Los gruñidos y las maldiciones de Marcus se escucharon en todo el lugar mientras se aferraba el brazo herido. Me alejé rápidamente de su lado al sentirme libre de su agarre, tropezando un par de veces. Justin me encontró en el camino encerrándome entre sus brazos. Solo pude aferrarme a él mientras era vagamente consiente de los hombres moviéndose.
Enterré mi rostro en el pecho de mi marido haciéndome como si de ello dependiera mi vida, y en ese momento así lo sentía. Escuchaba a Marcus soltar una maldición tras otra, me estremecí al escucharlo gruñir mi nombre. Justin me aferró con más fuerza en respuesta.
-¡________! ¡_________!... Salí una vez... te juro que volveré a Salir y te llevaré conmigo... Vas a ser mía, eso júralo.
Sentí a Justin tensarse pero no tuve el valor de voltearme hasta que dejé de escuchar a Marcus gritar. Justin me separó poco a poco de él para poder ver mi rostro. Cuando mis ojos conectaron con los suyos me sentí completamente a salvo.
Ahuecó mi rostro entre sus manos, atrayendo mis labios a los suyos en un beso desesperado. Los sentimientos que trasmitía eran los mismos que los míos, alivio, angustia y todo el amor que sentíamos el uno por el otro.
-Señor Bieber... -Justin se separó de mí al escuchar al hombre que lo llamaba. No me moví de mi lugar, sentía que pesaba una tonelada - Ya es hora de irnos.
-Por supuesto - Respondió mi marido, levantándome en brazos, me aferré a su cuello llenándome de su aroma.
-Señora Bieber, me alegro que esté bien -Me volteé para mirarlo y darle lo que esperaba que fuera una sonrisa.
-Gracias... realmente lo aprecio.
Justin caminó conmigo en sus brazos hasta dejarme en el asiento del copiloto. Iría a casa por fin. El detective insistía en que tenía que ir a hacer la declaración y pasar por el hospital, pero mi marido pudo convencerlo de dejarlo para el día siguiente y que el médico de confianza me revisaría en la escala.
El trayecto a casa fue largo y en silencio. Nuestras manos estuvieron juntas en todo momento, quizás porque ambos teníamos la sensación de que si nos soltábamos el otro iba a desaparecer. Sabía que teníamos muchas cosas para decirnos pero en ese momento el silencio era lo mejor.
Cuando Justin estaciono en el edificio del Escala mi cuerpo comenzó a temblar, las lágrimas corrieron libremente por mis mejillas y los fuertes sollozos escapaban de mi garganta sin que yo pudiera hacer nada para detenerlos. Mi cuerpo había llegado al límite y el Shock me había golpeado con fuerza al estar libre de todo lo que había vivido. En un momento estuve entre los brazos de mi marido, el cual trataba de calmarme con besos y palabras reconfortantes.
"Estas a salvo" "Ya pasó" "Estas en casa" palabras que salían de su boca y las repetía una y otras vez en mi cabeza. Pero el recuerdo de las manos de Marcus en mi cuerpo me revolvía el estomago llenándome de asco. Tenía mucho miedo de decírselo a Justin, no quería que me rechazara o que le diera asco tocar a una mujer que había estado con otro hombre, el solo hecho de imaginarlo me destrozaba el corazón.
-Perdóname... perdóname, Justin... lo siento... lo siento tanto - Disculparme era lo único que podía hacer, los sollozos dificultaban mis palabras pero aún así no podía hacer más que repetirlas sin cesar.
-¿Perdonarte? - Su voz rayaba entre la confusión y la preocupación - Nena, no tengo nada que perdonarte.
-Yo... traté de detenerlo... te juro que traté pero... no pude, él... él... -Traté de forzarme a decirlo pero las palabras simplemente no salían, aunque tampoco hizo falta. En el momento que sentí a Justin tensarse supe que había entendido.
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¿Matrimonio falso?
FanfictionJustin y _______ son dos personas de mundos totalmente diferentes. Él exitoso empresario, rico y triunfador pero dañado sentimentalmente por un pasado lleno de cicatrices. Ella hermosa y risueña afronta los problemas de la vida con optimismo a pesa...