CAPÍTULO 42

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-Angelina por favor necesito tu ayuda.

-Daniel... ¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste?- Digo al verlo dentro de la casa, Daniel se las ingenió para entrar, en ese momento me encontraba sola, por un lado es bueno porque si intenta algo no lastimará a nadie de mi familia, lo malo es que sí me puede lastimar a mí.

-Perdóname por todo lo que te hice pasar, la idea no fue mía, fue de Carla, yo jamás intentaría hacerle daño a Ander y tampoco tengo nada contra ti.

-¿Por qué no le dijiste eso a la policía?

-Porque... Me enamoré de ella, no podía hacerle eso, además ella tampoco es mala, solo lo propuso en un momento de desesperación.

-De todos modos lo hicieron y no tienes nada que hacer aquí Daniel, ¿Cómo entraste?

-Me volé la reja... Y la puerta estaba abierta.

-¿Qué quieres?

-Necesito que quites la denuncia que hay en mi contra, necesito volver a Ecuador con mi madre y la policía me está respirando en la nuca, casi no llego hasta acá.

De verdad que eres un cínico! te haces pasar por Diego, secuestras a mi hijo, lastimas a Jason y encima pretendes que yo te ayude.

-¿Jason? ¿Quién es Jason?

-No te hagas el idiota ahora.

-Angelina, no sé quién es Jason, te lo juro por lo más sagrado que tengo en esta vida que es mi mamá.

-¿Golpeaste a alguien anoche?

-No... Ya te dije que no... No soy ningún delincuente y además tengo a la policía encima, ¿Crees que soy tan estúpido de ponerme a hacer otra cosa que agrave mi situación?- En ese momento comenzaba a dudarlo, si no fue Daniel quien golpeó a Jason, entonces... ¿Quién fue? ¿Tendrá Jason algún problema que yo desconozco?

Él me dijo que no tenía problemas con nadie y que no había lastimado a nadie a tal punto de querer hacerle daño, un robo está descartado, de haber sido así no hubiese llegado atacando, lo hubiesen intimidado para que se despojara de sus pertenencias.

-Supongamos que te creo, ¿Quién me asegura que si te  quito la denuncia no vas a intentar algo contra nosotros de nuevo?

-No lo haré, créeme.

Papiiii!- Ander apareció de repente, junto a mi madre y Paz, temí por ellos.

-Hola campeón.- Dijo Daniel levantando a Ander en sus brazos.

-Hijo, hay algo que debes saber.

-Dime mami.

-Mi amor, él no es tu papá, su nombre es Daniel y es tu tío, es hermano gemelo de tu papá.

-Y entonces... ¿Mi papá?

-Mi amor, tu papá está en el cielo, es un angelito ahora.

-¿Por qué me dijiste que eras mi papá?- Preguntó Ander con tristeza mirando a Daniel, aún se encontraba en sus brazos.

-Eh... Yo... Yo te iba a decir pero tú me llamaste papá y no tuve corazón para decirte que no era así, porque yo te quiero mucho, hagamos algo... ¿Te parece si comenzamos de nuevo?- Ander bajó la cabeza con tristeza pero asintió. -Bueno... Mucho gusto, mi nombre es Daniel, soy tu tío.

Daniel le extendió una mano mientras lo sujetaba con el otro brazo, Ander la tomó con su pequeña manita y aún con tristeza en su mirada le sonrió, yo aún tenía los nervios de punta, temía que Daniel se atreviera a hacer algo, mi madre y Paz estaban a la expectativa también.

-Daniel... Voy a pensar lo que me pediste, pero no te prometo nada

-Está bien, no lo merezco pero te estaré eternamente agradecido si lo haces.- Bajó a Ander, le dió un beso y se marchó.

Daniel me dejó pensativa, no sabía qué hacer, si era cierto lo que me dijo, no lograba imaginar quién había sido el autor del ataque que recibió Jason.

Tomé mi celular para llamar a Jason y saber cómo seguía pero estaba tan tensionada que de una vez él notaría que algo me estaba sucediendo, así que decidí dejar la llamada para luego.

Le dí un beso a Ander y salí a dar una vuelta, caminar me hace bien en momentos de estrés, enojo, tristeza y muchas cosas más, necesitaba despejar mi mente, pensar en todo lo que nos estaba sucediendo.

P

or más que caminé y pensé no llegué a nada, todo seguía igual de confuso para mí, no me imaginaba quien querría hacerle daño a Jason, no sabía si creerle a Daniel y retirar la denuncia y por último las palabras de aurora resonaban en mi cabeza.

Lo único que tenía claro era que debía contarle la versión de Daniel a Jason, puede que estemos culpando a la persona equivocada y el verdadero responsable esté por ahí e intente lastimarlo de nuevo.

Ya estaba cansada y comenzaba a oscurecer así que decidí volver a casa, mientras caminaba por un callejón no muy poblado sentí la presencia de alguien, me sentí observada pero miré a mi alrededor y no había nadie sospechoso.

Aceleré el paso y llegué rápidamente hacia una calle más transitada, de repente sentí la mano de alguien sujetar mi brazo, al tiempo en que un auto se detuvo frente a nosotros, el tipo portaba gorra y tapabocas negro por lo que no logré distinguir su rostro.

Era más alto que yo y bastante fornido, su agarre era fuerte, sentía que me quebraría el antebrazo y sus ojos eran la peor parte, el tipo infundía tanto miedo que me sentí petrificada con solo verlo.

-Debo admitir que el maldito de Jason tiene buen gusto, eres muy bella mi amor.- Dijo acercándose más a mi oído, yo no me atrevía a mover ni un solo músculo, por él y por el arma que se asomaba en el borde de su pantalón.

-Lástima que no va a durar...- Prosiguió -Por tu bien Angelina, aléjate de Jason, él es hombre muerto, tú verás si quieres estar tres metros bajo tierra igual que él.

Terminó su amenaza y se introdujo en el auto, el cual arrancó inmediatamente, se alejó a gran velocidad y se perdió de mi vista en una curva no muy lejana.

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