aceptar a la otra familia, ¡Dios! Todo fue una mentira.

-No lo fue, Diego te amó, solo que tomó malas decisiones y después no había vuelta atrás.

-No vale la pena hablar de eso ya, ¿Usted está segura de que ese niño es hijo de Diego?

-Pues es igualito a él, ¿No te parece?

-No lo he visto aún, necesito salir de dudas, quiero hacerle una prueba de ADN a ese niño, necesito que contacte a esa mujer y que vayamos a hacerle la prueba.

-¿Conmigo?

-Sí, usted es la mamá de Diego y por ende la abuela de ese niño, si realmente es hijo de Diego debe salir positiva.

-Es que ese es el problema... Yo... Yo no soy la madre de Diego.

-¡¿Qué?! ¿Cómo es eso?

-Diego nunca lo supo pero... Yo no era su madre biológica, conocí a su padre cuando él aún no cumplía si primer año de edad, me enamoré de ambos y al morir su padre decidí quedarme con Diego, total legalmente y de crianza era mi hijo.

-Jamás lo hubiese imaginado.

-Puedo tratar de contactarte con ella pero dudo que acceda a tus pretensiones. Ella me ha hecho comentarios extraños... Angelina... ¿Tú crees que Diego este muerto?

Volviendo a AmarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora