Capítulo 41

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El arma en mi costado presionaba cada vez más. Traté de tranquilizarme, respirar hondo. Mantener la calma era lo mejor que podría hacer, así lograría estar atenta a cada cosa y buscar la manera de salir de esto. Lo sentí alejarse de mí y mirar a ambos lados. Nadie se daba cuenta de la situación por más que lo gritaba en mi mente nadie se volteaba a analizar, podríamos solo pasar por una pareja muy junta y no como alguien que necesitaba ayuda desesperadamente.

Bruscamente me dio la vuelta para encararlo, sus ojos azules brillaban de malicia. El miedo corrió por todo mi cuerpo y estuve a punto de gritar sin importarme en lo más mínimo el arma pegada a mi costado. La maldad que pude percibir en él fue tanta que estaba espantada, ese Marcus estaba dispuesto a todo, podía intuirlo mi cuerpo me pedía a gritos alejarme de él pero no podía estaba completamente en su agarre y justo cuando iba a gritar aplasto su boca en la mía.

Su beso fue agresivo, duro y me hacía daño, tanto físicamente como emocionalmente. Intenté apartarme por todos los medios posibles pero era bastante fuerte, me retuvo en ese lugar mientras sus labios habían con los míos lo que les daba la gana, sentí el fuerte tirón en mi labio inferior antes de separarse. Tomó mi barbilla en sus manos antes de hablar.

—Ve al asiento del copiloto. Si intentar huir te mataré, ______... estoy hablando completamente enserio.

Sabía que si, ese Marcus era muy diferente al que yo había conocido. Él antes me había golpeado, amenazado e intentado violar pero nunca lo pensaba capaz de matarme. En ese momento estaba segura que podía hacerlo. Me alejé de él y rodeé el auto entrando en el lado del copiloto. Sin perder tiempo se arrastro en el asiento del piloto y encendió el auto. Recé todas las oraciones que me sabia pidiendo una intervención divina para evitar que este hombre me llevara lejos, pero nada paso.

—¿Qué quieres, Marcus? ¿Por qué haces esto? —Miré a todos lados pensando en la manera de escapar, mi cabeza palpitaba del esfuerzo que emprendían mis neuronas a buscar una salida.

Su risa fue amarga y oscura —¿De verdad estas preguntándome eso? —Me miró de reojo antes de posar su vista en el camino de nuevo— Vine por ti, _____... Porque eres mía y porque no me importa nada más que tu... -Aprieta el volante- Quería encontrarte con Theodore... quería que nos fuéramos los tres pero esta era una oportunidad de oro... tu marido se iría de viaje y no podía fallar.

Lo miré alarmada ¿Cómo sabia que Justin estaba de viaje? Mis sentidos se dispararon al máximo ¿Lo estaban ayudando? ¿Quién? Aferré mis manos al asiento de cuero, el auto tenía GPS, supuse que mientras lo usáramos era más fácil que me encontrara. Pero como si mis esperanzas estuvieran destinadas a caer estaciono el auto en una carretera desierta donde estaba otro auto estacionado.

—Vamos —Saco su pistola y me apunto esperando a que bajara.

—Marcus, Por favor.

—No me hagas perder la paciencia, _______... baja del maldito auto si no quieres quedarte aquí con una bala entre las cejas.

Su amenaza lanzo escalofríos por mi cuerpo, erizando cada vello de mi cuerpo. Era increíble como Justin y Marcus causaban la misma reacción pero con diferente efectos. Los dos hacían mi cuerpo temblar, mi estomago revolverse, mis vellos elevarse y mi cuerpo reaccionar. La única diferencia era que Justin lo hacía con placer y Marcus con terror.

Baje del auto tan rápido como me fue posible y aunque mis ganas de correr eran enormes las reprimí. Era la primera regla de la supervivencia, o eso creía. En algún lugar de mi cabeza me gritaba que obedeciera, mi meta era sobrevivir lo suficiente para poder volver con mi familia. Abrió la cajuela del auto y saco una cinta adhesiva y un pañuelo negro.

¿Matrimonio falso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora