¿Matrimonio falso?

Capítulo 39

Tragué fuerte mientras él miraba de la carpeta a mí varias veces. Me miró con el ceño fruncido preguntándome silenciosamente porque había invadido su privacidad, me sentí mal hasta el momento en que me di cuenta que era yo quien debería estar pidiendo explicaciones.

—¿Qué estoy haciendo? —Pregunté con indignación— ¿Qué se supone que estás haciendo tú?

Frunció el ceño un poco más haciéndome saber que estaba confundido por mi reacción. Señalé la carpeta abierta en el escritorio, su mirada se desvió a esta alzando las cejas en comprensión, respiró hondo y sabía que estaba preparándose para la discusión.

—_______... Yo... — oh si, los papeles habían cambiado en ese momento.

—¿Tu que Justin? —Pregunté interrumpiéndolo— No lo puedo creer... por dios.

—Nena, No es para tanto...

—¿No es para tanto? ¿De verdad? —Lo miré con incredulidad— Te dije que quería labrarme un camino profesional por mis propios méritos ¿y qué haces tú? ¡Compras la mitad de las acciones de la empresa donde estoy trabajando!

—SIP estaba enfrentando problemas económicos, iban a vender la mitad de las acciones de todas maneras. Tú quieres trabajar y ver el campo laboral, no podía dejar que la empresa donde estabas aprendiendo se perdiera...

—¡Bien! Tienes un punto, pero... ¿Por qué poner la acciones a mi nombre?

—_______, Pensé en que cuando Fer herede la empresa, tú y ella podrían ser excelentes socias y...

—Eso es algo que me incomoda — dije interrumpiéndolo— Siento como si le estuviera quitando parte de su patrimonio y no me gusta... no quiero que piense que estoy allí para tomar algo que no es mío.

—_____, por dios... eso no es así. Ella sabe de la compra y esta más que feliz.

—¿Ella lo sabía? —Pregunto sorprendida

—Sí, le pedí que no te dijera nada porque quería ser yo quien te diera la noticia —señala la carpeta— ese es uno de tus regalos.

Me siento su silla frente al escritorio sin quitar la vista de la carpeta, ¿Cómo se supone que debo sentirme? Todo era desconcertante para mí, pasar de tener nada a tenerlo todo era una locura.

Ni siquiera en el tiempo que había vivido con mis padres podía tener tantas cosas, mi padre ganaba dinero suficiente para tener lo necesario y alguno que otro lujo, luego con Marcus todo lo que tenia era para sus vicios y ahora Justin no solo me estaba dando las herramientas para tener mi futuro asegurado sino que bastaba con que abriera mi boca para que me diera lo que quisiera, lo que era sorprendente.

Justin caminó hasta mí y se bajo para mirarme a los ojos, acaricio mis brazos mientras me hablaba— Nena, sé que todo esto es nuevo para ti... pero te amo, ______... quiero darte todo, el mundo entero... de nada me sirve todo este dinero si no puedo compartirlo contigo y que mejor uso que ayudarte a crecer como profesional.

Sonreí, alcé mi mano para acariciar su mejilla. Justin era un hombre completamente increíble. Él, la nueva vida que llevaba en mi vientre y la familia que habíamos ganado era la recompensa para Teddy y para mí por esos cuatro años de sufrimiento e incertidumbre que habíamos tenido.

—Papá, ya estoy listo. —Gritó Teddy desde su cuarto.

—Está bien, ya casi estamos —Le respondió Justin luego mi miró— Vamos, no podemos llegar tarde a tu fiesta.

Justin tomó el reloj de su escritorio y fue a nuestra habitación para terminar de arreglarse, yo hice lo mismo. Una vez listos Taylor nos llevó en el auto a la mansión de la familia Bieber.