Capítulo 35

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La chica morena que estaba en el mostrador de la recepción me sonrió al verme entrar. Caminé nerviosa hasta ella tratando de no imaginar que tenía planeado Justin para nuestra cita, aunque mi cuerpo temblaba antes la expectativa. Le di mi nombre a la recepcionista y ella sonriente me entregó la llave de la suite presidencial donde estaba mi marido. 

Mi estomago comenzó a retorcerse cuando las puertas del ascensor se abrieron. Conté cada uno de los pasos que di hasta estar frente a la puerta de la suite. Respiré hondo tres veces y reuní todo el valor que podía para abrir la puerta. Caminé hasta la sala en donde me esperaba mi marido sonriente.
—Bienvenida... — Me dijo con una sonrisa.
Mi corazón comenzó a latir rápidamente, al verlo allí tan guapo que quitaba el aliento, su perfecto torso estaba a la vista ya que solo vestía unos pantalones de pijama, su sonrisa iluminaba su rostro y el cabello cobrizo tan rebelde como siempre.
—Hola— fue todo lo que pude decir.
Su sonrisa se amplió y yo aparté mi vista de él para tratar de calmarme. Me reprendí internamente por parecer una adolescente en su primera vez, aunque no estaba muy lejos de serlo, era la primera vez que estaría con Justin consciente de sus sentimientos, sabiendo que me amaba como yo a él.
Miré por primera vez la habitación con detenimiento, las velas bañaban de una tenue luz el hermoso lugar adornado con rosas rojas, Pétalos de rosas por el piso y en la cama, miré a mi marido el cual se acercó hasta quedar frente a mí.
—Estas Hermosa— Sonrió tomándome de la cintura para pegarme a su cuerpo.
—Gracias, aunque si hubiera sabido que era una fiesta de Pijama, bueno hubiera traído otro atuendo
Soltó una carcajada y me miró—No creo poder soportar que alguien más te vea de esa manera.
Sonreí— Todo esto es muy Hermoso, Justin.
—Es lo que te mereces, _______. Quiero enmendar mis errores, mi comportamiento anterior... Debiste perder tu virginidad entre pétalos de rosas y recibir unos hermoso votos en el matrimonio —Dijo metiéndose la mano al bolsillo de su pijama— Pero lo enmendaré ahora mismo.
Lo miré asombrada cuando abrió la mano con mis anillos de compromiso y Matrimonio —¿Cómo...
—Cierta compañera de casa me ayudó— Dijo contestando mi pregunta a medias y deslizándome el anillo de compromiso en el dedo anular de mi mano derecha, me miró a los ojos mientras sostenía el anillo de bodas— ________ Tisdale. Desde este momento me entrego a ti por completo, tomándote como mi Compañera de vida, mi amante y mi mejor amiga. Prometo compartir los buenos momentos, las risas, los gozos, apoyarte en tus sueños y metas. En las malas prometo estar allí, a tu lado cuando el camino se haga difícil, levantarte cuando caigas y confortarte cuando llores. Velar por tu bienestar en la salud y en la enfermedad, Protegerte siempre. Porque aún estando en tu propia oscuridad llegaste para iluminar mi vida, ahora yo iluminaré la tuya, desde este momento, todo lo que soy y todo lo que tengo te pertenece a ti. Te amaré mucho más allá de la muerte.
Deslizó el anillo en el mismo dedo que había puesto el primero, mis lágrimas corrieron por mis mejillas libremente mientras el corazón me palpitaba lleno de felicidad, eran las palabras más hermosas que había escuchado en mi vida. Tomé su mano y le quité el anillo.
—Yo también quiero emendar mis votos matrimoniales —él me miró expectante, yo jugué un momento con el anillo en mi mano y luego lo miré, sus ojos grises estaban brillando— Justin Drew Bieber Mallette... desde hoy me entrego fielmente a ti, tomándote como mi compañero de vida, mi amante y mi mejor amigo. Prometo apoyarte en tus aspiraciones, en tus sueños y en tus metas. Disfrutar contigo en la salud y cuidarte en la enfermedad. Sostenerte cuando no puedas más y ayudarte a recuperar las fuerzas. Ser tu consuelo en los momentos de desesperación y Permanecer a tu lado siempre, Porque tú fuiste quien le dio esperanza a mi vida. Te amaré mucho más allá de la muerte.
Terminé de deslizar el anillo en su dedo casi al tiempo que él tomada mi rostro en sus manos y atrapaba mis labios en un beso, hundí mis dedos en su cabello respondiendo con la misma intensidad mientras mi cuerpo comenzaba a despertar, temblando ansioso.
—¿Quieres tomar un baño?— Me preguntó cuando dejó de besarme, asentí incapaz de confiar en mi propia voz.
Lo seguí hasta el baño donde un gran jacuzzi redondo y de lujo nos esperaba. En la orilla había una botella de Champagne con dos copas de vidrio y una bandeja llena de bombones. Me quedé un momento pérdida pensando en ese nuevo Justin, en el cambio que había tomado para hacerme saber cuánto me amaba y en lo inmensamente feliz que era ¿esta era la recompensa por tanto sufrimiento? esperaba que si, para ambos, porque aunque no estaba al tanto de su pasado sabia que el también había sufrido.
Mis pensamientos se desvanecieron cuando lo sentí apartarme el cabello, comenzó a repartir besos comenzando detrás de mi ojera bajando por mi cuello, incliné la cabeza para darle el acceso que necesitaba mientras el bajaba el cierre de mi vestido. Mi cuerpo se calentó de inmediato y mis hormonas comenzaron a bailar la conga. Extrañaba sus caricias, mi cuerpo las anhelaba.
El vestido cayó al piso y lo pateé a un lado para que no estorbara. Era hermoso pero en ese momento no me importaba nada más que no fueran las sensaciones, Justin me llevó hasta la orilla del Jacuzzi sentándome allí, se agachó y tomó uno de mis pies.
—Eres una Diosa, _______... voy a adorarte como lo mereces.
Besó mi tobillo mientras quitaba mi zapato de tacón. El hormiguero recorrió mi cuerpo hasta llegar a mi zona más intima que comenzaba a palpitar. Fue subiendo con besos por toda mi pierna hasta llegar a mis muslos, contuve el aliento a sentirlo acercarse a mi parte más intima pero él se alejó tomando mi otro pie para quitarme el zapato y comenzar con sus besos de nuevo subiendo hasta llegar a mi muslo, solté un gemido cuando pasó su nariz por mi palpitante intimidad.
—Hueles tan bien, ____... quiero probar a mi mujer.
Tragué respirando fuertemente, tomó las esquinas de mi ropa interior y la deslizó por mis piernas para librarme de ella. Se quedó quieto por un momento mirándome fijamente. Sus ojos grises ardían y calentaban mi cuerpo al mismo tiempo, no sabía que esperaba pero yo lo necesitaba. Respiré hondo y dejando a un lado la vergüenza abrí mis piernas, ofreciéndome a él en cuerpo y alma. Sus ojos bajaron hasta mi intimidad, tomó un respiro y se arrodilló ante mí; contuve el aliento y cerré los ojos no podía verlo hacer eso.
Abrí mis ojos soltando un gemido al sentir el primer contacto de su lengua. Las sensaciones nuevas eran increíbles, deslizó su lengua por toda mi intimidad de arrida a bajo, condenadamente despacio. Deslicé mi mano por su cabello hundiendo mis dedos para halarlo un poco, él gimió contra mi entrepierna en respuesta pero no detuvo su exploración. Me tomó con su boca y sin poder evitarlo me encontré imitando el movimiento de su lengua con mis caderas. Él mordía, chupaba y saboreaba mi parte más intima llevándome al éxtasis, sin poder soportar más me dejé arrastrar por las sensaciones alcanzando el clímax.
—Te necesito... ______
Respiré tratando de tranquilizar los temblores de mi cuerpo que aún disfrutaba del grandioso letargo del orgasmo. Justin se deshizo de su pijama y se acercó a mí tomando mis piernas por las rodillas y entrelazándolas en su cintura penetrándome de una sola embestida. Me abracé a su cuerpo imitando sus movimientos, encontrándonos en cada asalto, jadeé al sentirlo tocar justo el punto que me llenaba de placer. Gemí cada vez mas fuerte sintiéndome llegar al cielo, mi cuerpo explotó en el más glorioso Auge al mismo tiempo que él me llenaba con su esencia.
Besó mi hombro y acarició mi espalda —Ahora si vamos por ese baño...
Asentí y el salió de mi con delicadeza, se separó un poco y entró al Jacuzzi, me tendió la mano para ayudarme a entrar atrayéndome a su cuerpo para besarme con ternura. Rodeé su cuello con mis brazos correspondiendo el beso, amaba la sensación de sus labios en los míos y en todo mi cuerpo. Él dejó mi boca para besar mi cuello.
—No sabes cuánto te amo — susurré a su oído
—Si es la mitad de lo que yo te amo estoy más que satisfecho.
—Tengo miedo de que esto acabe...
Frunció el ceño— No lo hará, No creo que pueda dejarte de amar nunca.
Sonreí, disfrutaba tanto que me dijera lo que sentía, jamás me cansaría de ello, aún me parecía un sueño todo eso y temía que fuera a acabar en cualquier momento. Justinse sentía como uno de esos hombres que solo aparecen en los libros: irreal, aunque ni ellos podrían hacerle justicia. Acaricié sus hombros deslizando mis dedos por su esculpido torso, sus pequeñas cicatrices eran lo único que desentonaba. Me pregunté ¿cómo se las había hecho? sabía que eran parte de ese pasado que lo atormentaba tanto al grado de necesitar un Psiquiatra pero por más que quisiera saber había decidido darle tiempo para que se abriera.
—Tenía solo 4 años cuando me adoptaron — comenzó diciendo e interrumpiendo mis pensamientos— La mujer que me trajo al mundo era una prostituta y el hombre que me engendró era el chulo que se encargaba de venderla —tragó, yo me quedé atónita ante su confesión— Nos maltrataba... tanto a ella como a mí, él... fumaba mucho y... yo era su maldito cenicero. —sus ojos grises estaban perdidos en un punto lejano, tal vez en sus recuerdos— Ella nunca hizo nada para defenderme... nunca hacia nada.
Cerré los ojos conteniendo con todas mis fuerzas las ganas de llorar y lo abracé, quería confortarlo por todo lo que le había tocado vivir; el imaginarlo como un pequeño niño sufriendo por la desatención de su madre y el maltrato de su padre era como si me desgarraran el alma, me separé un poco para mirarlo a los ojos.
—Tuviste la suerte de caer en una maravillosa familia.
Asintió—Si, aunque no fue nada fácil. Sentí que no encajaba del todo allí, que era demasiado perfecta para mí... Les di muchos problemas —respiró hondo— era un adolescente rebelde que se la pasaba metido en problemas y peleas para descargar mi furia, ellos buscaban asistencia para mí pero ningún Psiquiatra pudo ayudarme hasta John.
—No se puede cambiar el pasado, Justin pero ahora eres un gran hombre, mira todo lo que has conseguido... solo tienes que seguir mirando adelante.
Sonrió— Eres simplemente increíble... no sabes cuánto admiro tu coraje, has pasado por malas situaciones, por cosas muy duras y sigues mirando al frente con optimismo.
Suspiré—Me mantuve firme porque Teddy estaba conmigo, él era quien me impulsaba a seguir cada día, a tener esperanzas para que él las tuviera... Si no hubiera estado conmigo tal vez me abría rendido.
—Pero no pasó... Mis hermanos también jugaron un papel importante en mi vida... Yo quería ser un buen ejemplo para Jazmyn... John me ayudó a centrarme en cosas importantes, a darme cuenta de que soy un hombre inteligente y que podía hacer mucho con mi vida en vez de desperdiciarla... Me enteré por mi padre que ese chulo había caído en la cárcel... yo no quería terminar como él por eso me concentre en cosas importantes, comencé mi empresa y bueno aquí estoy.
—Uno de los hombres más ricos y exitosos no solo del país, sino también del mundo.
—Sí... pero eso no quitaba por completo la soledad que sentía, el vacío que siempre había tenido no se llenaba del todo, mi familia me hacia feliz y mi empresa me enorgullecía pero aún faltaba algo... tu llegaste para completarlo todo.
—Creo que lo más hermoso de esto es que ambos hemos llegado para salvar al otro —sonreí completamente feliz— Ambos hemos logrado renacer.   


NOTA: HOLI! Perdón por perderme todo este año, pero ajá ya volví. Este capítulo tiene gran parte de la historia de Christian Grey, bueno no solo este capítulo sino toda la novela. Espero que les guste. Con amor, pizza y aguacate. C

¿Matrimonio falso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora