Capítulo 31

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Capítulo 31:
Solté todo el aire que tenía preso poco a poco, volteé a mi lado para ver a Fer la cual se aferraba al volante como si de ello dependiera su vida. Pestañeé varias veces suspirando de alivio, estábamos bien, el accidente no había sido grave, nosotras no habíamos sufrido daños, gracias al cielo habíamos usado los cinturones de seguridad.
Me sentía aturdida por lo que acabábamos de pasar, No escuchaba nada pero pude distinguir unas luces cerca, no sabía si se estaba alejando o se acercaba, mi corazón comenzó a bombear a toda la velocidad que poseía, el alivio que había sentido por nuestro bienestar se esfumó dando paso al pánico al captar las voces dos hombres, no distinguía que decían o que pasaba, solo dos roncos murmullos, Sentí a Fer removerse a mi lado, pero estaba tan paralizada por el temor que no pude moverme ante la sospecha de que los mismos que nos estaban persiguiendo estuvieran acercándose.
La puerta de mi lado se abrió, llevándose todas las preocupaciones y el temor que sentía al ver el hermoso rostro de mi marido bañado en preocupación, sin decir nada se acercó a mi envolviéndome en un abrazo, su perfume me llenó de alivio, estaba a salvo con el hombre que tenía mi corazón.
Justin me quitó el cinturón y me ayudó a bajar del auto, yo estaba completamente bien pero me aferré a él por temor a que mis piernas temblorosas no soportaran mi peso, mi marido volvió a aferrarme a sus brazos, enredándome en un abrazo, cerré los ojos inhalando su olor, ese del que nunca me cansaría.
Escuché a Fer llorar y me separé un poco de Justin para poder verla, mi amiga estaba abrazada a Tyler mientras caminaba hacia nosotros, me aparté de Justin—aunque no quería— para acercarme a Fer, estaba segura que había contenido sus emociones mientras manejaba y ahora que se veía a salvo podía sacar el terror que sentía, la abracé acariciando su rubia cabellera esperando que se calmara, Tyler fue a revisar el perímetro por si había rastros de nuestros seguidores.
Fer era como Jazmin, ambas habían crecido bajo la protección y la comodidad de un hogar, con el resguardo de sus padres y sin preocupaciones, entendía porque estaba aterrorizada, eran cosas que ella sabía que pasaban pero las veía lejanas, enfrentarse tan cerca a un peligro la había aterrado. Miré a Justin quien me devolvía la mirada pensativo, le sonreí para hacerle saber que estaba bien, pero no me devolvió la sonrisa, quizá estaba muy metido en sus pensamientos.
Tyler llegó y Justin lo llevó aparte para hablar, quería saber que había pasado, si tenían algún rastro de ellos pero Fer era mi prioridad, tenía que estar a su lado mientras se calmada, así que me quedé con ella abrazándola hasta que los Grandes sollozos se volvieron pequeños gimoteos, me separé un poco de ella para verla.
—¿Estás bien?— Le pregunté viéndola secarse las lagrimas.
—Sí, perdona... Tenía mucho miedo... Pensé lo peor...
—Lo sé, pero tranquila... ya estamos a salvo, Fer.
Asintió—Eres tan fuerte, _______... Realmente te admiro... — dijo y me abrazó
Le respondí el abrazo, mientras miraba a mi marido hablar con Tyler. Era fuerte porque así me había enseñado la vida, pero también me hubiera gustado tener a alguien a mi lado que me dijera que todo iba a estar bien, que podía descansar de ser fuerte porque me iba a proteger, alguien que quisiera velar por mí, pero yo tenía que aceptar la existencia que me había tocado seguir y dejar de lamentarme por lo que no había tenido.
Justin y Tyler se acercaron a nosotras cuando Fer ya se había calmado, mi marido se acercó a mí, ahuecó mi cuello entre sus manos hundiendo sus dedos en mi cabello y pegó su frente con la mía, mi corazón comenzó a saltar como un desquiciado por su cercanía, alcé la vista y me encontré con sus intensos ojos grises.
—Dime que estas bien...
—Lo estoy... El choque no fue fuerte, Fer y yo teníamos puesto el cinturón, no nos paso nada.
—Deberíamos llevarlas a la Clínica.
Negué, él no se había movido—No, de verdad estamos bien, no nos paso nada... no es necesario —Me separé un poco para ver a Fer.
—_______ tiene razón, señor Bieber, tal vez buscando algo que lo convenciera que no debía ir a la Clínica, mi cuerpo tembló ante su escudriño y me regañé mentalmente ¿Cómo era posible que después de esa situación yo temblara ante su mirada?
—Bien, pero no pueden quedarse solas en casa, al menos hoy deberías volver conmigo al escala y la señorita Kavanagh debería ir con sus padres.
El corazón comenzó a latirme a mil por horas, volver al escala significaban muchas cosas, ¿Me pediría dormir con él o me mandaría a dormir con Teddy? ¿Querría hablar conmigo en ese momento o lo haría mañana? ¿Terminaría con eso para siempre? ¿Lo perdería?, mi cabeza comenzó a palpitar por todas las preguntas que llegaban a mi cabeza, todas las dudas y el temor surgieron echando raíz en mi cuerpo, miré a Fer desesperada por un poco de ayuda.
—Señor Bieber... en casa no hay nadie, papá y mamá están de viaje y mi hermano esta fuera del país —me miró por un momento y luego a Justin—Creo que _____ y yo seremos capaz de pasar la noche bien... la casa es segura.
Negó con la cabeza—Está bien que vayan a la casa, pero yo iré con ustedes —lo miré asombrada— pasaré la noche allí, así se que están seguras.
Miré a Justin a los ojos y en ese momento supe que no habría elección, él se iría con nosotros, las emociones bailaban por mi cuerpo como si fuera una fiesta de navidad y se revolvían en mí, mezclándose.
Justin le pidió a Tyler que se encargara del auto de Fer, esta le entregó las llaves y acompañamos a Justin al Audi, el camino estuvo plagado de silencio, no había porque decir algo cuando estábamos nerviosas y asustadas, aunque no dejaba de preguntarme si mis nervios eran por lo que había pasado o porque Justin se quedaría esa noche con nosotras.
Después de guardar el Audi en el pequeño Garaje entramos a la casa, Fer se recostó en el mueble y suspiro de alivio abrazando el pequeño cojín, Supuse que estaba repitiéndose mentalmente que estaba a salvo y que el susto había pasado, se recompuso casi rápidamente y miró a Justin.
—Iré por unas almohadas y una cobija, señor Bieber.
Él asintió quitándose el saco y la corbata, su camisa blanca forraba sus musculosos brazos y su bien definido torso, desvié la mirada para posarla en el mullido sofá, sabía que era cómodo pero Justin era mucho más grande y estaba segura que sería muy incomodo para él pasar toda la noche allí, tendría que trabajar mañana y quedarse dormido allí solo le ocasionaría dolores e incomodidad, no me parecía justo. Fer volvió con una almohada y una sabana, sin pensarlo la detuve de inmediato.
—No es necesario— dije llamando la atención de ambos— Hay mucho espacio en mi cama... él puede dormir conmigo.
Ambos me miraron asombrados, como si me hubiera salido otra cabeza u otro ojo, puse los ojos en blanco, no es como si fuera una chica virginal que dormiría por primera vez con un hombre desconocido, era mi esposo al final de cuentas, sin importar la situación en la que estábamos, Seguíamos siendo marido y mujer.
Mi amiga fue la que se recupero más rápido de su asombro y nos miro— De acuerdo, creo que esto no será necesario—Sonrió— Me iré a mi habitación, que pasen buenas noches.
Fer se marchó a su habitación dejándonos solos en la sala, por un momento nos quedamos allí, el uno al lado del otro sin saber qué hacer, sabía que Justin esperaba que yo realizara el primer movimiento y también sabía que era yo la que tenía que hacerlo, pero sentía mis piernas como gelatinas y mis pies pesar una tonelada, creía que al dar un paso me desplomaría en el suelo, reuní todas mis fuerzas y conseguir moverme hasta llegar a mi habitación, muy consciente de que Justin me seguía los pasos.
Entré a la habitación que ocupaba dirigiéndome inmediatamente al baño sin decir nada, me recosté a la puerta, cerré los ojos en busca de calma y de valor, necesitaba calmarme para pensar las cosas que podía decir sin cometer imprudencias y necesitaba valor para salir de ese baño a enfrentar a Justin, ¿hablaríamos hoy? Podía decir que estaba agotada física y mentalmente por la persecución, estaba segura que no insistiría si se lo decía.
Me deshice de ese pensamiento en cuanto lo tuve, yo no quería prolongar más esa agonía, quería hablar con él de una vez para poder seguir adelante, cerrar ese capítulo era lo más sano para todos.
Sintiéndome decidida tome el short con la chaqueta que usaba para dormir, me cambié para mirarme en el espejo una vez lista, mis ojos azules me devolvían mi reflejo, solo tenía una decisión, acabaríamos con eso hoy. Juatin estaba sentado en la orilla de la cama cuando salí del baño, alzó su rostro y frunció el ceño.
—Compre seda para ti... los pijamas podías habértelos traído
Me mordí el labio, No me había traído nada de ropa ostentosa y si hubiera sido por mi lo hubiera dejado todo, no me parecía bien conservar la ropa que él me había dado por ser su esposa, sin embargo esos pijamas me recordarían cada noche que había compartido con él, su olor, sus caricias, y para eso ya tenía suficiente con los recuerdos.
—No quiero hablar de eso, Justin... Creo que tú y yo tenemos una conversación pendiente.
Sus ojos se abrieron de la impresión, obviamente pensó que no sacaría el tema esa noche— ¿Quieres tener esa conversación en este momento? ¿No quieres descansar?
Negué con la cabeza, tenía que aprovechar el reciente valor que había adquirido y aclarar las cosas de una buena vez, Justin se levanto de la cama y camino un poco por la habitación.
—Yo... no se por donde comenzar.
—Acabemos con esto de una vez, Justin, aunque no se que tenemos que hablar si ya todo quedo claro cuando me rechazaste.
—¡Yo no te rechace!
—No dijiste nada, Justin — lo miré con los ojos húmedos— Te confesé mis sentimientos y te quedaste callado ¿Cómo debía tomar eso?
—No quise que se viera así... Yo no lo esperé —pasó sus manos por el cabello y me miró con sus ojos grises resplandecientes— Cuando tú me pediste el divorcio... pensé que era lo que querías, que te estabas alejando porque habías descubierto que querías más que quedarte a mi lado... no pensé que estuvieras enamorada de mi.
—Nunca quise alejarme... pero no podía seguir así, yo me había enamorado de ti y tú querías intentar un matrimonio sin estar dispuesto a dejarme entrar en tu vida por completo, el amor a medias es igual a no tener amor... Además, esta Selena.
—¿Selena? —Me preguntó con el ceño fruncido— Selea está en mi pasado, no me dejaste explicarte lo que paso en el restaurante—lo miré en silencio dándole a entender que podía continuar— esa noche yo fui por una cena de trabajo, pero desafortunadamente el cliente no llegó—Suspiró— Ella me pidió que me quedara a cenar con ella y acepté por no ser grosero, luego comenzó a hablar de unas cosas —siguió refunfuñando molesto y me pregunte qué era lo que habían hablado para que Justin se enojara— luego sin darme cuenta la tenía frente a mi besándome...
—¿Por qué respondió tu teléfono? — Pregunté interrumpiéndolo, frunció el ceño confundido— El primer día que salí con mis amigos, llamé a tu oficina porque no me respondías.... Luego seguí llamando y fue ella la que me respondió
Me miró extrañado como si le fuera hablado en otro idioma, me mordí el labio mientras lo observaba fruncir el ceño de confusión, él parecía completamente sorprendido, como si lo que hubiera dicho no tuviera ningún sentido
—¿Selena respondió mi teléfono?—Asentí a su pregunta sin hablar, no confiaba en mi propia voz— Eso es imposible... Ese... Ese día no estuve en la oficina, yo... Fui a ver a John— lo miré parecía incomodo admitiéndolo, él había ido a ver a su Psiquiatra, el cual no sabía porque necesitaba— Dejé el teléfono en la oficina, me di cuenta al salir de la consulta, cuando llegué Tyler me aviso que te habías ido con tus amigos, esperé ver las llamadas perdidas, pero no había ninguna.
—Te llamé, muchas veces pero no respondiste y cuando me contestaron... Era ella.
—Jamás he estado con Selena. Desde que terminó la relación que llevábamos, nunca la he vuelto a tocar, ni a ninguna otra mujer —se acercó a mí y tomó mi rostro entré sus manos— Yo solo te deseo a ti, solo a ti.
Mordí mi labio aliviada de haber tenido una explicación, había creado toda una fantasía en mi mente con respecto a Selena que era producto de un mal entendido, por la explicación deJustin lo más seguro es que ella entró a su oficina cuando yo lo estaba llamando, lo miré, sus intensos ojos grises me devolvían la mirada suplicando que le creyera y lo hacía porque nunca me había mentido y sabía que jamás lo haría, pero eso no solucionaba el hecho de que lo que sentía era puro deseo.
—Yo también te deseo, Justin... Pero esa no es razón suficiente para seguir con un matrimonio, ¿Que va a pasar cuando te canses de mi cuerpo? Simplemente quedaré a un lado, sufriendo porque yo si te amo... No quiero sufrir más Justin...
—Jamás podría cansarme de tu cuerpo, ______.... Pero lo que siento por ti no es solamente sexual... Va mas allá, mucho más allá —lo miré sin entender, o sin querer entender, no quería que mi imaginación se pusiera a volar— Cuando te fuiste de mi lado, yo pensé que era lo mejor... Aunque fui egoísta al pedirte tiempo... Como fui un egoísta cuando te pedí intentar un matrimonio en el que no pensaba actuar del todo como se debía— Acarició mi mejilla con su pulgar— Tu te mereces mucho más, _____... mereces a un hombre que te trate como lo que eres... una princesa.
Tragué tratando de retener las lágrimas pero fue imposible, ellas escaparon de mis ojos sin que yo pudiera evitarlo, no quería pensar en nada ni hacerme ideas, escucharía todo hasta el final, aunque eso significara que eso podía ser el final.
Secó mis lagrimas con su pulgar y me sonrió— Por eso no traté de contactarte desde que te fuiste, después que te traje pensé en tantas cosas... en cómo había comenzado todo, yo había sido tu primer hombre, las circunstancias nos llevaron a un matrimonio de conveniencia pero aún así te habías entregado a mí y yo no te cortejé, no te regalé flores, no te dediqué canciones, no te pedí citas... —Tragó— No te di las cosas como las merecías y pensé que tenía que dejar a un lado mi egoísmo, dejar que estuvieras tranquila ese tiempo sin saber de mi para dejarte libre de seguir, de encontrar un hombre que te Conquistara... aunque eso fuera para mí como si me aplicaran las más lenta y dolorosa de las torturas.
Mi corazón estaba latiendo tan rápido que podía sentirlo en mis costillas, él me besó la frente, acarició mis mejillas y tomó aire para seguir.
—Jaxon estuvo tratando de convencerme que te buscara, todos los días le preguntaba a Teddy como estabas... estuve a punto de venir a buscarte pero me decía que no era justo para ti... no cuando yo no sabía qué era lo que realmente quería, cuando no sabía qué era lo que estaba dispuesto a dar... y esa noche cuando me confesaste que me amabas... no supe que decir en ese momento y no porque no sentía lo mismo... al contrario... es porque yo también te amo, ________.
Sentí que el pecho se me hinchaba de felicidad, mientras absorbía las palabras, me amaba, Justin me amaba, Quería gritar, saltar, reír pero no podía hacer nada, solo quedarme mirando sus hermosos ojos grises que me miraban con intensidad, con amor y yo me sentí dichosa, por primera vez.
—Me di cuenta que te amaba en cuanto te fuiste, el dolor que sentía no podía ser por otra cosa más, pero yo no sabía que podía dar en la relación, nunca me había interesado el romance, no antes de ti así que no podía buscarte sin tener definido lo que quería —suspiro— Pero cuando confesaste lo que sentías por mi me di cuenta, ______... Yo quiero ser el hombre que te mereces, el que te de flores, el que te dedique canciones, el que te lleve a citas... quiero hacer las cosas bien, si me lo permites.   

¿Matrimonio falso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora