Capítulo 19

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Estaba ansiosa, sumamente ansiosa. No podía dejar de caminar de un lado a otro: habían pasado varios días desde que me había despedido de Teddy, pero yo lo sentía como toda una eternidad y realmente no podía esperar un segundo más. Aún se me hacía difícil creer que estuviéramos fuera de las garras de Marcus y que pudiéramos comenzar de cero. Estaba optimista, me aseguraría de que Teddy no sufriera más, costase lo que costase.

Amaba a Teddy como nada en el mundo, él siempre había sido mi prioridad, aunque en ese momento Justin parecía acaparar todos los lugares de mi corazón. Llevé mi mano a mi vientre, preguntándome si era posible que una vida estuviera creciendo en ese preciso instante.
—¡_____!
Escuché su dulce y emocionada voz al llamarme y lo vi corriendo hacia mí, mi hermano... mi querido hermano. El corazón comenzó a latirme fuertemente, mientras me agachaba y abría mis brazos para que entrara en ellos. Lo envolví en un fuerte abrazo que él correspondió y supe que jamás volveríamos a separarnos. No pude evitar que las lágrimas fluyeran libremente, por fin lo tenía conmigo. Lo besé en la cabeza y en ambas mejillas para después volverlo a abrazar.
Miré a Justin, él nos observaba con cariño un poco más lejos. Solo pude articular un gracias y darle una sonrisa eterna. Él sonrió y nos dejó un momento a solas. La carita de Teddy estaba bañada en lágrimas, pero no eran de tristeza, eran de felicidad. Al fin estaba de vuelta conmigo, yo era su hogar y él el mío.
Luego de un largo rato pude sentarme a conversar con él. Me relató sobre su estancia en el orfanato y de algunos niños que había conocido. La tristeza me invadía cada vez que lo veía mirar con desconfianza el lugar donde estábamos. Estaba demasiado acostumbrado a sentirse en peligro.
—Todo estará bien, Teddy. Estamos a salvo aquí—le aseguré.
—Tengo miedo de que sea como Marcus.
—No lo es, nunca sería como él—dije muy segura. Justin era la persona más diferente a Marcus que había en el mundo—. Él es un gran hombre y nos va a cuidar. Además tienes que ver todo lo que te compró.
—¿Me compró algo?—preguntó entusiasmado. A pesar de todo lo que había vivido seguía habiendo un dulce y curioso niño debajo de todo ese dolor.
—Muchas cosas, e irás a la escuela.—Sus ojos brillaron en un destello de alegría—. Estamos a salvo, Teddy... No te preocupes más.
—Tu hermana tiene Razón, Ted.
Justin entró en el salón y Teddy se pegó más a mí buscando protección, Justin sonrió con tristeza y se sentó en la mesa frente a nosotros.
—Teddy, quiero que sepas que jamás le haría daño a tu hermana o a ti, ___a es mi esposa y tú eres legalmente nuestro hijo... No pretendo que me veas como un padre, pero me gustaría que me vieras como un amigo—dijo tranquilamente ofreciéndole la mano—. ¿Amigos?
—Amigos—respondió Teddy un poco dudoso, pero estrechando su mano al fin y al cabo.
Justin sonrió contento, realmente contento. —Bien, ¿te gustaría ver tu habitación?
Teddy asintió entusiasmado y los tres nos encaminamos al piso de arriba. Cuando entramos, sus ojos se iluminaron al ver su nueva morada. Recorrió el cuarto observando cada detalle con ansiedad y yo no pude reprimir la risa cuando lo vi saltar en su nueva cama.
—¡Esto es increíble, muchas gracias Justin!
—Es un placer, me alegra que te guste.
Luego de ese emotivo momento, Hailey y yo comenzamos con los preparativos de la cena. La familia Bieber vendría esa noche a conocer a Teddy y a terminar de comentarnos sobre los preparativos de la fiesta de presentación.
Teddy y Olive habían congeniado de inmediato y había sido un alivio para mí, estaba segura de que con la presencia de Olive, Teddy no se sentiría solo y lograría compartir con alguien de su edad.
Esa noche fue un poco abrumadora para Teddy, él era por primera vez el centro de atención y no estaba nada acostumbrado. En eso él y yo nos parecíamos mucho. Pattie y Jazmin no dejaban de abrazarlo y besarlo en sus mejillas, y él no sabía cómo responder a tantas muestras de cariño. Justin tuvo que reprender más de una vez a su madre y a su hermana, pero ellas parecían olvidarlo en unos cuantos minutos. Aún así, Teddy se comportó como todo un caballero y se dejó mimar por su nueva abuela y tía.
Jeremy y Jaxon también se mostraron complacidos con la llegada de Ted. Yo también estaba feliz, me sentía querida por mi nueva familia y esperaba que Teddy se sintiera igual.
Antes de que se marcharan, hablamos de la fiesta, la cual fijamos para dos semanas más tarde. Me alegré de tener todo ese tiempo para prepararme mentalmente para ser públicamente la esposa de Justin Bieber y ver mi cara en todos los medios posibles.
Era un desafío.

XX
Tuvimos la cita con la ginecóloga dos semanas después y ella respondió amablemente todas mis preguntas. Me ordenó también un ecograma para saber si estaba embarazada y suplementos por sí resultaba positivo. Me aferré a la mano de Justin —que me había acompañado gentilmente— mientras me colocaban el frío gel y pasaban el pequeño aparato por mi vientre. Contuve la respiración. Estaba frío y sentía que el corazón se me salía. Unos segundos después —que a mí me parecieron una eternidad—, la doctora nos dio la buena noticia: ¡No estaba embarazada!
Suspiré aliviada mientras me limpiaba el gel del vientre y me levantaba de la camilla. Esa noche era la fiesta de presentación y no quería tener una noticia más que dar, no estaba para estar en boca de todos al mismo tiempo.
—Bueno, Señora Bieber... Creo que las inyecciones anticonceptivas serán lo más adecuado para su edad y su peso. Puede venir a inyectarse el primer día de su próximo periodo, y regresar cada tres meses.

—De acuerdo. Muchas gracias por todo, Doctora Evans 
Nos despedimos de ella y por fin pude celebrar, aunque solo por un momento, ya que aún faltaba sobrevivir a la fiesta de ese día.
Teddy se había adaptado perfectamente a su nueva vida en dos semanas, aunque aún trataba a Justin con recelo. Su relación era cortes y educada, yo estaba segura de que con el tiempo se acercarían más; nadie podía odiar a Justin... él era demasiado amable. Su relación con Olive era increíble también, se la pasaban todo el día juntos e iban a la misma escuela. Tenían muchas cosas en común.
Esa noche Hailey ayudó a Teddy a vestirse, mientras Samantha me terminaba de arreglar. Decidí dejar mi cabello suelto, sabía que a Justin le encantaba así, así que solo lo onduló un poco y procedió a terminar con el maquillaje. Me deslicé en mi hermoso vestido plateado y me giré para verme en el espejo.
—Estás hermosa.
Volteé para ver a mi irresistible marido investido en un esmoquin negro. Él sí que era atractivo, solo esperaba poder hacerle justicia a su belleza esa noche. Lucía tan masculino y elegante que deseé ser suya otra vez.
—También estás muy atractivo...
Él sonrió de medio lado y yo me quise desmayar.
—Es hora de irnos, aunque preferiría quedarme y desvestirte lentamente en esa cama... pero si llegamos tarde mi hermana me matará.
Me reí y salí de la habitación en su compañía, agradeciendo a Samantha por su gran trabajo. Teddy nos esperaba vestido en su pequeño traje de fiesta, se veía adorable, aunque un poco irritado. Odiaba los frac, ¡y ni siquiera imaginaba que al ser un Bieber tendría que usarlos seguido!
Al llegar a la mansión Bieber me sorprendí mucho. Era muy grande y hermosa. Todo era lujoso y blanco, un verdadero paraíso terrenal, no demasiado ostentoso ni demasiado simple. La fiesta se llevaba a cabo en el jardín, donde había varias mesas vestidas con manteles color champagne, platos, copas y unos hermosos candelabros. Había muchas personas que se voltearon inmediatamente a vernos en cuanto llegamos.
—¡Qué bueno que ya están aquí! —Celebró Pattie, dándonos la bienvenida—. ¿No hay un abrazo para tu abuela, Teddy?
Teddy fue a darle un abrazo y un beso sincero inmediatamente. Sabía que él también se daba cuenta de que ese cariño era sincero. Le dio también un rápido abrazo a Jeremy y saludó a todos. Cuando dejamos nuestras cosas, Justin tomó dos copas de champagne para nosotros y llamó la atención de todos. Era mejor presentarnos de una vez que ser el insistente centro de atención toda la velada.
—Señoras y Señores, amigos de la familia y queridos empleados, me alegra mucho que estén conmigo en esta noche tan importante... Como saben, me casé en secreto hace algunas semanas, ya que ambos queríamos adrenalina. Por supuesto que nunca pretendí ocultar a mi esposa, por lo que en esta ocasión tengo el agrado y el honor de presentarles a mi mujer: _____ Bieber, y a mi hijo Theodore Bieber.
Algunos presentes se quedaron pasmados ante la presentación de Teddy. Era obvio que ninguno se esperaba eso, pero enseguida todos se recuperaron y comenzaron a aplaudir. La fiesta siguió mientras los invitados se acercaban uno a uno para presentarse. Nunca había conocido a tanta gente y era imposible memorizar todos sus rostros y nombres.
Una mujer muy guapa se acercó a nosotros pronto, haciendo gala de su elegancia y clase. Su cabello castaño estaba recogido en un moño y se veía impecable en su hermoso vestido rojo de gran escote. A mi parecer, su sonrisa se veía algo falsa, por lo que me puse alerta de inmediato. Ella era la primera persona que no era naturalmente agradable con nosotros. Cuando llegó, besó a Justin en ambas mejillas y volteó a verme de pies a cabeza.
—Me alegro conocerte por fin –dijo mostrando todos sus dientes.
—____, te presento a Selena Ella es la Gerente de Finanzas de mi empresa.
—...Y su ex novia.
Acepté su mano intentando que mi rostro no se desfigurara. Esa mujer tenía mucha confianza en sí misma, mucho más que yo y se notaba. Me sentía pequeña e insignificante a su lado, pero no podía permitir que después de llegar tan lejos y recibir todo ese apoyo, una sola persona lo arruinara todo.
Aunque no recordaba ni la décima parte de los rostros de ese día, estaba segura que el de esa mujer no se me olvidaría nunca.
Nunca.  


¿Matrimonio falso?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora